Wings of Fate

Capítulo 31: El Primer Encuentro

El amanecer teñía el cielo con un suave color rosa mientras Lysiane y Cael se preparaban para salir del Reino de Liria. El aire fresco de la mañana acariciaba sus rostros, y el sonido del viento que comenzaba a levantarse parecía estar diciéndoles que algo importante estaba por ocurrir. El camino que tenían por delante no era fácil, pero su determinación era firme.

Cael ajustó el brazalete con los símbolos del cielo que había recibido al convertirse en Guardián del Aire, un recordatorio constante de su responsabilidad. Lysiane, por su parte, tocó el colgante en forma de gota que colgaba de su cuello, el legado de su madre, como si buscara consuelo en él. Sabía que el viaje sería largo y lleno de incertidumbres, pero el amor que compartía con Cael le daba fuerzas para seguir adelante.

—El viento ya está aquí —dijo Cael, mirando al horizonte. Su voz sonaba tranquila, pero había una nota de preocupación en sus ojos. El poder del viento a su alrededor había aumentado desde que comenzaron su viaje, como si la magia estuviera esperando algo. O a alguien.

Lysiane asintió, observando cómo las corrientes de aire se agitaban a su alrededor. El viento ya no solo respondía a Cael, sino a los dos. Parecía que el Reino de Liria y sus territorios circundantes estaban cambiando más rápido de lo que esperaban.

—¿Crees que encontraremos respuestas fuera del Reino? —preguntó Lysiane, mirando a Cael.

Cael la miró a los ojos, una mirada que contenía tanto esperanza como temor.

—No lo sé, Lysiane. Pero no tenemos otra opción. El equilibrio del Reino está en nuestras manos, y debemos entender los otros elementos si queremos restaurarlo.

Ambos se adentraron en el bosque que marcaba la frontera del Reino de Liria, siguiendo un sendero que los llevaría a los territorios de fuego. Habían escuchado rumores sobre un antiguo Guardián del Fuego, alguien que podría tener respuestas sobre cómo equilibrar los elementos. Pero encontrarlo no sería fácil. El camino estaba lleno de peligros, y las criaturas de fuego que habitaban esas tierras no eran conocidas por ser amables con los desconocidos.

A medida que avanzaban, el aire se volvía más cálido, y la vegetación comenzaba a cambiar. Los árboles se tornaban más escasos, y el suelo se volvía más árido. Era evidente que estaban cerca de la tierra del Fuego. Lysiane sentía cómo el calor comenzaba a afectarla, pero Cael parecía estar en su elemento. El viento a su alrededor lo rodeaba, pero no era suficiente para disipar el calor abrasante.

De repente, el sonido de pasos apresurados hizo que ambos se detuvieran. Un grupo de figuras apareció ante ellos, emergiendo de entre las rocas y las llamas.

—¿Quiénes sois? —preguntó una voz autoritaria, y un hombre alto con la piel de un tono rojizo, como si estuviera hecho de fuego, los observó fijamente.

Cael y Lysiane se tensaron, preparándose para lo peor. Sabían que no podían confiar en cualquiera, pero algo en la mirada del hombre les decía que no venía con malas intenciones.

—Somos viajeros del Reino de Liria —dijo Cael con calma, su mano tocando su brazalete como señal de su identidad como Guardián del Aire—. Buscamos al Guardián del Fuego. Necesitamos respuestas.

El hombre los miró con una intensidad ardiente, y por un momento, todo pareció quedarse en silencio. Entonces, asintió.

—Soy Ignis, Guardián del Fuego. Si lo que buscáis es sabiduría, entonces debéis estar preparados para enfrentar el fuego. No todos los que vienen aquí tienen la voluntad de soportar lo que se requiere.



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En el texto hay: fantasia romantica, magia, hadas

Editado: 18.05.2025

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