—No creo que sea una buena idea sentar a la tía Rhina junto a tío James y su nueva concubina.
Jesica asintió con cansancio, solo preguntándose quien usaba la palabra concubina en pleno siglo XXI. También se preguntaba por qué era tan común que sus pensamientos se fueran por las ramas siempre que estaba con Penny.
—Entonces no los pongas juntos —sugirió.
—Bien... —musitó Penny, con un gesto tan serio que Jess casi se ríe— podemos poner a tío James en la mesa 4, ahí va a estar mi prima Pam, viene desde Austria solo para tu boda.
Jess apoyó la cabeza en el sofá frente a ella y asintió. Ahora era capaz de entender por qué Jason había salido huyendo tan pronto la vio llegar. El muy desgraciado tenía un sexto sentido, o tal vez Penny le había contado que tenía preparado agobiarla hasta la muerte.
» Por cierto, Elise dice que las invitaciones deben enviarse cuanto antes a los que están fuera del país.
—Lo sé...
—¿Pasa algo? —dijo, levantando la vista hacia ella.
—Nada. ¿Dijiste que tenías helado en el refrigerador?
Penny hizo una mueca.
—Tu dijiste que no probarías ese coctel de calorías —dijo, poniendo los ojos en blanco— y déjame decirte que me caías mejor cuando comías sin pensar en engordar. A veces pienso que eres un pequeño clon de Allyson.
—Tú fuiste quien me dijo que iba a rodar como pelota de playa— le acusó.
—Te dije que cuidaras un poco —dijo, enfatizando en aquella última palabra—no que te volvieras una loca maniaca que solo piensa en dietas.
Jessica optó por ignorar las dulces palabras de Penny mientras se enfilaba hacia el refrigerador en busca del bote de helado.
—¿De qué es? —preguntó con la cabeza metida dentro del refrigerador.
—¿Eh?
—El helado, Penélope, ¿De qué es?
Penny puso los ojos en blanco, mientras permanecía con su atención en la disposición de los lugares para la boda.
—Es de chocolate, pero eso lo hubieras sabido si hubieras destapado el bote, o al menos si leyeras la etiqueta.
—Preguntarte es más divertido.
Jess volvió a sentarse junto a ella, mirando lo que hacía. La verdad era que a Penny se le daba muy bien aquello de las celebraciones y la organización.
—Eres realmente buena en esto, no sé qué, haría sin ti— admitió.
—Sí, Jessy, entre otras cosas, para eso son buenas las damas de honor, para ayudar —sonrió—. Me pregunto si Brett tardará mucho más en elegir padrino.
Jess hizo una mueca. Por lo general, ella y Brett no hablaban mucho sobre los preparativos de la boda, más allá de algunos comentarios sobre cómo iban las cosas. Ella no recordaba que él no había elegido padrino aún. ¿Qué clase de novia era?
—¿Por exceso de candidatos? —bromeó.
Penny intentó ocultar la risa con una tos, pero falló.
—Eso fue cruel. Mejor deberías convencerlo para que, por Dios, se decida ya.
—¿Por qué no Dave?
Jess debía admitir que la idea de que Dave fuera el padrino de su boda no la hacía demasiado feliz, pero era el hermano de Brett y no podía negarse si él tomaba esa decisión.
Penny negó rotundamente, dedicándole una mirada que Jess no comprendió.
—¿Estás loca o ciega? —preguntó— Eso no sucederá, Jessy, Brett y Dave no son los mejores amigos, ni siquiera hermanos normales, creo que eso es obvio.
—Por supuesto que lo es, pero...
La chica dejó de lado lo que estaba haciendo, poniendo su expresión más seria.
—Pero nada. Sé que lo sabes, Brett no es nuestro hermano biológico y... digamos que tantos años después Dave no termina de aceptar que tiene un hermano, al menos eso es lo que dice mamá —Jessica se fijó en la contracción casi imperceptible del labio de Penny, como si intentara contenerse para no decir más de lo que debía.
—Eso es absurdo.
—¡Y que lo digas! Según mamá no fue fácil para David la llegada de Brett, ser relegado a un segundo plano por el chico que acababa de perder a su mamá; para mí fue distinto, más fácil. Y bueno...lo de Miranda solo lo empeoró. Para Dave si Brett está en medio, nadie más que él puede ser culpable y nunca aceptaría ser el padrino de su boda, tampoco creo que Brett se lo pidiera.
» Tal vez, incluso debamos arrastrarlo para que vaya —hizo una mueca antes de volver a poner su atención en la organización de los asientos.
Por la próxima hora, Penny y Jessica permanecieron inmersas en colocar a todos de forma que no se asesinaran, lo cual parecía ser bastante difícil entre los Henderson.
Editado: 24.04.2018