Corríamos lo más rápido que podíamos, para mi desgracia el dolor de mi pie era similar hacer llenada por agujas, que no dejaban de perforar mi piel, pero aun así seguí adelante, sin titubear, como siempre mi madre me enseño, después de correr casi 7 minutos llegamos a una parte de la casi infinita universidad, el edificio contenía unas letras en dorado que decían: "Buenas Artes" me abrace a mí misma al sentir la sensación de vacío en mi estómago, no sé por qué pero esa sensación realmente me agrada, sonreí caminando hacia la entrada de una de las clases, Benjá me extendió su mano con una convincente sonrisa, respire profundo, tomando su callosa mano, me confundí bastante, puesto que él era el heredero de una de las compañías más famosas del mundo, tal vez sus horas de trabajo en dicha compañía lo consumían así. Entramos al salón de clases, con todas las miradas puestas en nosotros, más bien en nuestras manos entrelazadas, apreté aún más fuerte su mano, pues los nervios me consumían y que mejor forma que hacerlo con estilo, y tu ex barra mejor amigo.
- Señor Wateralam - Y ya empezamos - ¿Se puede saber qué horas son estas de llegar? - pregunta la maestra, que sin duda acaba de ganarse mi odio, ella me mira - ¿Y usted, señorita...? - Mira una hoja de papel, que asumo que tiene mi nombre - Señorita Proulx.
- Bueno... - Empieza Benjá con su escusa - Es que Evolet y yo nos habíamos conocido hace algunos años, y creí que sería bueno que conociera la facultad.
- Oh ya veo, bueno señorita Proulx, preséntese.
Respiré resignada a presentarme, ante un montón de desconocidos, que ni me interesan conocer, solté la mano de Benjá y me paré al lado del escritorio de la profesora, mire los rostros de asco e incomodidad, de ahora mis nuevos compañeros, esbocé una mueca lista para quedarme en la forever alone, ah cierto, sola con Benjamín.
- Hola, mi nombre es Evolet Proulx, como verán soy la nueva, no espero que nos llevemos bien, ni mal, es mejor neutral, así que ustedes, haya y yo acá, ¿De acuerdo?
- Wow, que buena primera impresión - Volteo para contemplar al mismo pelirrojo, de hace un rato - Perdón por llegar tarde. - pude percibir un tono perfectamente sarcástico, que provenía de sus palabras de "Disculpas".
- Bueno tomen asiento - Se rasca su negro y canoso cabello - Evolet siéntate junto a Benjamín, su antiguo compañero se trasladó así que puedes sentarte con él.
- Gracias - Dice Benjá mirando al cielo, o más bien techo.
Ambos nos sentamos, con una sonrisa de oreja a oreja, al sentarme vi a algunas chicas que me miraban desde la punta de mis botas, hasta el cuello de mi vestido, y seguían con mi castaño cabello, a penas peinado, algo que no dejaba de incomodarme, me sentí avergonzada pues yo no soy una reina de belleza ni tampoco una de las que siempre se enamoran, pero yo tengo lo mío, ¡Nah mentiras, hasta Afrodita me envidia!. Mi vista se centra en la chica al lado del pelirrojo atractivo, de hace rato, la razón: "¿Acaso Benjamín no estaba con Anne?" No puede ser cierto, él no puede tener novia, ya se me arruino el día.
- Bueno hoy hablaremos, de los mejores métodos de fotografía.
Tal vez no sea tan malo este día, mire mi cámara, y le sonreí a Benjá que tenía una sonrisa maliciosa, ambos siempre fuimos muy talentosos en el tema de la cámara, esta materia va hacer muy fácil.
¿Por qué me odia el mundo? Toda la clase fue de lo que yo ya se, y los murmullos no se apartaron, la forma en que se referían a mí era bastante hiriente. Apenas sonó la campana anunciando la siguiente clase, no dude en salir del salón, era realmente extraño, jamás me importo lo que digieran, pero creo que la sola presencia de Benjá me hace sentir nerviosa, él era castaño, de complexión delgada, una mirada tímida que adorna su perfecto rostro y con las manos maltratadas, un artista, que captura momentos, en imágenes, y que crea vida tallando las piedras, dando como resultado criaturas fantásticas, que solo Benjamín Wateralam, podría hacer e imaginar, el antes era hijo de cuna humilde y estaba orgulloso de ello, pero debido al arduo esfuerzo de su madre, ahora tiene una dinastía a su favor, el divorcio de sus padres físicamente nunca lo afectó, pero internamente lo mató, recuerdo que cuando éramos niños nos la pasábamos imaginando cómo seríamos nosotros siendo artistas en la antigua Roma, o en la Grecia imperial, siempre pensé que si Benjamín hubiera nacido en el pasado, hubiera sido un símbolo de belleza, y sería retratado de mil y un formas por pintores famosos, incluso el propio Orfeo le dedicaría canciones, y hoy en día sería una leyenda por su descomunal belleza, entiendo perfectamente el por qué esas chicas murmuran tanto sobre mí, pero..¿Qué oportunidad tendría yo? ¡TODAS! Lo llevo conociendo desde niños, me quiere y yo a el, ademas somos compatibles en todos los sentidos, tengo demasiadas oportunidades con este hombre.