Y ahora ¿qué piensas? #4

5*** Dont call me baby.

—¡Dios, Allyson! Te he buscado por todas partes —exclamó Penny, dejándose caer junto a ella en la mesa— ¿Qué haces aquí?

Allyson le lanzó una breve mirada y luego volvió su atención a sus apuntes, evitando que salieran volando. 

—¿No es obvio? Estudio un poco, tengo un examen dentro de, exactamente, dos horas —respondió consultando con su reloj.

—Te he llamado un millón de veces y no contestas.

Tomó su teléfono mirando la pantalla, en efecto, Penny la había estado llamando. Le quitó el silencio al aparato y le lanzó una sonrisa burlona a su amiga. 

—Si, cinco ahora es el nuevo millón —se burló.

Penny ignoró la ironía en su voz y tomó uno de sus apuntes, con la mano libre tomó una de las galletas que Allyson había estado comiendo durante toda la mañana. 

Contuvo una carcajada cuando su amiga hizo una mueca y comenzó a escupir lo poco que se había llevado a la boca.

—¡Qué horror, Ally! ¿Qué estás comiendo? 

—Son galletas de salvado —explicó, quitándole su galleta de las manos— y son saludables. Tal vez deberías comer unas cuantas. 

—Sabe a heno.

—Si señor, el heno es como chocolate para mi. Aunque no sé si deba preocuparme porque conozcas el sabor del heno.

—Sabes a lo que me refiero, Allyson. 

Se preparó para responderle con cualquier comentario que la hiciera rabiar un poco, pero entonces su teléfono comenzó a sonar. A Allyson le costó unos segundos identificar el tono de llamada que, en un arranque de locura, le había puesto a Dave.

Era muy tonto, porque Allyson ni siquiera había tenido la certeza de que él volvería a llamarla alguna vez, pero lo había hecho de todas formas porque le parecía una broma estupenda, aunque solo ella la disfrutara.

Por un momento pensó en ignorar la llamada, por mas de una razón ella no quería mantener una conversación con Dave en presencia de Penny. Ingenua, mantuvo la esperanza de poder relegar la llamada fingiendo que se trataba de cualquier persona molesta en el mundo, pero cuando miró a su amiga y la encontró con una ceja enarcada y con esa media sonrisa que Allyson sabía que anticipaba dolores de cabeza, comprendió que daba igual si contestaba o no, porque Penny ya sabía de quien se trataba.

Penny conocía esa canción tanto como ella.  Ni siquiera podía calcular cuantas veces ambas la habían cantado, saltando sobre la cama, así que era imposible que no hubiera captado las similitudes.

—Vamos, Ally, contesta, no hay problema. 

Allyson gruñó antes de resignarse a contestar. La musica no paraba, como si Dave estuviera dispuesto a torturarla por un buen rato. ¿Por qué no había dejado el aparato en silencio?

Respiró profundo, esperando que su voz sonara tan calmada como siempre, antes de contestar. 

—¡Vaya, mira lo que ha traído el viento! —ironizó al contestar, antes de permitirle a Dave decir alguna cosa. 

Sonrió cuando escuchó su habitual gruñido. 

—Si lo de desaparecer es un plan, no va a funcionar, Allyson —la acusó, sin siquiera saludar. Por alguna razón, eso no la sorprendía, de todas formas—. Dijiste cinco citas, pero no que tardarías una eternidad entre una y otra. Quiero terminar con esto.  

Escuchar como remarcaba cada palabra de esa última frase, le causó bastante gracias. Lanzó una mirada a Penny junto a ella, quien también sonreía. 

—Me halaga saber que me extrañas, sin embargo, cariño, me veo en la obligación de aclararte que, cinco citas tampoco quiere decir que las tuviéramos una tras otra.

—Bueno, si —replicó, como si le restara importancia. Allyson estaba segura de que lo hacía —. Ha pasado más de una semana y no quiero gastar toda mi vida en esta estupidez. Llegado a este momento ni siquiera tengo una idea de por qué acepté. 

Estas últimas palabras fueron un gruñido casi inentendible, Allyson hizo todo lo que pudo para contener la risa, pero decidió pincharlo un poco más. 

—Aceptaste porque era inevitable, Dave. No te culpes; no eres débil, yo soy irresistible.

—¿Cuándo dejas de decir tonterías? 

—Cuando tu dejas de fingir que no te interesan éstas citas tanto como a mi —contraatacó de inmediato.

Lo escuchó bufar a través de la linea y por un momento pensó que estallaría, pero Dave la  sorprendió mostrando un estupendo control de sus reacciones. 

—¿Vas a decirme cuando es la próxima estúpida cita o tengo que esperar a que superes tu etapa de adolescente con retardos? 

—Te llamaré —indicó y rápidamente lo escuchó quejarse—. No sufras, amorcito, no pasará mucho tiempo. 

Tras decir esto, finalizó la llamada antes de que Dave pudiera volver a replicar, ya que parecía encantarle, y volvió su atención a Penny. 



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En el texto hay: amor adolescente, rechazo, reto

Editado: 25.05.2018

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