Xilam Balam

El alebrije

El periodo de exámenes terminó y todos obtuvieron buenas calificaciones, excepto en sociología, que pasaron a duras penas por haber llegado completamente desvelados a ese examen.

Salieron del colegio y se reunieron en las canchas cercanas para charlar.

―Justo ahora que tenemos que estudiar más, surge esto ―se quejó Ixchel.

―Dímelo a mí ―Facundo se desperezó―. Yo quería usar estas vacaciones para descansar, pero no, hay que entrenar. Y ya de por sí me están torciendo en esa estúpida universidad por llegar cansado a cada rato.

―Chicos, es nuestro destino ―habló Balam―. Vamos a ayudarnos entre nosotros, ¿sí? Ahora sabemos que son 4 dioses los que tienen que manifestarse en 4 de nosotros y los otros dos son los primeros soldados del dios guerrero astral. No importa quién de nosotros será quien, lo importante es que debemos estar unidos, apoyarnos y vencer a estos demonios que querrán evitar que regresemos la paz a los nuestros.

―A ver ―Chava sacó de su mochila el manual básico del xilam―. Según el libro, el dios de la luna: es el encargado de ver por la fertilidad de las tierras, la unión de la gente; es el protector del amor y de la abundancia.

―El dios de la tierra ―continuó Rosa―, es el que protege a los suyos como sus hijos, los libera de pestes, enfermedades y guerras.

―El dios comandante de las estrellas ―continuó Facundo―. Es algo así como el comandante supremo de los guerreros xilam, encargado de entrenar y dar fuerza a las tropas para vencer a cualquier enemigo que pueda venir.

―Y todos liderados por el dios guerrero del sol ―concluyó Balam―, que es el que guía y a su vez protege a los demás dioses, encargado de planear y organizar a todos los xilam para llevarlos a la paz.

―Además de los guerreros astrales ―agregó Chava―, que se encargarán de pelear con los dioses en caso de una guerra.

―¿Puedo elegir el puesto de la luna? ―dijo Narcisa levantando la mano―. Creo que va bien conmigo: soy un amor, amiga de todo mundo y eso de la abundancia simplemente es lo mío.

―No elegimos nosotros, Cisa ―refunfuñó Rosa.

―¡Ay no! Es que la diosa de la tierra ya eres tú, y los puestos que quedan requieren pelear, sudar, ensuciarse… Ya de por sí me chocan estos entrenamientos.

―Pues más vale que te acostumbres ―regañó Balam―. Hay cosas que no nos gustan, pero hay que hacerlas. Mi nagual, por ejemplo, no es agradable lidiar con él, pero tengo que hacerlo.

―¿Sigue negándose? ―preguntó Facundo.

―¡Traigo unos pleitos con él! No me escucha en lo absoluto, está completamente enfadado conmigo.

―Debe estarlo ―dijo Rosa―. Fue forzado a entregarte su alma, y todo para que tu padre resultara decepcionado porque se equivocó de jaula.

―Eso sin contar que cada que haces berrinche lo terminas convirtiendo en un chango pulgoso ―agregó Ixchel.

―¡Oye! … Bueno, sí, es lo que más le enoja.

―¡Bien! ―Chava estiró los brazos, desperezándose―. Vamos a comer bien que nos esperan unas vacaciones muy movidas.

No fue sólo en semana santa, sino todo abril y mayo. Eran 10 disciplinas diferentes y en cada una les llevó una semana.

Se dieron cuenta de que nada marcaba a ninguno como superior a los demás, pues cada quién tenía dificultades en alguna en específico y gran habilidad en otras, pero de una forma u otra las iban aprendiendo.

Habían ya terminado esas semanas de entrenamiento y los profesores del bachillerato les dieron dos semanas libres para terminar su preparación para los exámenes de admisión, así que los 5 usaron esas dos semanas para estudiar por las mañanas y en las tardes se les unía Facundo para los entrenamientos.

―Eso de la vinculación emocional del xilam-yaah sigue siendo un poco complicado para mí ―expresó Facundo tratando de obtener energía de la gente a su alrededor.

―Eso es porque tu corazón debe sentir amor por la humanidad, no por ti mismo, narcisista presumido ―reclamó Narcisa.

―Tú estás brava conmigo porque te quemé el cabello en los entrenamientos del xilam-kaak ―espetó Facundo.

―Ya, chicos ―dijo Balam―, todos tenemos dificultad en algunas técnicas, se trata de ayudarnos, no de echarlo en cara.

―Palabras de quien se tiró a reír a gusto cuando Ixchel combinó ataque de agua y de fuego y convirtió la pecera de un hotel en caldo de pescado ―dijo Chava, como quien no quiere la cosa.

―Es que… ―Balam echó a reír―, la cara de ella cuando el dueño del hotel salió a ver qué pasaba…

―Claro, como tú no tuviste que enfrentar a un hombre llorando por sus amados peces ―dijo Ixchel con una mirada inquisidora.

―No hay qué pelear más ―regañó Rosa―. Mejor vamos a ver qué habilidades dominamos mejor cada uno para ayudar a los que no la dominaron.

―¡Yo estuve excelente en kuun y mehahil, con los clanes de la abundancia y el trabajo ―dijo Narcisa, orgullosa de sí misma.

―Pero si ellos sólo usan técnicas básicas de combate ―dijo Balam frunciendo el entrecejo―. Se la pasaron dándonos esas aburridas clases de negocios.

―Justo por eso. Sus clases de inversiones, economía de negocios y finanzas básicas fueron simplemente geniales ―Narcisa sacó una libreta de inversiones de su bolsillo y la miró con una sonrisa―. Eso de hacer crecer mi dinero sin mucho esfuerzo me está haciendo decidir estudiar en alguna facultad de economía.

―Sí, bueno ―dijo Rosa con ironía―, dudo que esas técnicas estén en los libros de los ancestros xilam.

―Dejémonos de eso ―intervino Chava―. Vamos a comenzar a eliminar nuestras debilidades. Vamos una por una, ¿les parece? Tenemos que estar preparados para el entrenamiento con los clanes del xilam-luum. Dicen que son los más pesados, pero ellos son ten herméticos que jamás vendrán a entrenarnos, nosotros iremos a sus tierras y, por lo que nos dijo el maestro Chebo, va a ser muy pesado.

Continuaron entrenando y estudiando por dos semanas y muy temprano se reunieron en la terminal del tren maya para viajar a las ciudades aledañas para presentar exámenes de admisión.



#5240 en Novela romántica
#2016 en Otros
#590 en Humor

En el texto hay: fantasia, romance juvenil, situaciones comicas

Editado: 17.11.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.