Lo nuestro no se rompió de un golpe,
fue como un cristal que se astilla lento,
sin que nadie lo note al principio.
Tus palabras dulces escondían filo,
y cada "te amo" que dijiste,
me cortó un poco más.
Ahora llevo cicatrices en la piel del alma,
y aunque nadie las vea,
sé que sangran cada vez que susurro tu nombre.
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dolor del pasado y un nuevo comienzo, escritos desde el alma, poesiadedesamor
Editado: 02.03.2025