—JA JA— rió sarcástico él se quita sus Vanz y se va metiendo poco a poco al agua puedo notar su mueca por el agua fría y me empiezo a reír a carcajadas de lo ridículo que se ve.
—Te ves ridículo— digo entre las carcajadas, el me voltea a ver ofendido y retandome.
—Así que tal tu— trató de huir, pero el sale del río a velocidad súper natural y me toma por la cintura y me carga hasta el río
—¡ESTÁ FRÍA!
Chillo cuando siento mi piel tocar el agua cuando el me lanza al río, el solo se reí de mí, así que lo empujó adentro del agua y lo mantengo ahí por unos segundos, después lo suelto y el sale disparado fuera del agua y toma aire y se sacude como un perro recién bañado luego me mira asesinando me con la mirada.
—Me la vas a pagar chiquita— me dice apuntando me con su dedo, le arrojó agua y salgo del río lo más rápido que puedo con el detrás mío, pero no llegó muy lejos porque el fácilmente me atrapa me recuesta en el césped sosteniendo do mis brazos y poniendo peso sobre mí y así no poder huir.
—¿Qué me va hacer? — pregunto tratando de zafarme, pero me es inútil.
—Cosquillas — dice moviendo sus cejas, trato más desesperada zafarme de su agarre, pero es imposible, el comienza a hacerme cosquillas y comienzo a rieron como loca él se ríe mientras me hace cosquillas.
—Ya... para... por-favor— dije entre risas, el al fin se detiene y cuando recuperé el aliento le dije.
—Eres un idiota — el ríe.
—Tu idiota — esta vez los dos reímos, me arde el estómago de tanto reír.
Me senté sobre el césped.
—Creo que debemos regresar — dije y el volteo a ver hacia atrás de dónde venimos y luego vio el cielo que estaba comenzando a tomar el color anaranjado.
—Tienes razón — dice levantándose y ayudándome a levantarme, él se volvió a colocar su ropa y cuando se dio cuenta que estaba temblando de frío me ofreció su chaqueta que con gusto acepte.
Comenzamos a caminar y a los ocho minutos me sentía súper cansada en cambio a Ethan le sobra la energía.
—¿Quieres que te cargue? — pregunta él y de inmediato respondo.
—¡Por favor! — El río y se agachó un poco, me puse detrás de él y salte sobre su espalda enrolle mis piernas alrededor de su cadera y mis brazos alrededor de su cuello, el sostiene mis piernas con sus manos.
—¿Lista? — dice viéndome por el rabillo del ojo, cuando entendí a qué se refería sonreí y asentí.
—Agárrate fuerte— dice y obedezco y el corre a velocidad sobrenatural.