Recosté mi mentón sobre el hombro de Ethan mientras miraba borrosa mente como todo pasaba a ser velocidad, cerré mis ojos y me concentré en mis otros sentidos, como el aire acariciaba mi piel y el adictivo olor a Ethan y podía escuchar su respiración que no estaba para nada cansada, como extraño hacer eso es que es como liberarse y al mismo tiempo sentirte especial.
Tracy dice que soy más parte lobo y no creo que sea eso, más bien creo que solo me entiendo mejor con mi lobo interior y literalmente me siento en la cárcel no poder salir y correr a toda velocidad a donde yo quiera y solo espero volver a ser como antes.
Siento que de repente Ethan se detiene y abrir los ojos viendo la casa enfrente de mí, el me suelta y mis pies chocan con el suelo.
—Eso fue divertido — dijo el colocando su brazo alrededor de mis hombros.
—Ya lo diría — los dos entramos por la puerta trasera y nos encontramos a Tracy sentada sobre la mesa besándose con Jacob, al darse cuenta de nosotros dejan de besarse.
—¿Dónde estaban par de tórtolos? — dice Jacob ayudando a Tracy a bajarse de la mesa.
—Creo que aquí nosotros no somos los tórtolos — dije y Jacob sonrió y Tracy se sonrojo.
—¿Dónde estaban y porque están mojados? — pregunta ella tocando mi cabello mojado.
No puedo evitar reír al recordar a mí y a Ethan en el río.
—Te acuerdas del río que íbamos a jugar todos los días.
Ella sonrió al recordarlo.
—¿Y como terminaron mojados? — pregunta Jacob recostando su codo sobre la mesa.
—¡Alex me empujó! — dice Ethan antes de que yo pudiera decir algo, le di un codazo y él se quejó.
—El idiota de Ethan se le ocurrió nadar en el río, yo no quise, pero el me metió a fuerza— dije y ellos rieron.
—Pero te gustó — dice Ethan acariciando mi mejilla.
—Jodete— dije y Jacob río y Tracy hizo un intento, pero le salió una risa sínica. Ethan me dio una mirada maliciosa y levantó sus manos haciendo bailar sus dedos.
Oh no
Comencé a correr por toda la casa con Ethan detrás de mí dejando el piso mojado, pero yo como idiota se me ocurre meterme a una habitación, me doy vuelta para salir, pero apareció Ethan tapando la salida.
—Hoy no te escapas preciosa — dijo acercándose.
—No Ethan por lo que más quieras no— el me ignoro y siguió acercándose, me tomo por la cintura y me coloco sobre la cama poniendo su mano sobre mi estomago debajo de la blusa amenazando las cosquillas.
—Qué te parece si negociamos — dice y asiento, mi mano trata de quitar la suya, pero es inútil el quedo pensativo un momento cual se le ocurrió algo sonrió y dijo.
—Vas a gritar que soy el mejor del novio del mundo— enseguida negué.
—¡Jamás! — el comenzó a hacerme cosquillas, pero lo detuve.
—Okay— él sonrió victorioso, odio que use mi debilidad.
—Vamos quiero escucharte — dice jugando con sus dedos sobre me vientre.
—Eres el mejor novio del mundo.
—No escuche.
—Eres el mejor novio del mundo.
—Aún no.
—¡Eres el mejor novio del mundo! — grite a todo pulmón que hasta los pájaros me oyeron.
—Esa es mi chica — dice sintiendo victorioso.
—Idiota— dije y el siguió mirándome con su cautivadora sonrisa.
—Pero eres mi idiota — dije aumentando su sonrisa, rodeo su cuello con mis brazos lo acerqué a mí y lo besé con necesidad y el con gusto correspondió con la misma necesidad, él puso su mano sobre mi mejilla apasionado más el beso, el maldito aire nos obligó a separarnos y nos quedamos viendo a los ojos.
—Te amo— cuando pronunció esas palabras sentí esas famosas mariposas en el estómago llenándome de alegría.
—También te amo— el volvió a juntar nuestros labios.