Wire Madness

Capítulo 11: Las nueve casas del infierno

Después de varias instalaciones, se les acaban los equipos por lo que vuelven a la sucursal. Ellos se desmontan del vehículo y entran al edificio.

—Últimamente, nos hemos enfrentados a puros esbirros en los combates vehiculares contra la facción anti-proyecto. —Dijo Manolo.

—Y quieres más de ahí. —Contesto Isidro.

—No. —Respondió Manolo.

—Entonces, mejor de ahí, se daña. —Contesto Isidro.

—Creo que planean algo grande. —Respondió Manolo.

—Solo estas siendo paranoico, relájate, Manolo y disfruta de la paz. —Contesto Isidro.

—Bueno, si tú lo dices. —Respondió Manolo.

—¡Manolo! —Exclamo Meredith que corre hacia Manolo y lo embiste de frente para caer encima de él.

—¡Meredith! —Exclamo Manolo mientras sus pechos son restregados en la cara.

—Si, que quieres mi amor. —Contesto Meredith.

—Quítate de encima. —Respondió Manolo.

—Está bien. —Contesto Meredith que lo incorpora y añadió. —Quieres comer conmigo, es la hora de la comida.

—Yo no como comida de aquí, ustedes tienen una alimentación... un tanto diferente. —Respondió Manolo.

—No te preocupes, te prepare comida humana. —Contesto Meredith.

—En serio. —Respondió Manolo que mira a su lado el fantasma de esposa a su lado.

—Si, lo hice con todo mi amor y cariño. —Contesto Meredith.

—Como sabias que iba a venir. —Respondió Manolo.

—Magia, Sherlock. —Contesto Meredith.

—Si, lo olvide, pero no tiene trampa, si tiene algo raro... —Respondió Manolo.

—No tiene nada raro. —Contesto Meredith.

—Seguro. —Respondió Manolo que la mira de forma intimidante.

—Si, seguro. —Contesto Meredith que lo mira de forma ingenua e inocente.

—Está bien, confiare en ti si tú lo dices. —Respondió Manolo.

—¡Que bien! —Exclamo Meredith que salta de alegría, toma de la mano a Manolo para llevárselo al comedor. Ella se lo lleva a la mesa donde se van a sentar, va a buscar su comida y la de Manolo. Cuando ella lo busca, en ese momento, se sientan Malcolm Moon, Camilion, Sonya, Hope y Isidro. Ellos conversan hasta que llega Meredith que se sienta al lado de él.

—Te lo prepare como si fuera un bento, una comida japonesa como a ti te gusta las cosas japonesas. —Dijo Meredith.

—Bueno, es uno de mis gustos, pero yo nunca te dije eso. —Contesto Manolo.

—Ludovico, me lo dijo cuando hable con él. —Respondió Meredith que toma con los palillos una albóndiga y añadió. — Ahora di ¡ah!

En ese momento, tuvo una premonición de lo que iba a pasar si se comía eso.

—Creo que no tengo hambre. Mejor paso. —Dijo Manolo de forma temerosa.

—Como que pasas, lo hice para ti. —Contesto Meredith que insiste.

—No en serio, mejor paso. —Respondió Manolo, pero ella trata de dárselo a la fuerza.

—Albóndiga...umm...delicioso. —Contesto Ludovico que le roba la albóndiga.

—Maldito, eso era para mi amado Manolo. —Exclamo Meredith que toma otra albóndiga y Ludovico vuelve y se la roba.

—Es carne humana molida, ¿cierto? —Respondió Ludovico.

—¡Carne humana molida! —Exclamo Manolo.

—Era una sorpresa, maldito. —Exclamo Meredith que hace una cantaleta.

—¡Tu! me querías chantajear comiendo carne humana. —Señalo Manolo a Meredith.

—¡Yo! ¡chantajear! solo quiera hacerte una broma. —Respondió Meredith.

—Una broma fatal. Gracias Ludovico por salvarme por esta vez. —Contesto Manolo.

—A la orden, Manolo, tú sabes que estamos aquí para servirte. —Respondió Ludovico.

—¿Tu comes carne humana, Ludovico? —Contesto Isidro que se le intrigo.

—Si, fue un mal día, cuando se me olvido traer comida de mi mundo y comí comida de este mundo por necesidad que debo admitirlo, es muy buena pese a que es insectos, humanos, bestias, entre otras cosas. —Respondió Ludovico.

—Si, tú lo dices, al menos le salvaste el trasero a Manolo, eso es bueno, aunque es cuestionable tus gustos alimenticios, espero que no hayas hecho nada raro en nuestro mundo. —Contesto Isidro.

—Ni que fuera Hannibal Lecter. —Respondió Ludovico.

—Ya deja de cuestionar a mi salvador, que lo voy a invitar a comer pizza cuando estemos libre. Aunque eso lo de comer carne humana es muy turbio. —Contesto Manolo.

—Y ustedes como comen, si es muy difícil encontrar comida humana en la dimensión oscura. —Dijo Hope.

—Hay restaurantes que sirven comida humana, aunque son muy cara por lo que vamos a la casa de Sonya para comer comida humana o usamos portales para ir a la tierra. —Explico Isidro.

—Ósea, que ustedes se salen del trabajo para comprar comida. —Respondió Malcolm.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.