MEGAN
Yo y Noah salimos al supermercado sin avisarle ya que a Noah se le ha ocurrido una idea, una fantástica idea en realidad.
El llevaba el carro toda mientras yo metía las cosas en el ahora solo faltan los a caramelos y los refrescos.
—Tu ve por los refrescos yo por los dulces — dice él y asiento, nos dividimos por diferentes rumbos, llegue a los refrescos y comenzó a buscar, pero un chico se acercó a mí muy cerca de lo que alguien debería estar, lo mire muy confundida e irritada.
—¿Te ayudo? — Este chico me da mala vibra, pero no me iba irrespetuosa y gritarle que se alejara que es lo que en realidad quiero hacer.
—Me pasas el refresco de arriba — pedí apuntando la coca cola el me la alcanzo, pero al entregarme lo no lo soltó.
—Ahora págame el favor —dice acercándose peligrosamente a mí, cuando lo iba a apartar alguien más lo aparta veo a Noah sujetarlo agresivamente y lo lanza casi al otro lado del supermercado.
—¡A mi novia no te le acercas! — no había visto a no ah tan furioso, el chico lo queda viendo irritado.
—¡Pues esa muñeca está demasiado buena para estar con un patán como tú! — me dieron ganas de vomitar, Noah lo vuelve a empujar veo la tensión en su cuerpo como trata de no transformarse. Su respiración estaba agitada y noté como sus ojos se tornaron amarillo brillante, corrí a su lado tapando lo de la vista de los demás.
—Noah cálmate sí.
—No puedo — dice y veo sus ojos tornarse a amarillo brillante y como su pecho sube y baja, hice lo primero que se me ocurrió y lo besé, segundos después se relajó siguiendo me el beso, sus manos rodearon mi cintura pegándome a su cuerpo, al separarnos sus ojos ya tenías su color original.
—¿Él te tocó? — dice acariciando mis mejillas y revisando me, negué y él sonrió, recogí los refrescos que estaban en el suelo y los puse el carro toda, pagamos y volvimos al auto.
Al principio íbamos en silencio, pero el hablo.
—Perdón por lo que paso— vi en su rostro arrepentimiento, entrelaza nuestras manos.
—No fue tu culpa — dije acariciando su mano.
—Es solo que no que me dominó los celos cuando lo vi tan cerca de ti y no puede contener la furia — dice con arrepentimiento en su voz.
—Noah ti eres mi único chico ¿Okay? — el me volteo a ver y sonrió satisfecho.
—Más te vale— dijo y los dos comenzamos a reír.
Al llegar a la casa, bajamos las cosas a la cocina y los chicos entraron.
—¿Dónde estaban? — pregunta Alex, voltee a ver a Noah y él sonrió asintiendo.
—Vamos a hacer una fogata— dije y todos se emocionaron, pero las más emocionadas eran Tracy y Alex.