Witchcraft

Capítulo 09 -Penúltimo

Los espíritus en el mundo material

Nueva Orleans, 1825 Noche de todos los santos.

Tituba, Sarah Osborne y Sarah Good recorrían el cementerio a unos cuantos pasos detrás de Elly, la joven con un largo vestido azul caminaba hacia un lugar al fondo, detrás de grandes robles viejos. –¿Por qué viajamos hasta este lugar? – Preguntaba Sarah Good – Ni siquiera viajamos, solo estamos aquí de forma astral. – Contestaba Sarah Osborne. Elly se detuvo y las otras tres brujas hicieron lo mismo. Al llegar detrás de los arboles había un gran circulo formado de piedras blancas, algunas mujeres con ropas antiguas terminaban de cerrarlo colocando las ultimas rocas, otras ponían sal y un poco de agua. Elly las desconcentro. – Pero miren nada más, parece que se nos han adelantado. ¿Cómo sabrían que vendríamos? – les preguntó a las mujeres dentro del círculo, Margaret Jones se acercó a la orilla para quedar frente a la joven y levantando un par de dedos frente al círculo encendió un fuego azul y brillante que hizo retroceder a las cuatro mujeres que permanecían afuera. - ¡No eres bienvenida aquí Elly Kedward! Luego de que nos entregaste, a todas nosotras a los cazadores de brujas ¿Esperas que nos unamos a ti? Hemos resguardado nuestros huesos bajo este círculo, impenetrable. – La joven castaña se cruzó de brazos. – Jamás creí que fueran tan rencorosas, al menos alguna de ustedes se nos unirá si sabe cuál es el camino correcto, ¿Alice Kyteler? ¿Por qué no vienes con nosotras? Después de ganar la guerra podrás volver a Irlanda a seguir sacrificando progenitores. - Pero la mujer de cabello rojo permaneció callada. - ¿Qué hay de ti Agnes? Tu herbolaría y tus polvos mágicos me serían muy útiles, ya casi te he perdonado que asesinaras a la mitad de mis cazadores soplando tu urna maldita. – Madame Blavatsky que estaba también dentro del circulo la detuvo. - ¡Nadie de nosotras queremos nada que tenga que ver contigo! Eres un asco de bruja, siempre lo fuiste. – Elly enfureció y levanto las manos en el aire haciendo que el fuego formara un gran remolino. - ¡Tú eres la menos indicada para decir eso! Son unas malagradecidas, yo las salve, a todas ustedes cuando me necesitaron, siempre estuve para ayudarlas y decían serme fiel, me prometieron lealtad y ¿Cómo me pagaron? Me traicionaron, conspiraban a mis espaldas, en busca de la niña de la profecía para unírsele, son una desgracia para el mundo de la brujería, yo las maldigo aún dentro de su círculo sagrado, y sé que al momento del juicio final del que yo formare parte me encargare de que cada una de ustedes dejen de existir para siempre, ni el mismo infierno les espera, claro que no, se irán a la nada, las nueve. – El sol comenzó a salir al alba y las cuatro brujas desaparecieron, las otras nueve que se resguardaban se tomaron de las manos y una a una se volvieron polvo que se llevó el viento, cada una de ellas había sido sacrificada en la hoguera o en la horca por los cazadores de brujas, Elly había descubierto con ayuda de Tituba que planeaban huir y dejar el aquelarre, todo con la idea de enmendar las cosas y ser brujas que ayudaran a los demás, pero Elly fue más lista y las puso una maldición, estaban atrapadas en el cementerio de Nueva Orleans, desterradas del resto de brujas, pero aun así Elly sabía que la batalla final sería peligrosa, y entre más aliadas tuviera de su lado sería mejor, cada año en la noche de todos los santos la bruja castaña acudía al cementerio esperando convencerlas de unirse a su sequito, sin embargo, siempre se negaban a seguirle.

Burkittsville, Actualidad.

Las cuatro estábamos en la habitación, Thammy encendía incienso y lo esparcía por todo el cuarto una y otra vez, Scarlett acomodaba velas en el buró y a las faldas de la cama, yo no dejaba de caminar en círculos por el lugar. - ¡Insisto en que debería de ir yo! Es muy riesgoso, además esta pelea es conmigo, no es justo que Bonnie se ponga en peligro. – La mayor de las Adams se acomodaba en la cama recogiéndose el cabello. – Eso es lo que Elly espera, que, seas tú la que vaya, si te dejamos aparecerte por ahí y ser descubierta podría matarte con solo tronar los dedos, además ¿Cuál es la finalidad de tener el poder de la proyección astral si no la utilizo a nuestro favor? – Decía la joven recostándose sobre el colchón. Thammy la miro con detenimiento. - ¿Lista? – Le preguntó a su hermana, está asentía con la cabeza, las otras tres nos colocamos alrededor de la cama poniendo las manos sobre Bonnie. Ligera como pluma, tiesa como tabla, ligera como pluma, tiesa como tabla, ligera como pluma, tiesa como tabla, transcenderet hostis iter excipe, transcenderet hostis iter excipe… En la alcaldía la joven bruja se dirigía a sus súbditos. – Estimados miembros de nuestro clan, líderes del poder, el momento que tanto esperamos por fin ha llegado. – Elly se levantó de su silla y camino alrededor de la mesa. – Durante décadas, sus familias se han dedicado en acabar con la vida de miles de brujas, juntos hemos hecho desaparecer linajes enteros de mujeres y hechiceros capaces de acabar con nuestro poder, pero hoy, finalmente estamos aquí reunidos para que todo eso termine de una vez por todas, con la muerte de Meredith Johnson lograremos revertir los daños hechos a todos nuestros hermanos, a todos aquellos que han sido fieles a mí, queridos amigos, llego el momento de la batalla final. – Al decir estas palabras apoyo sus manos sobre la mesa, todos los acompañantes se regocijaban de gusto y los murmullos de aquellos que me creían muerta invadieron la habitación. Elly frunció el ceño y controlo sus mentes para que todos callaran y la miraran con atención. –Esta noche, es la noche de todos los santos, o lo que muchos llaman “Halloween”, como todos saben esta noche es especial, pues los niños andan fuera de sus casas y son vulnerables a cualquier situación, hoy no quiero que terminen con la vida de esa maldita rubia, de ella me encargare yo, su misión es terminar con la vida de todos los niños de la ciudad, los necesito para mis planes, así juntos formaremos un ejército capaz de acabar con el pueblo y con el mundo. – Elly se apoyó nuevamente en la mesa y bajo la mirada al ver en el reflejo noto a una intrusa que colgaba del techo, cuando levanto la mirada se dio cuenta de que no había nadie, en la casa infernal, en la habitación Thammy y Scarlett vigilaban a Bonnie quien se movía de vez en cuando como si tratara de volver, yo estaba al pie de la cama dando vueltas de un lado a otro, entonces un suspiro invadió el cuarto, era Bonnie que había regresado a su cuerpo, Thammy la ayudo a incorporarse en la cama, la joven jadeaba nerviosa, Scarlett le tomaba la otra mano y le sobaba la espalda esperando que se tranquilizara. - ¡Está preparando su ejército! Va a matar a todos los niños esta noche, se aproxima una gran pelea. – Decía la joven sentada sobre el colchón, las tres me voltearon a ver nerviosas, yo me mordía las uñas, no sabía qué hacer. - ¡Tranquilas! Sabíamos que esto pasaría, ella ha esperado toda su vida por este momento, pero no podemos dejarla ganar, no solo la gente de este pueblo corre peligro, la humanidad en general está expuesta, debemos descubrir una forma de ganar tiempo, que no nos tome por sorpresa, creo que… - No pude terminar de hablar, una fuerza externa invadió mi cuerpo, sentí que perdería el conocimiento, entonces llego a mi mente una imagen, era Elly en el cementerio, rodeada de cuerpos embalsamados, que la seguían lentamente, caminando hacia la ciudad, la cual yacía en llamas, Scarlett me acercó a una silla, me senté y pude sentirme un poco más estable. – No quiere a los niños para ella, planea revivir a sus súbditos con sus almas, necesitamos buscar alternativas para resguardarlos a todos. – Thammy desconcertada tuvo una idea. – Creo que podemos hacer lo mismo, buscar ayuda de los muertos, solo que no sé cómo, pero creo saber quién puede ayudarnos. – Sin pensarlo dos veces las cuatro nos cubrimos bajo un hechizo de protección y tomamos un vuelo hasta el viejo cementerio de Nueva Orleans, era un lugar lleno de tumbas antiguas y muy solitario, Thammy caminaba sin decir nada y nosotras tres la seguíamos, luego de un rato se detuvo frente a una tumba llena de cruces y obsequios, puso sus manos sobre la tumba y cerró los ojos, todo se volvió oscuro y una voz detrás de nosotras nos puso los pelos de puntas. - ¿Para qué me has llamado? - Preguntaba la joven mujer de tez negra, llevaba un vestido largo y purpura con encajes negros, tenía un peinado antiguo y llevaba un cinturón con pequeños sacos amarrados a la cintura, Thammy se puso de pie y camino frente a ella. – Chicas, ella es Marie Laveau segunda, hija de la reina vudú, y enemiga de Elly Kedward. – Las tres permanecíamos en silencio mientras la mujer de descendencia africana nos observaba con indiferencia. - ¿Qué hacen aquí? – Luego me miro y camino hacia mi sorprendida. - ¡Tu! ¡Has visto a mi madre! ¿Cierto? ¿Cómo está? Siempre quise volver a estar con ella. – Nosotras no lográbamos comprender lo que pasaba, Thammy fue la que se dirigió a ella. – No queremos molestarte, es solo que estamos frente a una situación un tanto difícil. – Marie Laveau II la miro a los ojos. – Lo sé, esa bruja desalmada quiere acabar con ustedes también. – Yo me anime a hacerle una pregunta. – Está pensando revivir a sus antiguos fieles aliados ¿Cómo es eso posible? – La mujer se puso las manos a la cintura y sonrió. – En la noche de los fieles difuntos, los muertos caminan en la tierra de los vivos, eso puede serles útil, quizá es un arma de doble filo pero si investigan bien, las respuestas estarán frente a sus narices, bajo esta misma tierra, donde el sol sale cada mañana, yacen los restos de nueve mujeres que han esperado ansiosas por este día, llámenlas, ellas como yo estarán dispuestas a estar de su lado, y tu joven rubia, prométeme que cuando todo esto termine me ayudaras a ver a mi madre, por lo menos una última vez.- Yo me quede quieta y con seguridad le respondí. - ¡Te lo prometo! – y así sin más, la mujer desapareció ante nuestros ojos, luego de unos segundos las cuatro emprendimos marcha hacia la zona este del cementerio, luego de correr unos minutos llegamos detrás de unos grandes árboles, era un gran terreno sin tumbas, solo había tierra y nada más, Thammy dio unos cuantos pasos frente de nosotras y al tratar de cruzar una fuerza extraña e invisible la empujo hacia atrás, Bonnie la alcanzó a detener antes de que cayera contra el suelo. - ¡Es un fuerte hechizo de protección! – Nos dijo la chica pelirroja. - ¿Podemos revertirlo? No será difícil, como lo hicimos con la casa infernal. – le pregunte. – No se trata de revertirlo, tenemos que eliminarlo para poder cruzar, debo advertirles que no es cosa sencilla, lo que hicimos en la casa infernal fue algo completamente diferente solo hicimos que la maldad abandonara la casa, este hechizo no permite que ninguna bruja independientemente de su origen pueda atravesarlo. – Scarlett saco un libro de su bolsa. – Bien, no hay tiempo que perder. – Le cedió el libro a Thammy quien nos dio instrucciones. - ¡De acuerdo! Pase lo que pase no se muevan de su lugar, escuchen lo que escuchen, sientan lo que sientan quédense quietas, es importante terminar el ritual o todo el maleficio se revertirá hacia nosotras. – Formamos un pentagrama en el suelo con piedras del cementerio, en medio colocamos un tazón que Bonnie tenía guardado en su mochila, coloque mis manos alrededor del mismo y agua comenzó a aparecer dentro de él, Thammy sacó un manojo de ruda y deposito algunas ramas dentro del tazón, en el mismo depositamos bicarbonato de sodio, tomamos un puro al que partimos a la mitad antes de echarlo al agua Scarlett lo encendió, luego agregamos un poco de sal y cubrimos el tazón con aluminio, colocamos velas alrededor del pentagrama cada una nos pusimos de pie frente a cada uno de los puntos cardinales del pentagrama y recitamos el hechizo: covina ultimum, summum et incantatores, et arúspices, auferetur universa auxilium quaerit, ut possit quod non solum ones transire. Una sombra oscura se cruzó por detrás cerca de nosotras, un fuerte viento agitaba. – No se detengan, tenemos que terminar. – Nos dijo Thammy. covina ultimum, summum et incantatores, et arúspices, auferetur universa auxilium quaerit, ut possit quod non solum ones transire. Del suelo brotaron alimañas y un fango espeso cubría nuestros pies. - ¡Mas fuerte chicas! – Les dije, luego de repetir una vez más las palabras el suelo se partió, el viento se detuvo y tanto el fango como las alimañas desaparecieron, un fuerte humo brotó del tazón, todas tomamos un puñado del polvo que se había hecho y lo soplamos hacia el terreno, una leve neblina cubrió el lugar inmediatamente, las cuatro nos apresuramos a entrar dentro del territorio antes protegido. – Tomen un poco de tierra y vámonos de aquí. – Dijo Thammy, y así lo hicimos, luego nos dirigimos a la casa infernal donde formamos un circulo de velas en el suelo, alrededor formamos el abecedario para cerrar el círculo, dos copas llenas de vino blanco y un reloj de arena, las cuatro nos sentamos dentro y en una olla de barro colocamos la tierra, una a una pusimos gotas de nuestra sangre y cabellos luego repetimos los nombres de las mujeres que buscábamos invocar: Agnes Sampson, Alice Kyteler, Merga Bien,  Isobel Gowdie,  Madame Blavatsky, Joan Wytte, Margaret Jones, Elisabeth Sawyer, Madre Shipton, nosotras las invocamos y conjuramos, estando armadas del poder por la majestad de la supremacía, les ordenamos enérgicamente por los príncipes más poderosos, genios y ministros, jefes del trono de apología en la novena legión que se hagan presentes, acaten nuestros mandatos y cúmplanlos permaneciendo hasta el final sin ambigüedades, mostrate spiritus, mostrate spiritus, iubes me, iubes me, iubes me. La tierra se cimbro y las velas del círculo se apagaron, un humo invadió la habitación por lo que tuvimos que ponernos de pie y tosiendo tratando de no ahogarnos fue cuando las vimos, a las nueve mujeres de pie frente a nosotras, una mujer robusta fue la primera en caminar hacia mí. – Mi nombre es Joan Wytte, y creó que hablo por todas cuando te digo que estamos aquí para ayudar. – La mujer me abrazó y las demás se nos acercaron para hacer lo mismo. – Lo primero que tienen que hacer… - Continúo hablando y dándonos las instrucciones de cómo prepararnos para el momento indicado, la noche estaba por caer y así como nosotras tomábamos medidas preventivas, Elly y los cazadores hacían lo mismo, ellos tanto hombres como mujeres se armaban con herramientas de jardinería, antorchas, escopetas, todo lo necesario para exterminar a los niños del pueblo, las cuatro nos pusimos vestidos negros y largos para perdernos en la oscuridad de la noche, en las calles los niños caminaban entre las casas con sus disfraces pidiendo dulces de puerta en puerta, antes de abandonar la casa infernal nos colocamos frente a un caldero e hicimos un último ritual, pusimos a hervir todo bajo la chimenea para que el vapor saliera hacia el exterior e invadiera el pueblo, todos los cazadores se dirigían por la carretera hacia la ciudad, cuando de pronto y sorpresivamente todos los niños aparecieron frente a ellos, un hombre de entre la turba estaba por dispararles cuando otro le dijo que no era el momento adecuado para atacar, los niños luego de reaccionar que estaban en peligro corrían gritando hacia la alcaldía para resguardarse, los cazadores les seguían el paso casi pisándoles los talones, pero todo era parte del plan, Bonnie que permanecía escondida entre los arbustos junto a Scarlett había creado una visión ficticia para que los cazadores se reunieran todos juntos en un mismo lugar y así más fácilmente acabar con ellos, al otro lado de la carretera Thammy y yo hacíamos que los niños nos siguieran bajo un hechizo en el que caminaban dormidos, cruzamos el bosque siempre supervisando que nadie nos siguiera el paso, en la alcaldía Bonnie y Scarlett encerraron a los cazadores y la primera seguía creando visiones para ellos para retenerlos y que no intentaran escapar, por nuestra parte cuando llegamos a la orilla del lago me agache y puse mis manos sobre el agua e inmediatamente esta comenzó a volverse hielo, de este modo sería más sencillo que todos los niños pasaran, una vez dentro de la cabaña infernal los sumergimos en un sueño profundo para que sus almas estuvieran fuera de sus cuerpos y nos sirvieran en auxilio, Thammy puso bajo un fuerte hechizo la entrada de la casa, al tiempo que una gran luminiscencia en tonos purpuras se elevó alrededor del lago hasta volverse imperceptible ante el ojo humano, las dos nos transportamos a la alcaldía donde Bonnie y Scarlett ya estaban listas para comenzar. Al mismo tiempo en el cementerio entraba a la fuerza Elly Kedward dispuesta a formar su ejército de zombis, todas las brujas y hechiceros que alguna vez habían sido sus aliados estaban por levantarse de entre las tumbas, poco a poco muchas manos comenzaron a abrirse camino de entre la tierra, y se arrastraban hasta el exterior, listos para buscar a sus víctimas, en la alcaldía nosotras desde fuera comenzamos a trabajar con nuestra misión de atrapar a los cazadores, la luz dentro del lugar se apagó, e iniciamos nuestro ataque, primero encendimos música para desconcertarlos, poco a poco las visiones de los niños fueron desapareciendo y esfumándose en el aire, usando la telequinesis apreté fuerte los puños y todos los cristales se reventaron en miles de pedazos, algunos incluso habían atravesado a algunas de nuestras víctimas, los otros cayeron al suelo para protegerse, corrían de un lado para otro, tome sus armas y los empecé a atacar, Scarlett desato el fuego en ciertas áreas de la alcaldía, desde fuera se podían escuchar los gritos despavoridos de todos aquellos hombres y mujeres, había una habitación con muchas botellas de licor así que las hice explotar para que el fuego avanzara más rápidamente, las llamas consumían a los que intentaban escapar por las ventanas vacías, objetos volaban en el aire y se estrellaban con algunos de los otros sobrevivientes acabando con sus vidas, a unos cuantos kilómetros cerca de donde nos encontrábamos los zombis de Elly perseguían a las personas que corrían por las calles, los asesinaban y aspiraban su vitalidad, de tal modo que recobraban sus fuerzas y cada vez parecían más humanos, otros tantos irrumpían en las casas para tomar a sus presas, la joven bruja castaña estaba forzando con la mente todos los hidrantes contra incendio a su paso, derramando el agua y haciendo que poco a poco el pueblo se quedara sin maneras de apagar el fuego que estaba por llegar, minutos después habíamos logrado que la alcaldía estuviera en llamas por completo y nos separamos según los puntos cardinales alrededor de las oficinas, levantamos las manos en el aire y recitamos nuestro conjuro: perpetua vita, persecessus vitam, et vita renascitur ex cineribus. Pero unos gritos llamaron nuestra atención, así que nos unimos para contemplar aquella escena de horror y muerte.



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En el texto hay: mitologia griega, brujas de salem, brujas y demonios

Editado: 12.11.2019

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