Wings of Fate

Epílogo: Bajo el Árbol de las Alas

Años después…

El Reino de Liria no era igual, y sin embargo, todo lo esencial permanecía. Las antiguas academias de iniciación seguían en pie, pero ahora, los jóvenes no eran divididos por elementos, sino guiados por su conexión interior. Algunos dominaban un solo poder. Otros, como Lysiane, danzaban entre varios. Pero ninguno era juzgado.

El Árbol de las Alas se había convertido en un santuario. Allí, cada primavera, las hadas dejaban pequeñas plumas con sus deseos atadas a ramas de cristal vivo. El colgante de Lysiane, enterrado allí, se había fusionado con las raíces y ahora brillaba como un corazón luminoso en la tierra.

Los Guardianes, antes una élite rígida, ahora eran conocidos como los Tejedores del Viento y del Tiempo. Cael era uno de los más respetados, no por su poder, sino por su sabiduría. A veces entrenaba. A veces simplemente volaba, dejando estelas de luz para los niños que lo seguían con la mirada.

Y Lysiane…

Ella enseñaba.

No con libros. Ni siquiera con magia.

Enseñaba a escuchar.

A abrazar el caos, a confiar en las emociones, a reconocer que no hay debilidad en sentir demasiado. Era el alma del Reino, aunque nunca se proclamó reina. No necesitaba trono. Solo tenía que estar.

***

Una noche, bajo el cielo moteado de estrellas, Cael y Lysiane se sentaron a la sombra del árbol que ellos mismos habían hecho florecer.

—¿Alguna vez imaginaste esto? —preguntó él, apoyando su cabeza en su regazo.

—No exactamente —sonrió ella, acariciando su cabello—. Pero siempre sentí que el mundo podía ser… distinto. Que podía ser más.

—¿Y lo es?

Ella lo miró, con esos ojos verdes con motas doradas que todavía brillaban como el primer día.

—Sí. Porque tú estás aquí.

Cael se incorporó, tomó su mano y la besó con lentitud.

—Entonces sigamos volando juntos —dijo él—. Aunque no haya más batallas. Aunque todo esté en paz.

—Siempre —susurró ella—. Porque el amor también es una forma de magia. Y la más poderosa.

Se besaron bajo las hojas que brillaban con la luz de todos los elementos. Y aunque no había viento… sus alas se movieron solas.



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En el texto hay: fantasia romantica, magia, hadas

Editado: 18.05.2025

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