arra Xim
Me duele hasta el alma, no sé quién me tiene encerrada, es la primera vez después de muchas horas durmiendo que logró abrir los ojos, me duele el cuerpo como si me hubieran dado la paliza de mi vida, no sé si fue hace no recuerdo nada.
Solo que había salido del baño de mi cuarto, y que se nublo todo.
Es tan confuso.
¿Por qué tengo mi pie atado a una esposa?
¿Por qué estoy manchada de sangre?
¿De quién es la maldita sangre?
Mi respiración y mi ritmo cardiaco aumentan rápidamente.
Los pasos se comienza a sentir y mis ganas de correr aumentan.
Aun que mis piernas no responden parecen como paralizadas.
¿Quién mierda me hiso esto?
- Por fin despiertas – Su voz zona en todo el sitio – Espero que sigas mi reglas no tengo la más mínima gana de luchar con pendejas mal educadas
- Mira idiota, me escape con mis hermanas del hijo de puta de mi padre, tú no eres ni la cuarta parte que el monstro ese.
El miedo me había consumido, pero al ver su cara, la cara de él, un adolecente, con todo por perder, por solo tenerme encerrada aquí.
Harold Well
- Mejor cállate que cuando venga Ossian, él te demostrara a quien le debes respeto.
***
Tres semanas, solo viene a golpearme, a drogarme, y en su debido caso abusar de mí sexualmente.
Mis gritos son cada vez más fuerte, nadie me escucha.
Me dan agua y comida, pero muy poco, no se cuanto pueda resistir a esto.
Mi cuerpo ya no responde a las agresiones, mis labios están secos porque recibo agua una vez al día, mis moretones y lastimaduras por sus golpes no sana.
Me permiten ir a orinar una sola vez al día, me dejan bañarme solo un día de la semana.
Sé que pasaron tres semanas, porque Harold se lo recordó ayer a Ossian, ya había perdido la cuenta de mis días y noches en este sitio.
Mi vida en este momento es peor de la que vivía con mi padre y mis hermanas.
Mis hermanas su recuerdo, mi necesidad de estar con ellas es lo único que me hace querer escapar de este sitio de mala muerte.
Sentí como comenzó a abrirse una de las puertas de las que están arriba de la escalera, decidí acurrucarme más en la semana fina que me arropo por tres malditas semanas.
- ¿Hola?
Esa voz es la primera que desconozco.
- ¿Hola? Sé que mi hermano te tiene aquí, tranquila él se fue.
Asique el hijo de puta de Harold tiene hermano.
- ¿Qué quieres? – Respondí aun desconfiada
- Quería saber, si estás bien, o mejor dicho viva – Su voz era suave, pero segura
- No estoy bien. Y para mi cruel dolor sigo viva
El suspiro y yo hice silencio
- Si me das tiempo, podre ayudarte, pero necesito tiempo.
Me reí, con sarcasmo
- Si tu idea era hacerme reír lo lograste
- No, te dijo de verdad dame tiempo.
- Crees que no intente todo para salir de este maldito lugar, todo y sabes que recibí a cambio – No puedo ver su rostro como para describir su expresión – Recibí puras palizas.
- Te sacare, te daré dinero, para que te vallas de la ciudad y sigas tu vida.
Respire y hable
- No te quiero ofender, pero perdí las esperanzas hace una semana, no me puedes pintar un cuento de hadas cuando aquí abajo me hacen barbaridades.
- Esta bien, pero teme fe, que te sacare de aquí
No dije nada me mantuve en silencio.
- Una cosa más es un favor más que nada.
- ¿Qué quieres?
- No le digas a Harold que estuve aquí, eso complica las cosas
- Okey
***
Narra Harrison
No sé su nombre, pero sé que la sacaré de esa tortura.
Solo imaginar lo que le hacen y si algún día es mi hermana la que le llegue a pasar eso, me dan ganas de matar a mi hermano y a su inútil amigo.
Comencé a escuchar sus gritos hace una semana, segundo lo que me dijo ella esta hace más.
No es opción decirle a mi padre que su hijo querido, secuestró a una chica
La querrá matar antes de que ella pueda exponer a mi hermano.
Seguramente se preguntaran ¿porque la quiero ayudar? si ella formaría parte de armar una bomba con detonante a mi familia.
Porque merece ser feliz y libre y si su felicidad y libertad, detonan a mi familia en el camino no me molestaría
Sería una ayuda para que pueda escapar de ellos y me valla lejos de su absoluta locura
Mi idea es irme con mis amigos fuera de la ciudad y vivir en otra. Solo sin las reglas de mis padres y su estúpida monarquía.
- ¿Qué te aqueja hijo? – La voz de mi querida madre me sacó de mis pensamientos.
- Que Harold es un idiota, y que debo irme
Ella rió y me respondió
- Ya hablamos eres un crío no debes irte.
- ¿No defenderás a tu niño de mis insultos?
Ella se levante de su asiento, en el sillón de la sala, la miro desde la entrada de la sala.
- Él está grande para arruinar su vida, y tú no dices mentiras.
- Eres mi preferida madre
- Lo se hijo, lo se
Ella se retiró de la sala dejándome solo allí con mis pensamientos y mis emociones.
Sacaré a esa chica de allí.
Y me iré lo más pronto posible de mi casa con Lee.
Pero primero la chica.
Lugo yo.
Muchas gracias y perdon por la espera.
Estuve con un bloqueo de escritor toda la semana casi.
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