Wings of Fate

Capítulo 32: La Prueba del Fuego

Ignis los condujo hacia una zona de rocas y lava, donde las corrientes de aire caliente se encontraban con las llamas. El calor era insoportable, pero Cael y Lysiane avanzaron sin dudarlo. Sabían que no había marcha atrás. El Guardián del Fuego les había dicho que si querían respuestas, tendrían que pasar una prueba.

—El fuego no perdona —dijo Ignis, mientras caminaban entre las corrientes de lava. Su voz sonaba como el crujido de la madera ardiendo. Él se adelantó y levantó la mano, haciendo que las llamas se apartaran de su camino. De alguna manera, parecía no sentirse afectado por el calor.

Cael y Lysiane lo siguieron, pero la temperatura comenzó a subir a medida que avanzaban. El calor era tan intenso que Lysiane empezó a sentir que le costaba respirar. El aire a su alrededor se volvía cada vez más denso y sofocante.

—¿Cómo podemos pasar esta prueba? —preguntó Lysiane, su voz entrecortada por el calor. Las corrientes de aire a su alrededor parecían debilitarse a medida que se acercaban más al núcleo de la zona de fuego.

Ignis no respondió de inmediato. Su rostro estaba imperturbable, y parecía estar en su elemento, como si el fuego fuera parte de su ser. Finalmente, habló.

—Para atravesar el fuego, debéis aprender a dominarlo. No es suficiente con simplemente soportarlo. El fuego es un reflejo de vuestra fuerza interior. El primero en ceder será el que pierda. Pero solo si os mantenéis firmes, podréis alcanzar la sabiduría que buscáis.

Cael y Lysiane se miraron. El desafío era claro. No solo debían sobrevivir al calor, sino dominarlo.

Con un gesto de su mano, Ignis hizo que las llamas se elevaran aún más. El fuego les rodeó, pero Lysiane no retrocedió. En su interior, sintió el poder del Corazón de los Elementos resonar. El aire que siempre había sido su vínculo con Cael ahora parecía fortalecerla. Sabía que el fuego no solo representaba calor, sino también transformación.

De repente, una corriente de aire envolvió a Lysiane, y sus alas brillaron con una intensidad desconocida. El viento y el fuego se enfrentaban en un juego de fuerzas. Cael, por su parte, también comenzó a controlar el viento a su alrededor, utilizando su magia para dispersar las llamas.

Ignis observaba en silencio, evaluando la sincronización de los dos. El fuego, aunque abrasante, parecía ceder ante el poder del viento de Cael y la determinación de Lysiane. El calor ya no era un obstáculo, sino una fuerza que alimentaba su propósito.

Finalmente, Ignis levantó la mano, y el fuego desapareció tan rápidamente como había llegado. El aire se despejó, y el suelo volvió a ser firme bajo sus pies.

—Habéis superado la prueba —dijo Ignis, su voz llena de respeto—. Habéis demostrado que tenéis la fuerza necesaria para comprender los secretos del fuego. El equilibrio se logra cuando cada uno de vosotros respeta y comprende el poder del otro.

Cael y Lysiane se miraron, respirando con dificultad pero con una sensación de logro. Sabían que este era solo el principio, pero habían dado un paso importante en su viaje.



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En el texto hay: fantasia romantica, magia, hadas

Editado: 18.05.2025

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