Y Cruzo la Lìnea.

Capitulo XIV

Una  noche  oscura  en aquel  lugar,  paula  en una  habitación sola,  aislada, con  mirada  fija  al  techo sin querer  probar  bocado.  Así  pasan semanas  donde  las  enfermeras  cumplían  con  su  labor  de  restaurarla  para  que  aquella  mujer  se  levantara  y  caminara por  aquellos  estrechos  pasillos  donde  pasaría  largo  rato  de  su  vida  adulta.

 

Una  mañana  calurosa  de  aquella  ciudad  de  montañas  altas  y  sol    fijamente  definido  ,  hacía  mucho  calor   como  en el desierto de  Siria.  Aquella  mujer  de  cabellos  rojos  comienza  a  realizar  contacto  con  la realidad  que  la  rodea  y  empieza  a gritar:

 

-. “Sáquenme  de  aquí,   se  está  quemando  todo  sáquenme  de aquí”.

 

Después mira  a  sus compañeras  tranquilas  como  autómatas caminando por  el  jardín ,  y comprende  que  no está  encerrada  solo  se  sentía  atrapada  en sus  propios  pensamientos.

 

Aquellos  pensamientos  que  nublaban  su  cordura, como pajal, como  hierva que crece  sin rumbo y se  entrelazan sin sentido, así  pues  la voz  de  la  pequeña  Paula  empieza  a manifestarse  en aquello espacio  abierto  delante  de  otras  mujeres  con  múltiples  trastornos  mentales.

 

 

Paula dice:

 

“Yo soy  un bebe, cámbiame  el pañal” .  Al percatarse  aquella  señora  de avanzada  adultez  se  da  cuenta  que  va  orinando sin controlar  esfínteres  por  voluntad  propia  en todos  los  pasillos.

 

La  voz  de  niña  le había  indicado  que  se  orinara. Y ella obedeció.

 

Más  tarde aparece  una  nueva voz  , opacando  a  la  niña  Paula.  Diciendo  que  se encierre  en su  habitación.

 

-. “Paula, yo  soy  la  que  debe  estar  aquí la  dueña de este lugar, la  más  sexy  mujer  que  existe  en  los  alrededores, vamos  a pintarnos  la  boca  de  color  rojo  carmesí. (rojo fuerte)  para dominar  al  mundo.

 

Aquella  paula  internada,  saca una  fuerza  descomunal  y corre  por  todas  las  habitaciones  hasta  encontrar  el  cuarto  de  aseo  del  centro  psiquiátrico.  Allí  se  encuentra  una  cartera  de  una  de las  trabajadoras  del  lugar  y  encuentra  un  labial  rojo;  Lo  esconde  y  sale  despavorida.

 

En  la  mañana  siguiente,  todas  se  encuentran  en el  espacio  para  recibir  el desayuno  y  de repente  aparece  paula con  los  labios  pintados  fuera de la linea  colo  rojo  sangre,  postura   encorvada  con  voz gruesa, cabellos  alborotados,mirada  fija,  ceño  fruncido  y  exclama  a  continuacòn:

 

 

 

 

 

 




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