Y ahora que?

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¡Uy qué tetas!

¡Qué culo!

¡Qué cuerpo!

¡Qué cara!

¡Qué ojos!

¡Qué labios!

Lo sé, lo se parezco todo un pervertido, pero ¡Carajo! Es que no la han visto. Es tan hermosa, con su carita angelical, su nariz respingada y con todo lo otro que se carga. Olivia Harris, mi futura esposa, puede que ella no lo sepa, pero ya verán. Solo denme un tiempo, y el valor para acercarme a ella.

Olivia y yo estamos en el mismo en nuestro último año de preparatoria. En los pasados tres años no he tenido el valor de acercarme, a pesar de verla sola, sin amigos, nunca me atreví, y se me está acabando el tiempo.

Me enderezo para continuar comiendo y no pareces que se me va a romper el cuello por mirar a Olivia. Pongo mis ojos en blanco cuando mis dos mejores amigos Dylan y Colin toman asiento en frente de mí.

- Olivia, amor mío, te pido que me hagas caso de una vez porque voy a morir de desamor si no recibo aunque sea un beso tuyo antes de los veinte.- Dice Dylan tratando de imitar mi voz, lo que me hace volver a poner los ojos en blanco.

- Oh Dominic amor mío, no te lo he dado porque llevas tres años pareciendo un acosador y mirándome por los rincones en vez de intentar conocerme y hablarme de frente.

Contesta esta vez Colin imitando un tono de mujer.

- Ja Ja Ja. Muy gracioso.- Les respondo yo con cara de pocos amigos.

- Vamos Dominic tienes que acercarte de una vez por todas. Solo nos quedan cinco meses de clases y basado en como lo has llevado estos últimos años, no tienes ni idea de si ella te va a decir que no.- Comenta Dylan tratando de convencerme de invitarla a salir.- Invítala a un helado al menos.

- Eso es cierto, si no lo intentas nunca vas a saber.

Le sigue la corriente Colin. Me han abordado con la misma conversación desde que estábamos en décimo grado, que fue cuando descubrieron que tenía un crush en Olivia.

- ¿Cuántas veces les tengo que decir que paren con esto?- Les grito en susurros.- Podría escucharlos.

- Por favor si está al otro lado de la cafetería con los cascos puestos. Deja esa paranoia.- dice Colin.

Hermano, sabes que te quiero, pero no haces nada sentado aquí sin hacer nada. - dice Dylan mirándome serio.- ¿Quieres saber cuántas veces vas a escuchar el mismo discurso de nosotros?- Por favor ilumíname para saber cuándo esta tortura va a para poder seguir observando al amor de mi vida en paz, lo pienso, pero no se lo digo.- Hasta el último chance que tengas de hablar con ella, porque te hemos visto mirarla desde lejos con ojos de perro enamorado sin saber qué podría pasar si hablas con ella.

Después de escuchar eso, giro un poco la cabeza y dirijo mi mirada hacia ella, lleva un hoddie gris con carritos naranjas, que le debe de quedar al menos dos tallas más grandes, combinado con unos simples leggings negro que le resaltan la figura, con unos calcetines Nike blancas que resaltan en el negro de los leggings, junto con unos airforce1 blancos. Su cabello cae suelto en unos rizos color café. No creo que lleve maquillaje, y la verdad no le hace falta porque es hermosa tal y como es, no es muy alta, no llega al metro sesenta y cinco. Eso comparado con mi uno ochenta es una pulga. Pero eso la haría mucho más fácil de levantar a la hora de

- ¿Dominic me estás escuchando?- doy un respingo cuando escucho la voz de Dylan llamando.- Ve hacia allí ahora.

- ¿Qué?- pregunto sorprendido.

- Me escuchaste fuerte y claro ahora no?- me dice con una sonrisa que asusta.- ¿Sabes? Antes, cuando estabas soñando despierto, te estaba diciendo que te iba a ayudar a idear un plan para invitarla a salir y que todo saliera bien, y que ante todo no lo estropearas. Pero como tener alucinaciones en tu cabeza de quien sabe que…

- Estaba pensando en

- No quiero siquiera saber, no me quiero traumar- me corta Dylan.- Ahora vas a ir allí y te vas a sentar junto a ella y le vas a preguntar qué música está escuchando.

- Estás loco, no pienso hacer eso.

- Si no te levantas tú solo te llevo yo a empujones.

Miro a Colin pidiendo ayuda, pero me da una mirada como si esto fuera el mejor show de televisión que ha visto en años.

- No te atreverías.- Le respondo a Dylan.- ¿Verdad?

- Pruébame.

Esas son las únicas palabras de Dylan. Autoseguido me levanto en camino hacia donde se encuentra Olivia. Sé muy bien que Dylan es capaz de hacer lo que me dijo. Una vez en mi casa me reto a decirle a mis padres que era gay, obviamente ese veía que era fingido Pero como gran hijo de puta que es me beso delante de mis padres para hacerlo más creíble. De todas formas mis padres no me creyeron, pero desde entonces le dicen yerno. No quería tentarlo a que hiciera un escándalo arrastrándome por toda la cafetería hasta llegar a la mesa de Olivia.

Estoy a unos pasos de distancia cuando unos hermosos ojos verdes cubiertos por unas largas pestañas oscuras se posan en mí.

- Hola- saludo y siento como mis mejillas se calientan, ¡Qué vergüenza!

- Hola

Me contesta de forma tímida mirando hacia otro lugar con sus mejillas un poco sonrojadas.

¡QUÉ HERMOSA SE VE SONROJADA!

Tengo que parar de decir lo hermosa que se ve, creo que el punto está claro. Pero lo puedo aclarar, más si necesitan, nunca voy a cansarme.

- Mi nombre es Dominic Ford.- digo mientras le sonrió y le ofrezco mi mano.

- Lo sé, hemos estado en las mismas clases desde noveno grado.- Claro que sabe quién eres, ¡estúpido! Llevan años en la misma clase- Mi nombre es Olivia Harris.

Dice mientras estrecha mi mano devolviéndome la sonrisa, sigue un poco sonrojada lo que la hace más… está bien, no lo diré más pero, que difícil.

- Lo sé - le contesto – como dijiste hemos estado tomando las mismas clases los últimos tres años.

Nos quedamos en un silencio un poco incómodo, me giro un poco disimuladamente para ver a mis amigos haciéndome señas de que continúe. Hago un pequeño sonido con la garganta antes de continuar.




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