Wolf Soul: La amenaza de los Lobos Sombra

Capítulo 27

El inicio del viaje

El grupo llegó a la gran roca. Kiyomi y Sora salieron a su encuentro con la cola tensa, mientras que su líder permanecía en la entrada de la cueva, con Kabu tumbado a su lado. Tsume se detuvo frente a Sora.

—Ellos son compañeros, no vienen a hacer daño —anunció para que las lobas se relajaran.

—¿Son amigos tuyos, Makoto? —preguntó Sora.

—Sí —respondió moviendo la cola—. Se los presentaré. —Miró a su padre y a su hermano y les indicó que se acercaran.

Repentinamente Kyouya salió cojeando de la guarida y se dirigió hacia los desconocidos con un gruñido.

—Creí que necesitabas descansar —dijo Kiyomi ladeando la cabeza con tono burlón.

—Vine en cuanto olí a los intrusos —dijo mirando fijamente a los desconocidos.

—Ellos no son intrusos, son mis amigos: Ice, Atsu y Yukiko —dijo la joven señalándolos con el hocico a medida que los mencionaba.

—Es un honor conocer finalmente al clan de mi amiga —dijo Ice con una alegre sonrisa.

—¡Qué simpática! —exclamó la mamá de Makoto moviendo un poco la cola.

—Y ella es mi hermana Ashley —añadió Tsume mirando a la de ojos grises, que se había mantenido callada desde que descendieron por la colina en la noche. Esta inclinó la cabeza respetuosamente.

—Es un placer conocerlos —dijo Takeshi sin dejar su expresión seria—. Yo soy Takeshi, líder de los Guerreros de la Luna y padre de Makoto y Kabu. Las que están a mi lado son Sora, la madre de Makoto y Kabu, y una de las cazadoras de la manada; y Kiyomi, otra cazadora —explicó apuntando a las nombradas con el hocico. Después prosiguió—. Imagino que ya conocen a Tsume, uno de los guerreros más fuertes del clan. También está Kyouya, otro guerrero que ahora debería estar descansando en aquella cueva, para recuperarse de sus heridas —añadió mirando de reojo a su hermano, el cual agachó las orejas y bufó ante su comentario.

—Kyouya es mi tío —agregó Makoto conteniendo la risa.

—Sí, y no estoy en tan mal estado —espetó.

—Estás un poco gruñón —dijo Sora divertida dándole un empujoncito, mas este soltó un leve quejido.

—Su...supongo que sí —admitió evitando el contacto visual con los presentes—. Pero es que Takeshi me dejó una enorme responsabilidad al desaparecer de repente. No es fácil estar al mando de una manada, ni siquiera pude protegerla de los Lobos Sombra —resopló encogiéndose de hombros.

—Lo siento, pero tuve que quedarme cerca de Kabu todo este tiempo.

—¡Así que él es el cachorro perdido! —exclamó Kiyomi—. ¿Dónde estuvo todo este tiempo?

Kabu tomó aire y se paró en medio de los congregados. Empezó a narrar todo lo que había vivido desde que era una cría. Los caninos lo miraban expectantes. Makoto decidió unirse a él y contó sus aventuras en la ciudad junto a humanos y perros. En ocasiones los oyentes se aterraban por lo que contaban los jóvenes, otra veces se emocionaban e incluso hubo algunos momentos que provocaron tristeza o risas.

—Se nota que la sangre de Takeshi corre por sus venas —dijo Kiyomi, cuando los jóvenes finalizaron sus relatos—. ¡Son muy valientes!

—Así es —coincidió Tsume—. Y parece que han tenido una vida bastante interesante desde que llegaron al mundo. —Miró a los dos con una leve sonrisa—. El tiempo que pasaron con los humanos ya acabó, ¿por qué no se deshacen de esos collares?

—Prefiero conservarlo —admitió Makoto, reviviendo en su mente el momento en que Takumi se lo obsequió.

—Yo lo pensaré —dijo Kabu.

La madre de ambos estaba más concentrada en su pareja, desde que se enteró del disparo. Kiyomi lo notó y también observó con preocupación a su líder.

—Cariño, ¿no te duele la pata? —inquirió Sora con preocupación.

—No es nada grave —respondió Takeshi. Al recordar cómo le habían disparado, su herida empezó a dolerle bastante. Todo lo que no había sentido durante la batalla se le había acumulado ahora. Este cerró los ojos reprimiendo un chillido.

—¿Seguro que no es grave? Las balas de los humanos pueden hacer mucho daño —dijo Kyouya contemplando la pata herida de su hermano, que aún tenía algunas manchas carmesí.

—Estoy bien —aseguró el macho negro.

—Igual no hagas mucho esfuerzo —ordenó la cazadora oscura—. No quiero que te lastimes más —agregó con un amoroso roce de narices.

—Faltan lobos aquí. ¿Dónde están los demás? —preguntó cambiando de tema—. Me extraña no haber visto a Atom.

Apenas el nombre del beta del clan fue mencionado, los rostros de Kyouya, Sora, Tsume y Kiyomi se llenaron de preocupación.



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En el texto hay: lobos, animales, misterio y drama

Editado: 12.05.2019

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