¿ Y ahora qué?

Parte 1

"Krillin le pidió a Shen Long que convierta a los androides 17 y 18 en humanos, pero por desgracia eso no pudo ser porque los poderes de los androides superaban a los del dragón mágico.

Muy desilusionado el joven solicitó que les retirará las bombas que los androides tenían en sus cuerpos, luego de decir que su deseo ya fue cumplido, Shen Long se despidió y las esferas se esparcieron por el mundo.

Ten Shin Han quiso saber porque pido que les quitarán la bomba a 17 también, entonces Krillin admitió que le gustaba 18, pero que ella hacía mejor pareja con el otro androide. En ese momento la androide salió de su escondite gritando: "Tonto, 17 es mi hermano gemelo y yo soy la mayor".

Entonces Yamcha gritó feliz que los hermanos no se pueden casar.

— ¡¡Y no creas que aceptaré tan fácil!! ¡¡Tampoco creas que estoy agradecida por lo de la bomba!!

Krillin bajaóel rostro triste, ella le dio la espalda, parecía que se iría inmediatamente, pero luego de quedarse quieta, volteó, el joven levantó la cabeza, y así quedaron un momento mirándose.

— Ya nos veremos — dijo la andriode y se fue del templo".

Luego que Trunks del Futuro volvió a su tiempo, Krilin se fue a Kame Hose con el maestro Roshi, los primeros días tenía la esperanza que la rubia apareciera en cualquier momento frente a él, eso lo ponía feliz, pero tambien con miedo que fuera a destruir algo si se enojaba, pero los meses que fueron pasando inexorablemente lo convencieron que solo había sido una broma que le había hecho la androide.

"Fue solo para reírse de mí, y yo que no dejo de pensar en ella".

Por suerte su rutina lo tenía muy ocupado, ayudaba al maestro Roshi en Kame House, y hacía pequeños trabajos aquí y allá para poder tener algo de dinero, y pensaba que haría con su vida ahora que ya la Tierra estaba por fin en paz, tal vez estudiar, pero no tenía dinero, y ya era mayor para eso, lo mejor era buscar un trabajo rápido y que le gustará.

Mientras tanto 18 buscaba a su hermano, no se desesperaba, tenía todo el tiempo del mundo, en algún momento lo encontraría y entonces ¿Qué? Mejor era no preocuparse por ahora de eso, lo importante era reunirse con él.

Un año desde la última vez que vio a Krillin, éste paso a su lado mientras ella descansaba en un bosque, decidió seguirlo desde lejos, así descubrió donde vivía, estuvo unos minutos mirando la isla, luego dio media vuelta y se fue a seguir su búsqueda.

Unas semanas después ella pasó cerca del muchacho, que al verla se dejó llevar por un impulso, y se le puso en frente.

— Hola-a-a — dijo el muchacho tartamudeando, al ver la mirada de la androide se arrepintió inmediatamente de lo que hizo.

— Hola — respondió ella con su tono serio, y trato de seguir.

— Espera... quería... quería saber si estás bien ¿Dónde vives?

— ¿Y eso por qué?

— Es que me preocupo por ti, no quiero que... pases frio

— Soy un ser creado para destruir, para matar. No tienes que preocuparte por mí.

— Es que siempre me preocupo por ti.

— No tienes porque, sé cuidarme sola. Déjame en paz.

Esto ocurrió varias veces, apenas la veía se le acercaba, pero ella se iba lo más rápido que podía, hasta que por fin tuvo la valentía para pedirle una cita.

— Espera...

— ¿Qué quieres ahora? Que no entiendes que me molestas — se quedó mirándolo enojada.

— Es que... sé que es una locura... te gustaría — veía el piso, cuando levantó la cabeza tenía a la mujer pegada a él, con una sonrisa juguetona.

— ¿Qué me gustaría que?

— Salir-r-r-r... salir-r-r conmigo... — no podía dejar de estar muy nervioso al tenerla tan cerca.

— ¿Y dónde iríamos?

— AAhhh — no pensé en nada — yo...

— Cuando nos volvamos a ver llévame a donde decidas.

— ¿Y cuándo será eso?

— En un mes aquí, a la misma hora — se fue guiñándole el ojo, dejándolo rojo como un tomate — ja ja ja que tipo más idiota — se fue a seguir buscando a su hermano, sin darle mayor importancia al encuentro, el que olvido casi de inmediato, todo lo contrario que el joven.

— Una cita... por fin me dio una cita — gritó el hombre alegre — debo pensar algo muy bueno para ella.

Así que al otro día fue raudo donde Bulma, quien lo vio llegar muy ansioso.

— ¿Qué te pasa? — se veía que estaba nervioso.

— Me encontré a 18 — la sonrisa que tenía al recordar a la muchacha era inmensa.

— ¿Y cómo está?

— Se ve bien, la invite a salir — le confesó a la científica.

— ¿A dónde?

— Ese es el problema, no sé dónde ¿Puedes ayudarme? Tiene que ser el lugar perfecto.

— Donde te sientas cómodo es el perfecto.

— No lo entiendes, quiero mostrarle que soy el hombre indicado para ella ¿Dónde te gustaría ir a ti a una cita?

— Lo que funciona para mí, no funciona para todas. Llévala a dónde te guste a ti, Krillin, así ella puede verte actuar de forma natural.

Como no quedó convencido con la repuesta, fue con Yamcha a pedirle consejo.

— Llévala al mejor restaurant, no sé porque te interesa ella, mejor acompáñame, tengo una cita con unas gemelas encantadoras.

— Gracias, pero no. Entonces debo buscar un buen restaurant ¿Y cuánto dinero debe tener para la cena?

— Son como... — le dijo sin darle importancia a la cantidad.

— ¡¡¡¡Cuánto...!!! — debo conseguir un buen trabajo y ahora pensó Krillin preocupado de no poder conseguir el dinero necesario a tiempo.

Hizo cuanto pudo para ganar el monto, cuando lo tuvo dejó pagada la reserva, luego solo tuvo que esperar lo mejor que pudo el día de la cita, pero llegado el momento la androide no apareció.

 



#14284 en Novela romántica

En el texto hay: amor, desamores

Editado: 30.04.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.