¿y cómo empiezo...?

Principio, desarrollo y final

Muy bien, ya sabes qué historia quieres contar, ya sabes el contexto, ya decidiste el tono, ya estableciste los escenarios y las atmósferas y ya te encargaste de escribir tus personajes. ¡Excelente! Ahora llegó el momento de estructurar todo eso y comenzar a escribir finalmente tu historia. ¿Y cómo lo haces?sencillo, estableciendo un principio, un desarrollo y un final. Otra forma de verlo es, evento desencadenante, momentos clave y finalmente el desenlace. 

En lo personal, a mi me gusta verlo de la segunda manera, pues es una forma más concreta de establecer los distintos momentos de una novela. Menciones antes que al momento de escribir una novela, es necesario tener bien en claro todos los aspectos de la misma para evitar agobiarte al momento de escribir. Lo que yo hice cuando escribí mi novela “Entre Romance y Dragones” fue hacer una lista con todos los capítulos y destacar lo más importante que sucedía en cada uno de ellos; lo que luego me sirvió como guía al momento de escribir mi novela.

 

Evento desencadenante:

Pero ¿Cuál es el evento desencadenante?. Bueno, tal como su nombre lo dice, el evento desencadenante es el evento que provoca; o desencadena; los demás eventos de una historia. En otras palabras, es lo que inicia la trama principal de tu novela. Éste suceso suele provocar un cambio significativo en la vida de los personajes principales y establece el curso de los eventos subsiguientes en la historia. 

Un evento desencadenante puede ser, por ejemplo, que detone un conflicto en la vida de los personajes, una revelación que ponga de cabeza sus vidas, un cambio de circunstancias o cualquier evento que, como mencioné anteriormente, termine desencadenando los eventos de la trama principal.

 

Momentos clave:

Si quieres escribir una historia o una novela, es necesario que tengas muy claro cuales van a ser los momentos clave en la misma. Después de todo, éstos momentos son de vital importancia a la hora de mantener el interés del lector en tu novela y de impulsar la trama de tu novela. 

Estos momentos suelen incluir el evento desencadenante (que inicia la acción principal y ya mencioné anteriormente), el punto medio (donde se produce un giro importante o se intensifican los conflictos) y el clímax (que es el momento culminante de la tensión dramática). Además, también pueden haber otros momentos clave como revelaciones importantes, decisiones cruciales de los personajes o confrontaciones significativas.

 

Desenlace:

Finalmente, tenemos el desenlace de nuestra historia. El final. Y debes tenerlo muy claro desde antes de comenzar a escribir. Pues es necesario que sepas hacia que rumbo se dirige tu historia.

El desenlace en una novela es la parte final de la trama, donde se resuelven los conflictos principales y se proporciona una conclusión a la historia. En esta etapa, los hilos argumentales suelen llegar a su clímax y se revelan las consecuencias finales de las acciones de los personajes. 

El desenlace puede brindar cierre a las diferentes subtramas, ofrecer un epílogo que detalle el destino de los personajes después de los eventos principales, o dejar abierta la posibilidad de continuación para la historia en el futuro. El desenlace es crucial para proporcionar sentido y satisfacción al lector al completar la experiencia narrativa.

Una historia, sin embargo, puede tener distintos tipos de finales dependiendo del autor y qué tipo de final le quiere dar a su novela. Además, obviamente, el tipo de final va a depender de la trama de tu novela y del tono de la misma y del mensaje que tú, como autor, desees transmitir al lector.

 

Distintos tipos de final:

Cómo mencioné anteriormente, existen varios tipos de finales que pueden utilizarse en una novela, dependiendo de la trama y el tono general de la historia. Algunos ejemplos incluyen:

 

  • Final feliz: Los personajes principales alcanzan la felicidad, se resuelven los conflictos y los problemas principales.

 

  • Final trágico: Los personajes principales sufren pérdidas significativas o enfrentan un desenlace negativo.

 

  • Final abierto: La historia termina sin resolver completamente todos los conflictos, dejando espacio para la interpretación del lector.

 

  • Final irónico: La conclusión de la historia contradice las expectativas del lector de una manera irónica o inesperada.

 

  • Final sorpresa: Se revela un giro inesperado en los acontecimientos que cambia completamente la perspectiva de la historia.

 

  • Final circular: La novela termina donde comenzó, lo que puede mostrar un ciclo completo de eventos o un retorno a la situación inicial.

 

Cada tipo de final puede tener un impacto emocional y temático diferente en la historia, y la elección del final depende en gran medida del mensaje que desees transmitir como autor.

En resumen, antes de comenzar de lleno a escribir tu novela, ten en cuenta la sucesión de eventos en la misma y procura organizarte bien antes de comenzar. Ten en claro cuál será el evento desencadenante, cuáles serán los momentos clave, cómo será el desenlace y finalmente, qué tipo de final deseas darle a tu novela.




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