Prólogo

Rafael y Martha observaban con detalle a su pequeña recién nacida. Una pequeña criatura de piel blanca como la nieve y vivaces ojos púrpuras. Martha no era la madre biológica. Una extraña enfermedad le impedía tener descendencia, pero su esposo y ella encontraron una rápida solución en una mujer alta, esbelta y rubia, con dos esmeraldas por ojos. Sí, ella era una cazadora, la legendaria enemiga de los hombres lobo. Justo lo que ellos eran. Sin embargo, la ideología de la cazadora nunca fue la misma que compartía su familia. Ella no odiaba ni deseaba acabar con los lobos. Katherine, como se llamaba la mujer, había huido del clan un año atrás, horrorizada por la última masacre cometida por los cazadores.

''No tienen alma ni corazón latente en el pecho''

Había dicho cuando llegó a territorio del rey Röml, líder de los lobos. Estos la cuidaron y protegieron como uno de los suyos, aunque en el fondo de aquellas sonrisas se ocultase miedo y rencor por el pasado.

Fue ella quien, al enterarse de la condición de Martha, propuso ser la madre orgullosa del futuro alfa de la manada ''Bronze''. Así fue, como casi un año después, todos obtuvieron la felicidad ansiada y deseada. Sin embargo, en la noche de aquel mismo día se sucedió un ataque sorpresa de los cazadores. Buscando a su traidora hija, Ankar arrasó con cada manada del reino de los aulladores, hasta que dio con la pequeña niña, quien compartía muchos de los bellos rasgos de su madre. Sospechando que se trabada de su nieta, el líder de los cazadores hirvió en furia. Ordenó a sus hombres llevar a la niña al campamento y él mismo buscó y raptó a Katherine.

Rafael llegó una hora después, con el mal presentimiento de que algo terrible había ocurrido. Muchas de las manadas habían dado la voz de alarma al ser atacadas y él, al ser uno de los seis alfas, se vio obligado a prestar ayuda en territorio vecino; pero subestimó la seguridad de su propio hogar. Los cazadores estaban fuertemente preparados por lo que no les llevó demasiado tiempo derribar a los escasos diez hombres que patrullaban los alrededores del territorio. Una vez en la casa principal, habían atacado a Martha y secuestrado a su pequeña.

La guerra acababa de comenzar.

Advertencia: la presente novela puede contener escenas explícitas de violencia física y verbal; trato con sustancias estupefacientes y consumo alcohol. La autora no promueve estas actividades. Si eres una persona extremadamente sensible queda bajo tu responsabilidad la lectura de esta historia.

En los primeros capítulos aparecen personajes e incógnitas que no se explican hasta capítulos más tarde. Esto es parte de la trama, que nadie se desespere. TODO tiene una explicación.

ESTO ES UN BORRADOR, TENLO EN CUENTA AL LEER.