Tengo Frío

Ella abre los ojos de golpe ahora amarillos brillante, dando una bocanada de aire.

Mi cuerpo se inunda de felicidad.

—Ethan.

Susurra ella viéndome con esos hermosos ojos de mujer lobo, pegó su frente con la mía.

—Lo lograste princesa — digo formándole una sonrisa.

Ella sigue temblando y su rostro sigue pálido, pero aún consigue fuerzas para levantarse.

Tracy se lanza a abrazarla, lágrimas de felicidad resbalan sus mejillas y luego de un rato Megan hace lo mismo. Luego Noah y Jacob seguido de sus padres.

Después de que todos la abrazamos, regresamos a los autos para volver a la mansión y que Alex se dé un baño caliente y que recupere su calor corporal.

ALEX

Ethan me cargo hasta el auto ya que mis piernas no resistían estar mucho tiempo de pie. Ethan me deja sobre el asiento de copiloto y el corre al de piloto.

—¿Estás bien? — pregunta el.

—Tengo frío.

El de inmediato enciende la calefacción, al sentir el tacto del aire caliente sobre mi piel hace que relaje mis músculos un poco.

Ethan enciende el motor y arranca el auto.

—Disfrútalo que será la última vez que lo conduzcas.

Le digo acariciando mis brazos tratando de calentarme lo más posible, Ethan emboza una sonrisa, pero no quita la vista de la carretera de tierra y monte.

Me acomodo en el asiento, cruzando mis piernas en el asiento, recuesto mi cabeza y volteo hacia la ventana y veo los hermosos verdes pinos pasar que me provocan sueño.

Cierro mis párpados y me concentro en los sonidos alrededor. Puedo escuchar claramente la relajada respiración de Ethan y una sonrisa se forma en mis labios, vuelvo a concentrarme y logró escuchar como el caucho de las llantas ruedan sobre el suelo aceleradamente y en encanta el sonido que provoca.

—Alex— me llama Ethan, lo volteo a ver a los ojos que me examinan.

—¿Segura que estas bien? — pregunta el.

—Mejor que nunca — le afirmó.

Él sonríe y vuelve la vista a la carretera.

(...)

Llegamos a la casa y Tracy me jalo hasta el baño de mi habitación encerrándome.

Abrí la llave hasta donde indica tibia, cuando la bañera se llenó la cerré, luego me despejé de mi ropa lo más rápido que me fue posible y entre al agua, y mis músculos se relajaron de inmediato al contacto con el agua.

Respire hondo y me relaje dejando que el agua tibia calentará mis músculos.

(...)

Quince minutos después ya cuando sentí que el agua perdió lo caliente, salí enrollada en una bata blanca y me puse un buzo gris y una camisa manga larga negra. Aun con el pelo mojado salí de mi habitación y caminé hasta la sala donde encontré a Tracy y a Megan con vasos de refresco a la mano, me acerqué y senté entre ellas.

—¿Te sientes mejor? — me pregunta Megan.

—Sí, todavía débil pero mejor— ella embozo una sonrisa, Tracy agarra una taza de la mesa enfrente de nosotras y veo por encima que de él brota un poco de humo.

—Tómalo te hará bien, para los órganos aun congelados.

Le sonrió y tomó la taza en mis manos, me la acercó a la boca y solo un poco para luego darle un sorbo, siento como algo dentro de mí se refresca y de inmediato tomó otro sorbo.

Las tres comenzamos a platicar animadamente de tontería que hemos hecho durante nuestro año juntas, pero luego se escucha un grito que provienen de la cocina.