Lo primero y principal que debes tener en cuenta a la hora de escribir tu libro o novela es la historia. ¿De qué va a tratar? ¿Cuál es la historia que quiero contar? Aunque parezca obvio al principio, si no tienes claro éste aspecto, verás que muy pronto podrías caer en el error de recurrir a clichés repetitivos y que, la mayoría de las veces, pueden causar la pérdida del interés por parte del lector. No me malinterpretes, no está mal recurrir a un cliché o dos durante el desarrollo de tu historia, siempre y cuando, estén bien desarrollados y mantengan la intriga y el interés del lector. Que al fin y al cabo, es lo que uno busca al escribir un libro; mantener el interés del público lector al que irá dirigido.
Otra cosa que podría pasarte si no tienes claro éste aspecto de tu historia, es que te podrías terminar estancando y caerías en lo que es “el bloqueo creativo”. Causando que puedas terminar perdiendo la motivación de escribir y tu novela pueda terminar “naufragando” por decirlo de alguna manera. Sin embargo, debes entender que el proceso de escribir una novela o un libro no es lineal. Por el contrario. Es cambiante; tus ideas van evolucionando a medida que vas escribiendo e incluso puede llegar a ser hasta frustrante por momentos. Pero no te preocupes por eso, lo importante es que no permitas que eso te abrume y termine desmotivandote como escritor.
Está perfectamente bien, y es completamente normal sentirse frustrado por momentos. Después de todo, los escritores también somos seres humanos que debemos aprender a reconocer nuestros límites al momento de desarrollar alguna actividad. Cuando sientas que puedas comenzar a sentirte abrumado o comiences a sentirte desmotivado, tomate una pausa. Date un tiempo y permite que tu mente descanse y se distraiga del estrés y el cansancio de escribir. En lo personal, a mi me sirve mucho escuchar música para relajarme cuando comienzo a bloquearme.
Entonces ¿Cómo puedo tener clara la historia que quiero contar sin abrumarme o bloquearme? Simple. Organizando las ideas principales e iniciales que tengas. Puede ser con una lluvia de ideas, un esquema, o alguna otra forma de organización que te sirva. Ésto te permitirá tener claras las ideas iniciales que tengas y mantener cierta organización para evitar terminar enredandote durante el proceso.
Por ejemplo: supongamos que quieres escribir un libro sobre un hombre cuya hermana desapareció tres años atrás y ahora debe dejar su hogar para salir a buscarla. El protagonista es el hombre; eso está más que claro; pero, ¿Cuál es la historia que quiero contar? sufrió una pérdida, su hermana desapareció ¿eran unidos?, toma una decisión difícil que es, precisamente, la de abandonar su hogar, etc.
Es necesario saber y tener claro cuál es la historia que quiero contar. La trama de la novela llegará después pero en un inicio, bastará con tener clara cuál es la historia.
Por último, pero no por eso menos importante, no tengas miedo de las ideas que surjan porque en un inicio te parezcan locas o incluso descabelladas. No te autocensures. Deja que las ideas vayan llegando y permite que fluyan aunque en un inicio te parescan poco interesantes, locas o descabelladas. Después de todo, si está bien escrita y bien desarrollada, hasta la idea más simple o loca puede terminar resultando en una historia increíble que termine atrapando al lector y lo deje con ganas de seguir leyendo más tu historia.
Para culminar éste capítulo, y para hacer un breve resumen de lo escrito durante éste capítulo, no tengas miedo de tus ideas. Aunque puedan no tener mucho sentido en un inicio o parecer aburridas. Tampoco te preocupes si en algún momento, algún aspecto de tu historia cambia y no lo terminas escribiendo como lo tenías planeado en un inicio, después de todo; y como mencioné anteriormente; el proceso de escribir un libro no es lineal y las ideas pueden cambiar y evolucionar con el tiempo. Permite que tus ideas fluyan sin restricciones y permítete disfrutar del proceso de escritura. Sin embargo, procura mantener siempre un cierto nivel de organización para evitar abrumarte y bloquearte. Usa el método que más te ayude o sirva para organizarte, ya sea un esquema, una lluvia de ideas, etc.
Y lo más importante, no te exijas más de lo que puedes dar. Tomate tu tiempo al momento de escribir cada capítulo de tu novela y permite que tu mente descanse. Sé consciente de tus propios límites y no te preocupes si un día escribiste un capítulo de seis hojas pero otro solo pudiste escribir una hoja sola. No te presiones. Ten por seguro que al momento de escribir, cada página es igual de importante; pero lo más importante siempre va a ser tu propia salud mental. No tengas miedo de tomarte un tiempo para permitirte distraerte y que tu mente descanse, y no te sientas mal por sentir que necesitas un descanso. Después de todo, hasta los escritores también somos seres humanos que debemos respetar nuestros límites. Lo más importante es siempre procurar disfrutar de lo que hacemos al mismo tiempo que procuramos cuidarnos a nosotros mismos.
Editado: 04.01.2024