Y ahora ¿qué digo? #2

18*** La fortuna apesta.

Penny miró su galleta de la fortuna y gruñò antes de lanzar una mirada de fastidio hacia la cocina, hacia donde había visto a Owen pasar hacìa algunos minutos. Agradecía que èl no hubiera intentado quedarse con ellos porque no quería verlo, y por alguna razón tampoco querìa que estuviera allí cuando Jason llegara.

Se preguntò por cuarta vez si quizà debería marcharse, después de todo, aquella era la casa de los padres de Owen y el tenía todo el derecho del mundo a estar allí, ella solo era la amiga de Allyson.

-¿Y tu, Penny?

-¿Eh?

-¿Que dice tu galleta? -preguntò Allyson.

-''Cuida tus espaldas... Cosas malas están por suceder.'' -leyó.

-Al parecer, la galleta de Penny la odia -bromeó Tyler.

Todos comenzaron a reír y Penny río con ellos. Tal vez hubiera sido bueno que la galleta le dijera eso algunos minutos atrás, cuando Owen, el indiscutible portador de su mala suerte, aun no había llegado.

Tomó su teléfono y envió un mensaje a Jason.

''Mi fortuna apesta, espero que la tuya sea mejor.''

No recibió respuesta, así que Penny imaginó que debía seguir ocupado en cualquiera que fuera esa cosa que parecía amenazar con volverlo loco. Sonrió y volvió a prestar atención a sus amigos, justo a tiempo para que su mirada chocara, solo por un segundo, con los ojos de Owen fijos en ella.

¡Ay, carajo, ya querìa irse de allí!

Quizà podía esperar un poco más, hasta que Jason llegara, después de todo, ya pasaban de las ocho de la noche. Unos minutos mas, unos minutos menos... Mientras Owen no se acercara y la obligara a golpearlo, todo estaría bien. Èl no se atrevería a acercarse, no con Allyson y los demás allí.

Sintiéndose un poco más confiada con aquel pensamiento, PEnny se olvidó de que Owen estaba a escasos metros de distancia, seguramente arriba en su habitación, y volvió a divertirse con los chicos. Aceptó otra lata de cerveza que Ella le ofreció y luego otra y otra, al cabo de una hora estaba tan relajada como el alcohol le permitía estarlo.

Ni siquiera recordaba donde había dejado su teléfono, aunque lo había tenido con ella todo el tiempo y no se había movido de allí desde que recordaba haberlo usado. ¿Que importaba? Aquella era la casa de Allyson, había recuperado todo lo que había perdido allí, menos su virginidad, pero eso era algo en lo que no querìa pensar en ese momento, bajo las influencias del alcohol.

-¿Donde vas, Penny?-le preguntò Allyson, al verla levantarse tambaleante del sofá.

-Voy a hacer pipí -susurró, aunque igual todo el mundo pudo escucharla -Y no necesito su ayuda, porque todos ustedes están más ebrios que yo.

-No discutiremos eso -gritó Paul.

Penny esperaba no estar hablando al mismo tono que lo hacían sus amigos.

Caminó hasta el baño cantando una canción que no recordaba conocer. Hizo pipí y luego se lavó la cara para intentar disipar la borrachera y se recogió el pelo para no lucir desarreglada.

Se sorprendió al salir del cuarto de baño y encontrare con Owen de pie contra la pared. Penny quiso darse la vuelta, pero no tenía sentido volver a encerrarse ahí dentro, así que tomó todo el valor que poseía, intentó sacudir su cerebro de todo el alcohol en el que estaba sumergido y se cruzó de brazos.

-¿Qué haces aquí? -cuestionó con la voz más serena y a la vez amenazante que disponía.

-Es la segunda vez que me haces esa pregunta esta noche... -contestó, con una sonrisa ladeada que solo logró poner a Penny más nerviosa, si acaso era posible.

-Y es la segunda vez que no me respondes. ¿Vas a decirme que quieres o tengo que golpearte un poco antes de que hables?

Era la primera vez en mucho tiempo que estaba realmente a solas con Owen, mejor dicho, era la primera vez que estaba a solas con Owen desde que èl la había dejado por otra. Para ser sincera, era la segunda vez que lo veía, la primera había sido en la fiesta de cumpleaños de Allyson, asi que Penny suponía que era normal sentirse incómoda en su presencia.

-Oye, nena, no es necesario que te pongas violenta. Solo quiero hablar contigo.

-En primer lugar, no me llames nena, es la única cosa de los 80's que no me agrada, tal vez porque lo dices tu. En segundo lugar, no quiero hablar nada contigo.

A Penny le molestaba de una forma que no sabía explicar, le molestaba Owen y le molestaba aún más tenerlo cerca. Pero ella era una persona de paz y mientras èl no se acercara demasiado e no herirlo con otra cosa que no fueran sus palabras.

-Dijiste que hablaríamos luego -habló èl, esbozando una desagradable sonrisa de prepotencia que parecía acompañarlo a todos lados-En la fiesta de Allyson ¿Lo recuerdas?

-Si, lo recuerdo. Por ''luego'' me refería a otra vida, en la que no seas un cretino. -escupió -. Apártate, me voy a casa.

Èl se movió demasiado rápido, tanto que Penny no pudo predecir su movimiento hasta que lo tuvo demasiado cerca, inmovilizándola contra la puerta del baño con los brazos a ambos lados de su cuerpo.



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Editado: 23.04.2018

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