Capítulo 6: La Confesión
Después del torneo, Leo se acercó a Alex, su corazón latiendo con fuerza. "Necesito hablar contigo", dijo, sintiendo que era el momento de abrirse. Alex lo miró con curiosidad, ansioso por escuchar lo que tenía que decir. "He estado luchando con mis sentimientos", continuó Leo, "y no puedo seguir ignorándolos. Me importas más de lo que puedo expresar".
Alex sonrió, sus ojos brillando con comprensión. "Yo también siento lo mismo, Leo. Desde que llegué al gimnasio, has sido una inspiración para mí. No solo como luchador, sino como persona". En ese instante, ambos supieron que habían encontrado algo especial en medio de la lucha.
La conexión entre ellos se volvió más fuerte, y juntos comenzaron a explorar su relación. Leo se dio cuenta de que el amor no era una debilidad, sino una fuente de fuerza. Aprendió a equilibrar su pasión por la lucha con su deseo de ser un compañero amoroso.