Y de repente… soy madre

Capítulo 10

Que todo termine, esto es lo que deseo en este momento. No puedo soportar ver más noticias falsas sobre mí.

—Solo quince días más, pequeña, solo quince días más y todo termina —murmuro a Alice, que me mira con sus hermosos ojos color miel como si me entendiera.

El lanzamiento de la colección está cerca, lo que ha dado lugar a varias reuniones entre Logan y yo. Estar en la portada de una revista es una cosa, pero estar en las portadas de todas las revistas es demasiado para mí. No puedo esperar a que todo esto termine, Alice necesita conocer el mundo exterior, pero no podemos salir todavía. Ahora, con casi dos meses, mi pequeña tiene los mismos rasgos que Loren, será la mezcla perfecta de sus padres.

Mi mayor preocupación es la custodia de Alice, pues a pesar de que Loren dejó en su testamento que su hija sería mía, todavía tenemos que lidiar con la parte judicial y podemos decir que esta ha sido la peor parte. El proceso está siendo el mismo que el de una adopción, y particularmente no me imaginé que me tardaría tanto en conseguir su custodia. Bruce me ha ayudado con esto, tener un amigo abogado nunca ha sido más útil en mi vida.

Dejo a Alice en su cochecito y la llevo a la cocina. Necesito cocinar algo para comer, ya que durante las últimas semanas he estado viviendo de comida rápida. Abro los armarios, pero nada parece tan apetecible como un trozo de pizza cuando el ruido del timbre se hace presente. Preguntándome quién podrá ser, tiro de Alice hacia la puerta junto conmigo. Al abrirla me encuentro a Bruce que carga con dos bolsas.

—Dime que es comida. —Señalo sus manos.

—Me alegro de verte de nuevo, y sí, estoy bien, gracias por preguntar.

—Lo siento, me muero de hambre.

—¿Puedo? —Señala hacia el interior de mi apartamento.

—Por supuesto. —Le doy paso y él entra sin pensarlo dos veces—. ¿Qué te trae por aquí? No me digas que es una mala noticia.

—Relájate, Am, solo vine a ver cómo estabas.

Bruce pone las bolsas en el mostrador y saca las cosas. Salivo cuando veo la comida y él se ríe mientras va a sacar a Alice del carrito, jugando con ella en su regazo.

—Tu obsesión por la comida debe ser tratada, Am.

—Voy a tener el lanzamiento de una colección en quince días, tengo derecho a descargar mi ansiedad en la comida.

—Bien, pero si esto continúa…

—Lo sé, Bruce, voy a ir al médico.

Él sonríe. Nos sentamos en el sofá, yo con el plato de comida y él con Alice en sus brazos. Es adorable la forma en que cuida de mi bebé, la trata como una muñequita de porcelana que puede romperse en cualquier momento, me parece tierno, a pesar de los locos momentos de sobreprotección que tiene con ella.

—Le agradas.

—Imposible no hacerlo. —Me guiña un ojo.

—Tu ego es enorme, Larsson.

—¿Qué vamos a hacer para celebrar su mesversario?

—No he pensado en nada —le respondo mientras continúo alimentándome y no miento sobre eso.

—Amber Prescott.

—¿Qué?

—No vamos a dejar que pase desapercibido. Es su primer mes de vida.

—Bien, puedes hacer lo que quieras. —Él sonríe.

—Tu tía es una desnaturalizada Alice, sí, lo es. —La bebé sonríe ampliamente mientras Bruce la mece en su regazo. La risa de Alice nos hace sonreír junto con ella—. El mejor tío del mundo te hará una pequeña fiesta.

—¡Bruce no! Es su segundo mes. —Recién soy capaz de reaccionar, la falta de alimento en mi cuerpo me tenía atontada y no había caído en cuenta que él mencionaba que mi niña iba a cumplir un mes cuando en realidad son dos.

—¿Y cuál es el problema, Am? Con más razón, se nos pasó el primero, así que celebrémosle el segundo con un pastel y en compañía de las personas más cercanas a nosotros.

Pongo los ojos en blanco. Nada le hará cambiar de opinión, y eso me irrita ligeramente. No quiero un desorden en mi casa, y mucho menos varias personas en ella. Pero Bruce se empeñará en hacerme la vida imposible hasta conseguir mi aceptación, y si no lo logra él, lo hará Kevin.

—Entonces, tú pagas. —Se ríe, acercándoseme.

—Sabes que lo haré.

Mi cabeza está apoyada en su pecho, Alice nos mira con su hermosa y desdentada sonrisa.

—¿Has pensado en la propuesta de Christopher?

—Sí —contesto rápidamente.

—Y entonces…

—La rechazaré, no puedo irme de aquí, Alice merece tener a sus abuelos cerca, tíos increíbles con los que pasar el tiempo y visitar los mismos lugares donde alguna vez estuvieron sus padres, su vida está aquí, no puedo simplemente desaparecer por un pequeño error mío.

—Me alegro de que se queden, porque si no mi sueldo se iría por completo en los billetes de avión para irlas a visitar. —Me causa gracia lo que dice.

Bruce pone a Alice en su cochecito de cara a nosotros para luego concentrarse en su móvil, mientras yo comienzo a hojear los canales de televisión, buscando algo interesante que ver; más de sesenta canales y ninguno me llama la atención.



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En el texto hay: romance, drama, madre soltera

Editado: 03.02.2023

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