Witchcraft

Capítulo 04

Ella quiere vengarse.

Baltimore, 2004.

Bonnie y Thammy Adams eran unas niñas de siete y seis años respectivamente, era una calurosa tarde de verano cuando jugaban en la piscina de la localidad, su madre platicaba con su amiga del vecindario Rachel quien también había llevado a su hijo Michael, un niño molesto y brabucón que disfrutaba de acosar a las pequeñas hermanas las observaba divirtiéndose a la orilla de la alberca, Thammy jugaba con su muñeca Sally, era su juguete preferido, Michael se acercó a la pequeña pelirroja. - ¿Qué es lo que haces tonta Adams? – Thammy guardó a la muñeca en su regazo. - ¡Déjame en paz Michael! Quiero jugar sola. – Pero el chiquillo era terco y testarudo. - ¡Dame la muñeca, la voy a tirar a la basura! – Y en un descuido de la pequeña se la arrebato de entre las manos, corriendo al otro lado de la alberca, justo a esa altura se encontraba la hermana mayor de la pequeña que ahora lloraba, Bonnie se dio cuenta y cuando el niño se acercó ella lo jalo para quitarle la muñeca. - ¡Deja en paz a mi hermana! - Ambos niños forcejeaban cuando finalmente Bonnie se la quedó, pero el niño se resbalo golpeándose en la nuca con el borde de la alberca. Rachel, la madre del pequeño rubio se levantó de la mesa y se hizo presente gritando desesperada, la sangre que brotaba de la cabeza del infante se perdía en el agua.  Thammy se levantó de la orilla de la alberca cuando alguien toco su hombro, era el espíritu del pequeño que le pedía ayuda impaciente. - ¿Puedes verme? No quiero estar aquí, quiero ver a mi mami, tengo miedo. – La niña noto la angustia en su rostro. –No te preocupes, pero debes prometer que ya no vas a molestarme. – El espíritu del chiquillo estaba radiante de alegría. - ¡Te lo prometo! – Thammy camino a la otra orilla de la alberca, el agua le escurría por las piernas, la señora estaba bastante afligida, tenía al niño entre sus brazos y lloraba sin remedio. - ¡Déjeme ayudarlo! Aún no es tiempo de que se vaya, necesito tocarlo. – La mujer no comprendía, pero sin saber porque le permitió a la niña que se acercara al cuerpo de su hijo, Thammy coloco sus dos manos en la cabeza de Michael, cerró los ojos y respiraba lenta y profundamente, luego de un par de segundos de angustia el niño comenzó a toser y el agua broto de su boca, entreabriendo los ojos buscaba a su madre. - ¿Mami? - Preguntó. Rachel lo puso de nuevo entre sus brazos. –Aquí estoy Michael ¿Eres un ángel? ¿Cómo es que lo hiciste? – Preguntaba la mujer a la criatura pelirroja, Rachel segundos atrás juraría que aquel niño estaba muerto. Joan, la madre de las niñas se acercó a toda prisa para llevárselas, tomo de un brazo a cada una e intento irse cuando Rachel la detuvo. - ¡Joan! Tu hija es un ángel, hizo un milagro, esto lo tiene que saber todo el mundo. - repetía una y otra vez. Joan Adams soltó una risita y miro a su hija mayor. - ¡Bonnie! Corazón, por favor haz lo tuyo para irnos. – Bonnie asintió con la cabeza sabiendo a lo que se refería su madre, toco el hombro de Rachel y el brazo de Michael y los miro fijamente a los ojos diciendo. –“memoriae restaurata”- A partir de ese momento el suceso desaparecería de los recuerdos de madre e hijo, permitiéndole a Joan Adams despedirse y llevarse a sus dos hijas.

Burkittsville, Actualidad.

Erick, Patrick y Devon estaban en casa de Geraldine hablando de lo ocurrido. - ¿Creen que nos descubran? – Preguntaba Patrick.

Geraldine ponía los ojos en blanco en señal de desagrado. - ¡No digas tonterías! Ya han pasado dos semanas y ni la policía ni nadie la ha buscado, además nadie sabe que fueron ustedes los que la asesinaron, eso se busca por ir a una fiesta donde nadie era su amigo. –

Erick daba un trago a su cerveza. – Creo que Geraldine tiene razón, pero no te limpies las manos, tú también participaste en esto. –

Devon dio un golpe en la mesa. – Nadie pidió tu opinión Erick, quien toma las decisiones aquí soy yo, y por tu propio bien no creo que quieras involucrar a Geraldine, ninguno de ustedes dirá nada a la policía, y si vienen a preguntar aquí o a la casa de alguno de ustedes lo único que sabemos es que se fue repentinamente del bar y nadie más volvió a saber de ella. Fin de la discusión. –

Erick aplastó la lata de cerveza. - ¡Nos vemos después! Iré a entrenar un poco al gimnasio. –

Patrick también se levantó de la mesa luego de que Devon le lanzará una mirada retadora.    – Yo también ya debo irme, tengo que ir a casa por si mi mamá ocupa que cuide a mi hermana, hoy le toca doblar el turno de la tarde. –

Geraldine beso a Devon y lo jaló para que la acompañara a su habitación. En la entrada de la casa Patrick discutía con Erick. - ¿Crees que estemos a salvo? ¿Crees que la policía se dé cuenta que fuimos nosotros? –



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En el texto hay: mitologia griega, brujas de salem, brujas y demonios

Editado: 12.11.2019

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