Y Entonces Me Enamoré - Jeon Jungkook

Final

 Me acurruqué en la cama y doy la décimo octava vuelta, buscando una mejor posición que me haga descansar por primera vez en días. No encontraba manera de pegar el ojo tranquila. Suspiré por sexta vez en toda la noche. Estaba cansada.

 Pasos fuertes y rápidos se oyen fuera de la habitación, llenándome de curiosidad. La puerta entonces se abre estrepitosamente sobresaltándome en mi lugar. Yoongi se acerca rápidamente a mí, asustándome en sobre manera.

 —Levántate, ya es hora. –dice a la carrera, tomándome del brazo para sacarme de la cama.

 —Yoongi, aguarda –pido intentando soltarme–. ¿Qué ocurre? Ni siquiera ha amanecido.

 —Pero es temprano. Nos iremos ya.

 Mi corazón comienza a acelerarse como loco, y mis piernas se vuelven gelatina. No quería irme aún. No estoy preparada para aceptarlo en su totalidad.

 —Yoongi, no –pido con voz temblorosa, dándome cuenta que en cualquier momento comenzaría a llorar–, no me quiero ir aún.

 —No es momento de tus delirios, Karly. Nos vamos. –determina con voz dura.

 Cuando estamos en la planta baja es que puedo ver que no somos los únicos apresurados, sino que todos estaban corriendo de un lado a otro, gritando cosas inentendibles. Conozco bien este movimiento, todo este alboroto significaba emergencia. Algo grave estaba ocurriendo.

 —¿Qué pasa? –murmuro aturdida.

 —Nada que deba preocuparte.

 Su seca respuesta me hace entender que sí pasaba algo preocupante, pero mi mente mareada del cansancio no procesaba nada bien. Ya estando fuera de la casa un hombre se me acerca rápidamente y me coloca una gabardina gruesa para abrigarme. Es cuando me doy cuenta que seguía en pijamas.

 —¿Ya podemos abordar?

 —Sí. Casi está todo listo, señor. –informa el hombre a Yoongi. Él le asiente y vuelve a jalarme hacia una camioneta negra, mis pies humedeciéndose por el rocío de la madrugada.

 —Vamos. –notando esto me carga y camina conmigo en brazos.

 —Yoongi, ¿qué pasa? –pregunto estando muy cerca de él, mirándolo fijamente–. ¿Por qué todos están alborotados? ¿Qué ocurre? ¿Es una emergencia?

 No me respondió a ninguna de las preguntas, solo se dispuso a llevarme a la puerta trasera del auto y meterme seguida de él. No me dirigió la mirada en ningún momento, se mostró serio e inescrutable, pero le conocía bien. Esa era solo la máscara que usa para ocultar su nerviosismo.

 Media hora más tarde nos encontrábamos en un muelle igual de infectado que la casa. Muelle que me pareció familiar, y cuando me bajo me fijo bien veo que es el mismo muelle en donde le disparé por primera vez a un hombre.

 Un enorme barco nos espera en el agua, por lo que sin perder más tiempo Yoongi vuelve a jalarme hasta él. Entonces a mitad de camino oímos a un sujeto gritar repetidas veces algo. El mismo corre hasta nosotros aun gritando y es que puedo oírle bien.

 —¡Están cerca! ¡Debemos partir!

 —Maldita sea. –farfulla Yoongi.

 ¿Están cerca? ¿Quiénes?

 Miro a Yoongi buscando la respuesta, y veo cómo hace ese gesto nervioso con su lengua. Abro los ojos cuando se me ilumina la mente. Es Kook.

 Planto mis pies en el suelo, deteniendo solo un poco los pasos de Yoongi, y él me mira molesto por la acción. Aprovecho eso para darle una patada en la pantorrilla y soltarme para salir corriendo. Aprieto mi paso dirigiéndome en dirección contraria al muelle.

 —¡Karly, detente ahora! –escucho su voz muy cerca y me desespero.

 Corro con todas mis fuerzas, sofocándome en el proceso. Quedo sin aire a mitad de camino, y puedo oír que está más cerca de mí, así que no puedo hacer más nada sino desistir.

 —¿Qué demonios te sucede? Te harás daño. –me regaña y vuelve a cargarme en brazos. Esta vez me dejo hacer, cansada de mi intento fallido al huir.

 Jungkook viene por mí. Está muy cerca. Y yo no puedo hacer más sino rendirme. Solo espero que mi idiotez haya sido suficiente para darle tiempo a llegar antes de que sea tarde.

J      U      N      G     K      O      O      K

 —Hay mucho movimiento, señor. –informa uno de los hombre se Seokjin.

 —¿Están saliendo ahora? –Jin abre los ojos como platos, casi alterado. Toma el comunicador y presiona para decirles a los otros–. Aquí Seokjin. Parece que están preparándose para salir ya.

 —Ni siquiera ha amanecido. –gruñe Jungkook tras el volante en la otra camioneta.

 —Creo que han sido advertidos –comenta Taehyung en el copiloto–. Hay que darnos prisa. Está claro que sabe que iremos.

 Kook asiente aprieta el acelerador, tomándole la palabra a Tae. Así es. En cuanto Kook reclutó al equipo suficiente para salir lo antes posible en la búsqueda de Karly, Taehyung se les unió inmediatamente. No iba a permitir que el idiota de Min se llevara a su amiga.

 Aun no estaba del todo recuperado, pero podía moverse y manipular un arma.

 —Aquí Namjoon –se escucha por el comunicador–. Repaso del plan.

 —Estacionarse, bajar y aniquilar –contesta Jungkook–. No debemos ir directamente al blanco hasta que hayamos eliminado a todos.

 —Copiado.

 —Copiado.

 Unos metros cerca de la zona y pudieron observar como los hombres de Min se preparaban para atacar. Contaron todos juntos hasta tres e inmediatamente pararon las camionetas y se bajaron al instante, repartiendo disparos por todos lados.

 —¡Ubiquen  a Karly! –ordena Jeon sin detener los disparos.

 —¡La están subiendo al barco! –grita Taehyung antes de salir corriendo tras ella.

 —¡Taehyung, espera!

 Ni caso le hizo. Corrió lo más rápido que su condición le permitió, llevándose a más de uno por el medio, su vista fija en la chica que gritaba por auxilio. Vio como Min la encargaba a otros tipos y se volteaba dispuesto a dispararle.



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Editado: 22.10.2022

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