Xim "Pausada"

I "Bienvenida a nuestra vida"

Hola, antes que nada queria decirles, que esta historia es un spin-off de Trivation, no es necesario leer Trivation, para entender esta historia. 

Desde ya gracias. 

                                                                                                                                                              A.V.A 

 

Vamos a viajar a cuando solo tenía doce años, donde comenzó todo.

Nos criamos entres nosotras y nuestra querida nana, Loisa.

-Xim, Zule, Adela- Nos miramos entre las tres cuando Loisa comenzó a pronunciar nuestros nombres- Niñas, bajen ahora.

-Si no bajamos no dejara sin postre- Hablo Zulema era la más seria de las tres.

-Sí, tienes razón, vamos Adelaida, no puedes estar enojada toda la vida-Decidí hablar desde mi cama.

-Lo puedo estar, más si padre me habla así como si fuera su sirvienta.- Se mantuvo en su cama, mirando el techo de nuestra habitación.

Mire a Zule, la cual me miro al mismo tiempo, le hice una señal para que nos retiremos y la dejemos sola.

Salimos de la habitación, la cerramos suavemente, comenzamos a bajar la pequeña escalera caracol, hasta la planta baja de la casa.

Solo se escuchaban en toda la sala nuestros pasos, al bajar.

-¿Su hermana?- La voz fría de mi padre, fue lo único que se pudo oír.

Tome aire profundamente, se le veía en el rostro que no había tomado su medicina, eso es muy malo.

-Se siente mal, se quedó recostada en la cama- Exprese, rápidamente.

Su rostro se transformó, cada una de sus facciones cambio, se levantó de su asiento, dejo el periódico el cual estaba leyendo y nos miró.

Se colocó hasta quedar a nuestra altura, lo más cerca posible de nosotras, y articulo.

-Miren malditas asesinas, si no suben y hacen que su malcriada hermana baje, se las verán muy mal.

Inhalamos y exhalamos suavemente, retrocedimos un paso, nos giramos despacio, conocíamos a nuestro Padre sabemos lo que es capaz.

Subimos rápidamente la escalera, apenas sentimos los escalones.

Llegamos a la habitación, fui la primera en abrir.

-Bajas ahora mismo, no tomo el medicamento, si lo haces enojar más nos terminara matando, así que vamos-Pronuncie rápidamente casi en susurro.

Ella se levantó de su cama rápidamente, se colocó a nuestro lado, nos miramos nerviosamente, salimos de la habitación, cerramos la habitación, y comenzamos a bajar lentamente las escaleras. 

Cuando nos colocamos las tres observándonos, nos analizó, esta vez está ubicado desde su sillón, de cuero, demasiado alto, color negro, desde que tengo conciencia mi padre se ha sentado en ese sillón.

-Loisa, tienes el día libre-Enunció mi padre mientras no quitaba la mirada de nosotras.

-¿Señor no está seguro que saque a las niñas?-Opino Loisa, sus manos sostenida la llave de su hogar.

-Te di una orden, tengo que educar a mis hijas, vete- Exclamó duramente.

Loisa comenzó a tomar sus cosas, nos dedicó una mirada de pena.

No hicimos ninguna cara ya que nuestro padre nos mataría, si lo hacemos.

Ella, se retiró de nuestra cada lentamente, y con una cara de tristeza. Probablemente mañana nos verá con moretones, o no nos vera.

-Respondan algo - Se levantó de su asiento, sentí como la respiración de Adelaida se paró, se colocó enfrente nuestro y continuo - ¿Por qué en mi casa, nadie hace lo que le pido?

Nos quedamos en silencio, el miedo recorría nuestros cuerpos, no sabíamos cómo movernos.

-No saben - Me tomó del brazo me movió –Tu, fuiste la última en salir de su vientre tu pagaras por eso, porque la mataste.

Comencé a llorar el me seguía moviendo, mientras empujaba a mis hermanas al armario que nos encerraba cuando le éramos molestia.

Una vez que las encerró mi corazón se detuvo un instante, me solté de su agarre trata de correr lejos de él, eso no funcionó.

Con su cinturón el que habitualmente dejaba apoyado en una de las mesita al lado del sillón.

Estaba rodón el sillón, cuando sentí su cinturón enrollar mi cuello.

-NO LO HAGAS, NO ESTA CONCIENTE, NO LO HAGAS.

Mis gritos no cambiaron nada.

Comenzó a golpearme a mano cerrada, por todo mi cuerpo, sacó el cinto de mi cuello y lo comenzó a usa como un lazo para golpearme.

Estaba por caer inconsciente, cuando comencé a sentir el olor a humo que provenía de la cocina.

- ¿Qué mierda? - Exclamó el, dejo de golpearme y se dirijo a la cocina.

Comencé arrastrarme, hacia la entrada sentí que me tomaban de los brazos.

Mire quien me tomaba mis hermanas Zulema y Adelaida.

Me ayudaron y comencé a sentir golpes de una puerta, nuestra cocina tiene una puerta la cual se cierra con llave.

Salimos de la casa y comenzamos a correr hacia la casa de Loisa, el humo de la casa era cada vez más fuerte, al igual que fuego los vecinos comenzaron a salir, nos vieron corriendo.

Para nuestra suerte Loisa, vivía a unas tres casas de la nuestra.

Subimos los escalones de la entrada. Comenzamos a golpear su puerta.

-LOISAAAA

-LOISAAAAA

-LOISAA, AYUDAAA

Comenzamos a exclamar las tres al mismo tiempo.

Caímos al interior de la casa cuando nos abrió la puerta.

-Niñas, ¿Están bien? ¿Qué les hizo?- Habló rápidamente cerró la puerta.

Sentimos que bajaba las escaleras, la mujer de Loisa, nos miró con preocupación.

-Cierra con llave - Miró a Loisa, luego me miró y continuó- Traeré un botiquín de primeros auxilios. 

Nos levantamos del suelo, me coloque en uno de los sillones de Loisa sin manchar nada con la sangre de mi rostro.

Comenzamos a sentir las sirenas de los bomberos, las ambulancias, y la policía, Por último.

- ¿Qué pasó? – Nos miró triste.

-Las encerró en el armario, seguramente no pudo bien porque intente escapar de sus brazos cuando vi que estaba cerrando las puertas, me golpeo hasta que comenzó el humo, ya de ahí en más no sé.



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En el texto hay: traicion, dolor, pasado oscuro de xim

Editado: 03.12.2020

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