Los tres tienen vaqueros, tenis y camisas polo; Ethan blanca, Jacob verde y Noah negra y claro sus típicas chaquetas dándole aspectos de chicos guapos jodidamente sexis.
Atontados ellos se acercan a nosotras sin ocultar su admiración.
—Me temo que necesitamos alejar algunos babosos está noche— dice Noah con tono de burla, las tres reímos mientras ellos sonreían.
—¿Y qué vamos a hacer hoy? — pregunta Jacob sin poder quitar la vista de mi hermana.
—Qué le parece ir a un club nocturno primero— sugiere Tracy.
—Me gusta la idea— dice Megan sin poder ocultar su emoción.
—Y después podemos regresar a jugar videojuegos en el sótano— ofrezco.
—¿Tienen videojuegos en el sótano? — pregunta Ethan, asiento.
—Sí es donde nuestros tíos y papá pasan la mayoría del tiempo cuando están de visita— dice Tracy.
—Y nosotras también— digo señalando a las tres.
—Bueno me parece que esta noche la pasaremos bien — dice Noah frotándose las manos provocando que más adrenalina entre a mi cuerpo.
El ruido de una puerta abriéndose provoca que todos nos callemos de golpe y volteemos a ver, entra mi madre con un hermoso vestido negro de gala y camina hacia nosotros mientras trata de colocarse unos lindos aretes dorados.
—Wow veo que están listos para salir esta noche — dice mientras no ve a todos con aprobación.
—¡Y tú también! — exclama Tracy.
—¿A dónde vas tan guapa? — pregunto juguetona.
—Pues como ustedes van a divertirse porque nosotros no.
—¿Tú y papa van a salir? — pregunta Tracy medio confundida igual que a mí.
—Sí tenemos mucho tiempo sin poder estar nosotros solos y divertirnos así que decidimos aprovechar el momento— dice jugando con su perfecto ondulado cabello castaño igual al mío y el de Tracy.
—Bueno espero que tengan una maravillosa velada Amelia— la alago Jacob recostando su brazo alrededor de los hombros de Tracy.
—Igualmente Jacob — en ese momento entra mi padre que lleva puesto un traje de gala de Tanamay Garments que resalta su guapura y claro que heredé eso, mis dos súper guapos padres no pudieron evitar tener dos guapísimas mellizas, una risita se escapa de mi boca.
—Todos se ven muy bien — dice mi padre mientras se arregla las mangas de su camisa.
—Ustedes también— digo y los dos sonríen de oreja a oreja.
—Bueno regresaremos tarde, pero ustedes deben estar aquí máximo a las diez y media— ordena mi padre, hago un puchero.
—Sin quejas señorita— ordena mi madre.
—Bueno está bien— me esfuerzo a decir, se siente raro ser yo la que acepta en vez de Tracy.
—No te preocupes papá— le afirma Tracy.
Él sonríe satisfecho y toma la mano de mi madre entrelazando la con la de él. Comienzan a caminar fuera de la casa, pero justo antes de salir por completo él dice.
—Y no se pasen de tragos.
Todos nos paralizamos al instante y ellos salen sonrientes mientras nosotros no sabemos cómo reaccionar. Son las desventajas cuando eres parte de una familia con un agudo sentido auditivo.
(...)
Subí al asiento de piloto de mi preciado camero y las chicas se vienen conmigo, vi a los a Woods subirse a su auto y al encenderlo las luces delanteras provocaron que me cegara por un segundo, prendí el motor dándole vida al auto y arranque delante de los Woods.
Después de unos diez minutos parqueamos cerca de nuestro destino "Blue Night Club"
Apenas entre por la puerta la música a todo volumen golpeó mis oídos, tuvimos que nadar entre la gente hasta que encontramos un lugar menos asfixiante cerca del bar.
—¿Alex? — escucho la voz de una chica llamarme, al voltear me encuentro.
—¡Elena! — digo emocionada acercándome a ella sentándome en una banca mientras ella sonríe del otro lado de la barra.
No se ve tan diferente desde la última vez que la vi, su rubio cabello largo hasta la cintura ahora está arriba de sus hombros, sus verde claros y tiernos ojos siguen ahí y su suave pálida piel de porcelana dándole un aspecto frágil, siempre pensé que ella era muy tierna para trabajar en un bar nocturno.
—Wow ¡Te cortaste el cabello!
—Y tú te lo teñiste— dice viendo mis puntas azuladas.
—Si, ¿Te gusta?
—¡Me encanta!, Es muy estilo Alex.
—Gracias.
—¿Y Tracy tiene algo parecido?
—No, ya sabes cómo es ella— hace una risita.
—Tienes razón — en ese momento Tracy se nos acerca.
—¿Elena eres tú? — pregunta poniéndose a mi lado.
—¡Tracy! Te ves hermosa.
—Gracias, wow me encanta tu nuevo corte.
—Muchas gracias — Tracy se sienta en la banca mi lado.
—¿Qué les sirvo? — nos pregunta Elena.
—A mí una Smirnoff— pido.
—A mí también — pide Tracy.