Decidimos levantarnos y caminar tranquilamente de regreso mientras conversábamos.
—¿Entonces ese día Jacob solo intentaba convencerte que en realidad yo era tu mate?
—Aja
—¿Y tú decidiste reaccionar furioso y negarlo? — pregunto ofendida.
—¡Tenía miedo!
—¿De qué? — el agacha la mirada.
—...Que me rechazaras y la verdad no lo soportaría.
Al escucharlo deje de caminar y el al notar que ya no estaba a su lado se detuvo y me volteo a ver confundido.
—...Ethan...si a mí—lágrimas comenzaron a cristalizar mis ojos—... si hubiera sospechado que eras mi mate lo primero que hubiera hecho sería correr a ti y- — el ni siquiera esperó a que terminara de hablar y a pasos rápidos camino hacia a mí y estrelló sus suaves labios contra los míos.
Su boca se movía perfectamente con la mía y el sabor de sus labios fue como una droga que calmó todo mi cuerpo y me hizo sentir como en las nubes. No quería dejar de besarlo, me importa un pliego morir por falta de aire con tal de besarlo a él.
(...)
Cuando volvimos los chicos ya se encontraban ahí y por lo visto se ven preocupados.
— ¿Dónde rayos estaban? — pregunto Tracy.
— Fuimos a caminar — trate de decirlo como si nada, pero mi corazón latía como loco y obviamente ellos lo notaron.
—Oh... algo pasó entre ustedes — dice Noah de forma pícara y nos miraba con una mirada de complicidad.
Me sonroje y para ellos eso fue la respuesta.
—Son novios díganme que son novios— ahora Megan se emociona.
—Pues te diré que ningún otro chico la tocara al menos que sea yo— Ethan se acerca aun mas a mi y me toma de la cintura provocando que las chicas chillen de emoción y al decir las palabras que salen de su boca sus ojos se tornan amarillos.
La verdad había escuchado el hombre lobo al encontrar a su mate se vuelve muy posesivo, creo que me gusta.
(...)
Después de esa linda escena y los abrazos decidimos relajarnos un poco cada uno con su pareja. Si sin creer lo asombrosa y sorpresiva que puede ser la vida. Conocer a los hermanos Woods fue conocer a el amor de nuestras vidas ¡Literalmente! Un mate es la otra mitad que la diosa luna elije para cada hombre y mujer lobo que nace.
Los chicos andaban cervezas en su auto y las sacaron y comenzaron a beber yo solo me tome una ya que ahora humana no quería sufrir la infamosa resaca.
Ya estaba oscureciendo y nos moríamos de hambre, Megan y yo nos ofrecimos a traer comida. La cosa aquí es que Megan andaba pasada de trago.
— Megan dame las llaves yo conduzco— dije levantando la mano y extendiéndola para que me las de.
—No ni loca — dice poniendo las llaves en su pecho y cubriendo las con la palma de su mano.
—Megan no estás en condiciones de conducir dame las llaves— dije y ella me ignoro.
—Estoy bien, sube al auto— dice subiéndose al asiento de piloto, me rendí y me senté en el asiento de copiloto. Pelear con Megan es como pelear con una pared por lo tanto inútil.
Megan encendió el auto y lo puso en marcha. Y entonces mis nervios comenzaron a alterarse, noto las manos de Megan estaban un poco débiles que notaba que a veces ella pierde el control del volante por un segundo.
¡Ahí Dios santo! ¿En que acabo de meterme?
Nervios me invaden así que decidí distraerme, me acomode en el asiento y mire por mi ventana como los pinos pasaban a toda velocidad, voltee a ver a través de la ventana de Megan y pude ver las luces de la ciudad muy lejos y la oscuridad del barranco.