Xilam Balam

El nagual naciente

Era febrero y Balam y sus amigos habían concluido su primer semestre en el bachillerato. El padre de Ixchel había ido a visitar a su hija y, de paso, verificar si había avanzado un poco su relación con Balam.

Todos estaban en casa de los Flores, planeando qué hacer en las breves vacaciones intersemestrales cuando a casa de los Flores llegó una invitación.

―¿De qué es la invitación, papá? ―preguntó Rosa.

―Es de Regina, la joven Yaqui, nos está invitando a su boda. Creo que podemos aprovechar ahora que tienen vacaciones y conocer las costumbres de los xilam-utstal y sus técnicas de sanación.

―No es mala idea ―dijo Balam de inmediato, pensando que el viaje y la boda sería una oportunidad para estar con Rosa―. Los cafetales han dado ganancias al fin, así que sin problema podría pagar un par de boletos de avión… porque el camino en autobús es pesado así que, Rosa, ¿tú…?

―Gané unos cuántos millones en mi última pelea ―intervino el boxeador―. Puedo contribuir con un vuelo privado.

―Pero usted no está invitado ―intervino Balam de inmediato.

―Pero yo sí ―Chava revisaba una invitación―, y se me permite llevar un acompañante. Señorita Ixchel, ¿quisiera ser mi acompañante en esta boda?

―¡Ahí está! ―dijo el boxeador, sonriente―. No importa si yo no estoy invitado, con que mi hija asista es suficiente. ―Se acercó a Balam y le habló en susurros―. Aprovecha el viaje para conquistarla y convencerla de que las bodas son algo bueno, ¿quieres? ¡Tapón! ―gritó hacia su asistente―. Pide un avión privado para toda la familia.

―A la orden, campeón.

Un par de días después, la familia aterrizó en un aeropuerto al norte del país, y de ahí abordaron un autobús que los llevó entre el desierto, en un largo viaje que terminó en un hermoso valle bañado por el río Yaqui, en la Sierra Madre Occidental.

―¡Vaya que es hermoso el lugar! ―expresó Anturio al bajar del autobús.

―Sí que valió la pena el viaje ―sentenció Agapanto―. Esperemos que el aprendizaje nos sea más valioso aún.

―¿Qué pasó, raza? ―Regina se acercaba a ellos con una enorme sonrisa―. ¡Bienvenidos a mi casorio!

―Regina ―Rosa la saludó con un abrazo―. ¡Qué gusto verte!

La joven yaqui los introdujo en el fértil valle, donde la mayoría de los pobladores se dedicaban a la siembra y cosecha de plantas energéticas y medicinales, además de alimentos. Se les invitó a comer y, por la noche, fueron llevados a una casa en donde el abuelo de Regina preparaba un altar junto con un hombre de muy avanzada edad.

―Raza ―habló Regina―, él es tata Saguaro, el más viejo sanador y líder del clan del xilam-utstak del valle Yaqui.

―Ba… Ba… lam ―Ixchel observaba atónita una especie de amuleto que colgaba en la pared.

―¿Es…? ―Balam lo señaló, incrédulo―. ¿Uno de los glifos sagrados?

―Lo es ―dijo tata Saguaro―, y está esperando que el dios guerrero sol reclame por él.

―¡Soy yo! ―Balam levantó de inmediato la mano.

―¡No! ¡Soy yo! ―Ixchel saltó encima de la cabeza de Balam quedando por encima de todos.

―El guerrero sagrado no es quien se autoproclame ―el sanador habló con toda calma―, sino quien realmente lo merezca. ―Calmadamente, el hombre tomó un bastón y caminó hacia afuera, observando la luna creciente entre sus ojos cansinos―. Hay oscuridad que nubla mi visión, no es claro de dónde vendrá el mítico dios guerrero, pero los dioses han marcado un camino: aquel que logre despertar a su nagual en la luna llena, es el dueño de este glifo.

―En ese caso ―Balam habló con arrogancia―, ya lo tengo ganado. Yo ya desplegué a mi nagual.

―No creo que el mono que surge de tus berrinches cuente como nagual ―comentó Chava.

―¡Tú cállate! Aunque sea en su forma débil, pero es mi nagual.

―No, no en su forma débil ―habló el yaqui―, sino en todo su poder. Y este emergerá en plenilunio. No es necesario pelear, no es necesario alardear. Una noche antes de la boda, el glifo hallará a su amo.

Como era de esperarse y aunque el sanador mencionó que no era necesario pelear por él, Ixchel y Balam iniciaron una especie de competencia. Entrenaban duramente, iban con los chamanes del pueblo a aprender todo lo que fuera posible sobre los naguales y, no podía faltar, en su interminable lucha de palabras ofensivas de las cuáles Balam se vio convertido en mono un par de veces.

Tras una de las pataletas de Balam, Ixchel estaba sentada en la orilla del río, acariciando tiernamente a Chava, quien estaba en su regazo, convertido en gato.

―¿Ya algún animal de poder te ha elegido? ―preguntó Rosa acercándose a ella.

―Mi clan dice que la mujer no está más que para servir a los hombres y a los espíritus ―Ixchel se tornó triste―. Mi padre jamás hizo por vincularme con ningún animal y la familia que ayudó a criarme y entrenarme… bueno, creo que estaban más interesados en su propia familia. De hecho, si yo soy una gran guerrera de agua es por mí misma, porque aprendí de los entrenamientos que ellos daban a sus hijos, no porque me entrenaran a mí. Es normal, me cuidaban, pero yo no pertenecía a su familia.

―Te entiendo ―Rosa se sentó a su lado―. Pero tener familia a veces no hace la diferencia. Mírame a mí, todas las esperanzas de la familia puestas siempre en Narcisa.

―¿Narcisa ya tiene su animal de poder?

―Un pavorreal ―Rosa encogió los hombros―. Era de esperarse que, con su personalidad, se sintiera más ligada a un animal elegante que a uno poderoso.

―Según tata Saguaro, el nagual llega a uno a través del sacrificio, la meditación y la fuerza. ―Ixchel suspiró―. Son sólo tres días de aquí a la luna llena. No sé cómo pueda ganar en tres días lo que no he logrado en años.

―No lo sé amiga, pero no te desanimes, no es como que Balam esté muy conectado con su espíritu, y eso que es de los clanes del pixán.

―Si… ―Ixchel lo pensó por unos segundos y repentinamente su gesto de depresión se tornó en seguridad― ¡Sí! ¡Ese mono de circo no me va a superar! ―ella levantó al gato frente a ella― Chava, tú ya fuiste ligado a un jaguar, ¿o no? ―el gato ronroneó por toda respuesta―. ¡Eso es! Tú me ayudarás a concentrarme para vincularme con algún animal de este valle.



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En el texto hay: fantasia, romance juvenil, situaciones comicas

Editado: 17.11.2025

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