Los primeros rayos del sol atravesaron la ventana que da a la habitación de Jungkook, golpeando con delicadeza su rostro, despertándolo de su tranquilo descanso. Al abrir sus ojos lo primero que esperó ver fue el rostro de su chica, más se encontró con el lado contrario de la cama vacía.
—Karly. –la llamó apenas audible. Al no oír respuesta la volvió a llamar, pero no obtuvo más que silencio.
Despidiéndose de toda flojera se levantó de la cama, un poco extrañado de no ver a Karly por ningun lado de la habitación. Normalmente ella se levanta después de él, ya que su nuevo trabajo en el negocio la agotaba demasiado.
—¿Karly?
Revisó en la cocina, la sala de estar, el salón de juegos, la biblioteca… ningún rastro de su chica. Al ver que ni siquiera contestaba empezó a alterarse y a gritar más fuerte su nombre.
Subió a otras habitaciones, y bajó al cuarto de Taehyung creyendo que estaría con él pero solo consiguió a un adormilado Tae que le cuestionó con la mirada. Sin darle respuesta alguna siguió su búsqueda, pero no daba con ella en ningún lado.
Como último recurso regresó a su habitación para buscar su celular y alertar a unos cuantos de sus hombres y que comiencen a buscarla. En cuanto colocó el celular en su oído la puerta del baño se abrió y de ella salió Karly. Vestía un conjunto cómodo y sus cabellos le goteaban los hombros envueltos en una pequeña toalla.
Jungkook se quedó helado en su sitio, mirando detenidamente a su chica, sintiéndose idiota al recordar el alboroto que acababa de formar. Cuando Karly se percató de la estatua que se había hecho Jungkook le lanzó una mirada interrogativa.
—¿Qué te sucede? –inquirió ella, a lo que Kook espabiló y tiró el celular hacia atrás con un poco de molestia.
—¿Dónde mierda estabas? –se cruzó de brazos, levemente enfurruñado. Ella giró a señalar la puerta del baño, confundida y a la vez pensando que quizá no la había visto salir de allí.
—¿Tomando mi ducha mañanera?
—Eres increíble –rió amargamente, viéndose indignado. Realmente indignado–. ¿Te fuiste a duchar sin despertarme primero?
—¿Acaso estoy obligada a hacerlo? ¿Qué te pasa?
—No, pero creí… –sus palabras quedaron en el aire, avergonzándose por lo que estuvo a punto de soltar. Golpeó el aire para zanjar el tema y se fue de la habitación farfullando cosas inteligibles.
Completamente desconcertada y perdida, Karly decidió no hacerle caso y continuar con su día como si nada. Jungkook era así, armaba dramas y pleito de lo que sea como si la chica en la relación fuese él.
En el desayuno se mantuvo callado todo el rato, absorto en sus angustiantes pensamientos. Se sentía intranquilo por el mal momento que pasó al no encontrar a Karly por ningún lado, por un momento pensó que se la habían quitado por segunda vez, o que ella lo había abandonado por otro sujeto.
El saber que Min Yoongi la liberó le hace imaginarse a Karly considerar aquello como una muestra inmensa de amor, a tal punto de apuñalar el corazón de Kook y dejarlo por Min.
No quería que Karly lo dejara, él egoístamente no quería dejarla. Y eso lo angustiaba mucho más, sentía que no hacía lo suficiente para demostrarle su amor a Karly.
—Mi amor –llamó Karly con voz dulce. Jungkook suavizó su expresión y le miró atento. Karly suele llamarle así cuando se preocupaba–. ¿Estás bien? Te noto algo distante.
—Estoy genial. Tranquila –le dio media sonrisa–. No es nada importante, linda.
—¿Seguro? ¿Quieres hablar de eso? –presionó ella, viéndose más que preocupada.
—No hay nada de qué preocuparse, linda. –intentó sonreír coqueto para asegurar sus palabras.
—Me preocupo, Kookie –endureció la voz y su tono fue más severo de lo usual–. Has estado extraño estos días. Paranoico, ausente, a la defensiva. ¿Qué pasa?
Inconscientemente los labios de Karly se volvieron un puchero triste, haciéndolo sentir la peor persona del mundo. Allí Kook pudo percibir el amor que esa chica desprendía por él y se sintió un poco más tranquilo. Solo un poco.
—No es nada grave, linda. –volvió a decirle con calma.
—¿Estás seguro?
—Sí, solo… me gustaría tomarme unas largas vacaciones. –suspiró cansado.
—Quizás sea buena idea ir de vacaciones. Viajar a alguna playa, alejarte un poco. Te estás presionando mucho, Kookie. –le acarició con dulzura su mejilla.
Sus sentidos se dispararon y la mente se le aclaró. Sin saber absolutamente nada su chica le dio la respuesta a su angustia, no era una que él daría casualmente pero sí que valía la pena.
—Entonces así será –se levantó decidido–. Debo ir a trabajar. Te amo.
Se acercó a ella y le plantó un delicado beso en la comisura de los labios. Luego de despedirse salió de la casa rumbo a descargar el primer camión de la semana para después hacer unas cuantas llamadas. Tenía un plan, y por cómo soplaban los vientos saldría perfecto.
J U N G K O O K
El plan ya está perfectamente estructurado, tal como a él no le gustaba pero hacía el esfuerzo para que nada fallara por ningún lado. Prefería improvisar, pero siempre sucedía algo mal, así que quiso evitar. Adelantó todo el trabajo que pudo, Taehyung le ayudó en esto, hizo un par de llamadas y algunos pedidos en tan solo tres días.
Solo faltaba comenzar hablándole de las pequeñas vacaciones empezando con una salida. Pan comido.
—¿Una salida? –cuestionó ella con los ojos pegado al computador sobre su escritorio.
—Sí. Me dijiste que me tomara unas vacaciones y me relajara –le sonrió emocionado–. Salgamos hoy, tengo planeado algo lindo para los dos.
Karly lo miró conmovida y sonrió levemente sonrojada. Era la primera vez que veía a Jungkook tan atento y detallista. Se le notaba en sus ojos chispeantes que se había esforzado mucho con esta salida. De todas las actitudes extrañas de Kook esta le comenzó a gustar.