07

"Pero, ¿entonces que pasa cuando ya todo ha terminado?, ¿Acaso el podra seguir?, ¿o acaso morirá?"

Su mente recordaba una y otra vez aquella frase, desde que había terminado el libro no podía sacarla de su cabeza. Su teléfono sonó, así que rápidamente se limpio las manos con una servilleta y respondió.

—Hola Adalid —habló Alex al otro lado de la línea.

—Hola Alex.

—¿Como estas?

—Bien, ¿y tú? —ella pregunta y su corazón late con fuerza.

—Bien, Mmm, ¿estas ocupada? —pregunta él.

—Estaba dibujando, ¿pasa algo?

—En absoluto, solo te quería invitar a salir un rato, aun si estas ocupada no pasa nada, lo podemos dejar para otro momento —en su voz hay inseguridad y ella lo nota al instante.

—No te preocupes, si quieres salir, vamos, puedo seguir después —responde ella riendo levemente, al instante la voz del chico tiene seguridad de nuevo.

—Vale, ¿te puedo recoger a las 3:00 p.m.? —él pregunta y ella lo aprueba, al instante la llamada se corta.

Ve el reloj de su teléfono y se da cuenta que faltan un poco de dos horas para que sean las 3:00, así que sigue dando algunos retoques a su dibujo. Se ha englosado tanto en su mundo que no sabe en qué momento todo pasa rápidamente. Su teléfono vuelve a sonar así que lo agarra, viendo un nuevo mensaje.
 

Madre 

Baja, Adalid 
✔✔
 

Vale
 

Ve la hora y nota que son las 2:40 p.m. así que rápidamente se alista y baja a la sala.

—Dime madre —habla ella y su madre le sonríe.

—Una de tus amigas te ha mandado un paquete —responde la mujer dandole una caja.

—Vale, gracias.

Se sienta en el sillón y enciende un cigarro, su corazón late con fuerza al escuchar el timbre, y sabe quién es. Se levanta y abre la puerta dejando ver a Alex.

—Hola Adalid —saluda él sonriendo, ella le devuelve el saludo y se dirige hacia su madre.

—Madre, voy a salir con Alex, llegare para la cena —su madre asiente así que rápidamente se coloca su chaqueta y sale.

—¿Te parece bien si primero vamos a una cafetería y después a una librería? —pregunta él quitando el cigarro de la boca de Adalid.

—Vale —responde ella sintiendo sus mejillas arder, no duran mucho y en el transcurso del camino, una charla natural surge. Pasan por una pequeña librería viendo un tumulto de gente, hasta que ella identifica a alguien familiar exponiendo el tema de su libro, Escorpión, es Jonas.

—¿Pasa algo Adalid? —pregunta Alex viéndole preocupado.

—Oh, nada, sigamos, me he distraído —responde ella.

—El lugar está un poco lleno, pero podemos entrar a comprar algunos libros —ella no esta convencida, seguramente si lo hacen morirá por la emoción, aun así, el la termina convenciendo.

Cuando entran nota que Escorpión es un invitado especial, y todos los fans están recibiendo firmas, sabe que no tiene alguno de sus libros para que él los firme, aun así se aleja y va con Alex a buscar algunos que tiene pendiente, encontrándose con libros como, "la revolución", "Silence", "Amantes de la noche", "El código Da Vinci", y algunos más que han sido sus favoritos desde niña.

Al rededor de una hora Alex la convence de escoger al menos cinco libros o más, ya que él es quien invita, a pesar de que ella niega, solo escoge tres. Cuando van a pagar, Escorpión mira un poco a la chica que esta en la caja, y su corazón late con fuerza, espera que ella no diga nada sobre quién es, así que rápidamente vuelve su atención hacia su libro e ignora el momento. 
—¿Quieres un café? —pregunta él a lo que ella asiente, los dos se sientan en las sillas y piden lo que quieren. —Escorpión volverá a ser invitado especial a una feria de libros esta vez, no queda a más de dos horas de aquí, es en dos semanas, ¿quieres ir?

—En verdad no quiero incomodar Alex, y mucho menos con dinero ya que todo alli es un poco costoso —aclara ella a lo que él niega.

—No me incomoda Alid, yo trabajo y gano buen dinero, si quiero invitarte a salir o llevarte a cosas que te gusten es por que puedo, además, me encanta ver como te emocionas por los libros, no hace mucho me llego uno llamado, "las flores en invierno" —responde él y ríe viendo el gesto impactado de ella. —Ya me lo he terminado, además, quiero que lo firmes, es un libro hermoso —ella solo asiente y su nerviosismo la acorrala. Su pedido llega así que beben en silencio hasta que el vuelve a hablar.

—Sabes Adalid, la personaje de tu libro es tan hermosa como tú, es soñadora, bondadosa y sobre todo perfecta —y con esto ella cree que su corazón va a salir de su pecho gracias a la emoción.

—Gracias —tímidamente agradece y el sonríe terminando su café.

Aquella salida termina bien, y en la tarde vuelve a su casa aun nerviosa por todo. Se acuesta con un remolino de emociones y cuando por fin logra conciliar el sueño sabe que todo saldrá bien.