El me ve un poco preocupado.
—Nada grave, solo necesito que unos diez minutos envíes a Jacob al patio trasero — el me vio queriendo averiguar que estaba planeando.
—Solo hazlo te juro que le va a gustar — le digo y él sonríe satisfecho.
—Okay yo me encargo.
—Gracias — él se vuelve a juntar con los demás.
Yo salgo al patio trasero y corro sigilosamente en la grama tratando de no hacer mucho ruido, cuando me acerco lo suficiente a Tracy le tapo los ojos con mis manos, ella se sorprende y toca mis manos como tratando de ver de quiénes son.
—¿Quién es? — pregunta ella y verla confundida me provoca que ría.
—¡Alex! — grita ella emocionada, creo que la risa me delató, remuevo mis manos y ella se da la vuelta y con una gran sonrisa ambas nos abrazamos como si hace mil años que no nos habíamos visto.
El abrazo como nunca es horrible no tenerla cerca, nunca habíamos estado muy separadas y no quiero volver a separarme de ella.
Al separarnos nos volvimos a ver a los ojos ella no podía ocultar su emoción como yo.
—Gracias a Dios llegaron rápido— dijo moviendo nuestras manos.
—Bueno yo también te extrañe— hice resaltar mi sarcasmo.
—No seas tonta por supuesto que te extrañe— dice abrazándome otra vez.
—Y ¿Como te fue en el hospital?
—Pues lograron reducir los ataques, pero los siento mucho más fuertes.
Ella no logró ocultar su preocupación, pero cambió de tema.
—¿Y con Ethan? — en los ojos le brilla la picardía.
—Muy bien de hecho nos llevamos de maravilla y cada momento con él es perfecto.
—Me alegra mucho, ustedes son la pareja perfecta.
—¿Sabes quién más es la pareja perfecta?
—¿Quien? — iba a hablar, pero me interrumpen.
—¿Tracy? — las dos lo volteamos y vemos a Jacob paralizado como si encontró el tesoro más precioso del mundo.
—¿Jacob? — dice Tracy y luego ambos corren y se abrazan, él le da vueltas en el aire mientras los dos ríen.
—Te extrañe chaparrita— dice Jacob y luego la coloca de nuevo en el suelo.
—Y yo a ti lobito — la toma de la cintura la acercó a él y la besa.
Decido irme y dejarlos hacer el tiempo perdido.
Entró en la cocina y veo a mama y papa cocinar juntos como no se dan cuenta de mi presencia decidí dejarlos solos, voy a la sala y me encuentro a Megan y Noah muy coquetos, me pregunto dónde estará Ethan, veo por todos lados, pero no lo encuentro, de pronto siento que unas manos me toman de la cintura y me sobresalto del susto.
—Aquí estas— escuchó decir a Ethan, me doy vuelta y lo veo a los ojos y de pronto se me ocurre una buena idea.
—¿En qué piensas traviesa? — una sonrisa traviesa aparece en mi rostro y él me mira confundido.
—¿Quieres ir afuera? — le pregunto y me da una mirada de "¿Qué tramas?".
—Claro — lo tomó de la mano y lo guió a afuera mientras el me sigue yo caminaba por todos lados que ya estábamos lejos de la casa.
—Alex, ¿No piensas asesinarme y dejarme aquí verdad? — no puedo evitar no reír.
—Aunque esa es una idea apetitosa no voy a asesinarte, solo te voy a mostrar uno de mis lugares favoritos cuando vivía aquí.
Digo y el me queda viendo curioso.
Después de un rato esquivando ramas y árboles al fin llegamos, me acerque al puente de cuerdas y de madera y me detuve en medio apoyándome en las cuerdas, disfrute la vista de la corriente. Ethan se puso a mi lado y quedo viendo asombrado todo el lugar.
—Wow — dice luego me abraza por la cintura y recuesta su mentón sobre mi hombro —Es un lugar hermoso, como tú— quedamos así un rato.
—Sabes qué — dice separándose de mí.
—¿Que? — veo cómo va a un lado del río y se detiene, me voltea a ver y me regala una sonrisa traviesa.
—¿Ethan qué vas hacer? — pregunto, pero en vez de contestarme se quita su chaqueta y la tira a un lado y luego se quita su camisa polo blanca y la tira junto a su chaqueta.
—¿Que rayos piensas hacer? — digo caminando hacia él.
—Nadar en el río, ¿No es obvio? — dice y cuando llegó a su lado me doy cuenta de lo trabajado que está su cuerpo que hago todo lo posible para no babear, pero no podía evitar no quedarse viendo.
—Una foto te dura más — dice con una sonrisa en el rostro.