Suena el pitido que da el final al partido. Al final quedaron 1 – 3. Si se lo preguntaban, ganó el equipo de Austin.
Jason no pudo meter ni un solo gol, mientras tanto Austin metió dos de los correspondidos de su equipo. Y cada vez que metía uno, no sé si era idea mía, pero se volteaba donde estábamos Victoria y yo.
Bueno, creo que al final de cuentas Jason no pudo ni dedicarme un solo gol.
Los chicos salen del campo y caminan hacia nosotras. Claramente están decepcionados del resultado que obtuvieron en el partido de hoy.
- Hey, jugaron muy bien. Quiten esas caras – les dice Victoria acercándose a ellos.
- Si, jugamos bien, pero no ganamos – le dice Adam con una mueca en el rostro.
- Oye, la victoria no lo es todo en esta vida – contesta Vicky antes de darle un beso a su novio –. Bueno chicos, ahora sí, vamos a la casa de Adam a quitar este estrés.
Jason se acerca a mí y yo le dedico una sonrisa tímida. Entrelaza su mano con la mía y nos ponemos a caminar hacia su carro.
Jason se sube al asiento del piloto y yo al lado de él. Busca algo en los pequeños cajones que tiene a un lado mientras yo me pongo el cinturón de seguridad.
Al terminar paso mi vista por todo el automóvil hasta llegar a el retrovisor. Veo parado a Austin que está recargado en una Jeep de color gris. No puedo evitarlo, mi pulso se acelera.
En ese momento me doy el privilegio de lo que no pude hacer antes. Analizarlo.
Va vestido con su uniforme de color blanco y negro. Su cabello castaño está desordenado, pareciera que se estuvo pasando la mano demasiadas veces. Pequeñas gotas de sudor ruedan por su frente y sus mejillas están sonrojadas debido a que acaba de correr. Su mirada está enfocada en el suelo, luce como si estuviera ajeno y desesperado.
Antes de que se dé cuenta de que lo estoy observando decido posar mi vista en la ventana, para disimular al menos un poco.
Escucho el motor del carro encenderse y miro a Jason.
- ¿Lista? – me pregunta viéndome.
- Lista – le contesto con una sonrisa. Jason me sonríe de igual forma y sale del estacionamiento.
Cuando Jason aparca en la casa de Adam y apaga el auto, bajamos para poder entrar en la casa. Jason toma mi mano y avanzamos hacia la entrada.
Victoria nos abre con una gran sonrisa y nos invita a pasar. En la sala a las únicas personas que puedo reconocer son: Jordan, Kayla, Victoria y Adam que están sentados en los sillones. Nos acercamos para saludarlos y me siento al lado de Kayla para conversar un rato con ella.
Jason se va a buscar un par de cervezas a la cocina.
Kayla me cuenta de su nuevo romance y no puedo evitar sorprenderme, pensé que seguía con Landon.
- Bueno, pues lo conocí en una fiesta, me regó su refresco ¿puedes creerlo? – asiento con mi ceño fruncido. Eso suena tan cliché que se me hace casi imposible contener las ganas de reír.
- ¿Qué paso con Landon? – pregunto en tono sutil.
- Oh, bueno pues no funcionó. Cosas que pasan – me contesta encogiéndose de hombros.
Creo que puedo entenderlo. Landon era un buen chico, pero a veces las cosas no se dan por mas que lo deseas. Si es para ti, en algún momento regresara, y si no lo es hay que agradecer porque sucedió.
Jason sale de la cocina con Adam al lado. Llega hasta mí y me ofrece la cerveza que está en su mano derecha. Yo la acepto, mientras toma asiento a mi lado. Pasa un brazo por encima de mis hombros y me acerca más hacia él, por último, deja un beso en mi coronilla.
Por otro lado, Adam toma asiento en un sillón individual y Victoria se sienta en sus piernas.
Y así pasamos un rato agradable, como siempre que hay partido. No importa si ganan o pierdan, Adam siempre termina juntando a todos en su casa. No son fiestas en sí. Si no que son reuniones, nada más. Siempre es tranquilo y cómodo estar con ellos.
No tocamos el tema del partido, sé que ellos realmente querían ganar este. Ya que si lo hacían pasaban a la final.
Cuando dieron las once, Adam y Victoria simplemente desaparecieron. No tengo ninguna idea concreta de a donde pudieron haber ido.
Estuvimos con Kayla y Jordan un rato más. Platicando sobre el inicio del nuevo semestre. Nos falta unos años para graduarnos y entrar a la universidad, pero ya sentimos el peso encima.
- Hey – susurra Jason en mi oído y yo volteo a verlo -. Es hora de retirarnos. Tu mamá se va a preocupar – me dice. Yo asiento mientras me levanto.
Me dirijo hacia donde está Jordan y me despido de él.
- Díganle adiós a Vicky y a Adam de nuestra parte – le digo a Jordan mientras lo abrazo.
Me separo de él y procedo a despedirme de Kayla y la envuelvo en un fuerte abrazo. Espero a que Jason se despida de ellos y cuando termina caminamos hacia la puerta.
Nos subimos a su carro para poder dirigirnos a mi casa.
El camino a casa es silencioso y tranquilo, pero no incómodo. Pasan alrededor de diez minutos cuando veo que esta entrando a la residencia.