El Gordo Del Director

Ese olor a hombres lobo cada vez se intensificó aún más como si se acercara y antes de poder comentarlo la voz de Megan llega a mis oídos.

—Son ellos— las tres volteamos a ver encontrándonos a unos galanes de revista entrando en el instituto en cámara lenta, o al menos así los veo yo.

Tres galanes que al parecer deben ser hermanos pues se parecen demasiado, cabello café ojos claros que no logro distinguir el color de lejos y no hace falta decir que tienen cuerpos que están para comérselos.

Caminan en cámara lenta según mis ojos y su aire de chicos malos atrae la atención de todos alrededor. Parecen dioses griegos ¿De dónde salen estos? Porque si hay una fábrica quiero dos para llevar.

Estaba tan perdida en lo increíblemente guapos que se ven no más a lo lejos, por desgracia mi hermana me interrumpe del lindo sueño.

—Despierta— pasa su mano enfrente de mis ojos interfiriendo la buena vista.

—¿Qué pasa? — dije volteándola a ver, la miró mal al ver saliendo de mi transe y veo que se encuentra riendo.

—Se te va a caer la baba por esos chicos— su evidente tono de burla solo me irrita más.

—¡Tonterías! — dije y ella soltó una risita.

— Tracy enciende esa nariz de mujer lobo por favor— le supliqué ella obedeció, su expresión cambio a una más seria al percatar lo que yo.

—¿Serán?

Hombres lobo termine su pregunta en mi mente.

Ambas volteamos a verlos intrigadas.

—No estoy segura.

Ellos desaparecieron en uno de los pasillos y justo en el momento toca la campana.

Íbamos camino al salón, pero el gordo del director nos detuvo con los nuevos detrás de él.

—Disculpen jovencitas necesito que me hagan un favor— su acento británico me irritada tanto que no puedo evitar mirarlo mal. Tracy al notar que no iba a contestar ella lo hizo.

—¿Sí que necesita señor director? — dice con la cara de niña dulce que todos se creen menos yo.

— Podrían hacerme el favor de guiar a estos jóvenes a sus respectivos salones durante todo el día— pude ver a los tres detrás de él.

—¿Que recibo a cambio?— pregunte y Tracy me golpeo el hombro en consecuencia, pero la ignore el director dio un suspiro de cansancio hacia mí.

Yo igual sigo cansada de usted pero ¿Que cree? En la vida hay muchas desilusiones

Mordí mi labio evitando decir mis pensamientos y meterme en problemas.

— Puntos extra y olvido el ... incidente— no dude dos veces y tome al primer chico que se me atravesó tomándolo por la camisa para que me siguiera el paso.

—Oye fiera suéltame— lo solté con brusquedad causando que se tambaleara.

—Muéstrame tu horario— le pedí y me percaté que sus ojos son verdes esmeraldas.

—Se dice hola ¿Cómo estás? — muy sarcástico el chico.

—Hola ¿Cómo estás? dame tu horario— le dije alzando mi mano para que me diera su horario, el saco su horario con una pequeña sonrisa en su cara y me lo entregó para luego volver a abrir su boca.

—Bien ¿Tú?

Solo pude rodar los ojos de lo ingenuo que es y seguí leyendo el horario. Volteo a ver a Tracy que apenas venía llegando con los otros dos.

—¿Porqué tardaron tanto? — pregunte devolviéndole el horario al chico sarcástico.