Y esa latina ¿quién es?

46


Emma Solís (diez años)

Siempre odié los días de tormenta, a pesar de ser uno de las maravillas creadas por Dios les tengo pavor, tener dos años sin ver a mi familia hará que me vuelva loca. Veo la hora mientras Leo mi libro favorito, nunca me cansaré de este libro. Ya casi es media noche, así que decido cerrar mi libro intentar dormir y tener mañana otro día de golpes, ¿Cómo será mi vida en un futuro?, Me he estado preguntando eso cada día, ¿Por qué quieren convertirme en un mounstro?, En una asesina, una espía, un ser despiadado. La verdad, no lo sé ni creo que pueda descubrirlo, solo necesito dos años más y estaré perfecta para largarme con Shane de aquí. Hablando de ese tarado, sigue igual de atractivo y ardiente, ese cabello negro es tan sedoso, que envidia, se convirtió en un chico con un gran potencial ya que puede dominar cualquier tipo de arma, aunque Siendo sincera creo que le están dando mucho esteroides. Apago mi lámpara con pereza y me acurruco pensando en él, mi gringo loco

(*)
 


 

Un trueno me despierta de la nada, veo la hora y son más de la una. Al parecer no hay electricidad, bajo de la cama y camino hasta la puerta de mi habitación, apenas la abro veo que no hay absolutamente nadie ahí custodiando la puerta y los pasillos están en plena oscuridad. Salgo corriendo sigilosamente hacia la habitación de Shane que curiosamente está al final del pasillo. Entro y cierro la puerta con cuidado 
 


 

- ¿Quién eres?
 


 

- soy yo tarado 
 


 

Intento visualizarlo y solo veo una sombra que casi ni se nota. Me acerco a paso lento hasta que una mano helada me toma del rostro 
 


 

- vuelvo a repetir ¿Quién eres?
 


 

- ¿Ah? - ahora que lo notaba tenía un acento peor que de costumbre 
 


 

- soy yo imbécil ¿qué no ves?
 


 

Puedo jurar que se volvió más alto que de costumbre , y ya no sé ni siquiera en dónde carajos estoy 
 


 

- niña
 


 

- si cómo sea, no digas tonterías Shane es nuestra oportunidad de irnos de aquí
 


 

- ¿Ah?
 


 

- si si como sea ¿Vienes conmigo? Dí que sí, ya mi espalda no puede aguantar otro mero latigazo
 


 

- ¿Latigazos?
 


 

- si Shane, latigazos. Sabes que siempre me los dan por ser un poco rebelde - empiezo a reir bajo mientras sus manos heladas bajan 
 


 

- ¿cuántos años dices que tienes?, Siempre se me olvida 
 


 

- aquí entre nos, porque no quiero que se sepa la edad de una señorita como yo
 


 

- si
 


 

- tengo diez y tú deberías tener como no sé unos doce ¿no?
 


 

- puede que sí
 


 

- estás actuando raro Shane Evans, entonces ¿Vienes conmigo?
 


 

- no niña 
 


 

Su respuesta me deja helada, ¿él no se quiere ir?, Retrocedo tres pasos
 


 

- No entiendo, ¿Por qué?. Es que te gusta sufrir, ¿Eres masoquista?
 


 

- no niña 
 


 

- tu si que no entiendes la palabra amistad Shane, sabes que siempre me he querido ir de aquí, tú más que todos, yo no quiero ser un mounstro Shane, no quiero 
 


 

- ¿por qué?
 


 

- él dijo que me convertiría en el peor de todos, por favor, ven conmigo
 


 

- no puedo
 


 

- si puedes, podemos ir a mi casa y ahí podrías hablar con tu padre 
 


 

- no 
 


 

Me inquieta sus palabras así que simplemente me doy la vuelta hasta la puerta 
 


 

- está bien, ese es tu rollo si quieres morir aquí 
 


 

- espera
 


 

- ¿uh?
 


 

- sé que es egoísta de mi parte pero quiero que digas tú nombre, así jamás lo olvidaré 
 


 

- soy Emma Solís tu mayor admiradora juju - sonrío con nostalgia - adiós, si me atrapan prepárate para ver sangre y hablo de la mía juju
 


 

- espero que no 
 


 

Salgo de su habitación pero no veo nada de nada, ahora que lo pienso en mi habitación había unos lentes o algo así para ver de Noche. Corro hasta mi habitación y en plena oscuridad busco la porquería de lentes, hasta conseguirlos, al ponermelos puedo ver mejor. Salgo de mi habitación después de ponerme las únicas botas que tengo y mi sudadera negra para camuflaje. Salgo con extremo cuidado y llego hasta el final del pasillo opuesto, soy pequeña por lo que puede ser una ventaja. Me detengo  en las sombras más oscuras mientras pasan un grupo de hombres corriendo directo a nuestras habitaciones
 


 

Solo me queda orar para que no me encuentren, sigo caminando entre sombras hasta ver una puerta que reconozco rápidamente como la salida al patio trasero, en medio del silencio sepulcral abro la puerta y milagrosamente cede y se abre. Me asomo y puedo ver que no hay nadie, chucha y quién no, está cayendo un tremendo palo de agua, así que subiendo mi capucha corro como loca directo a las rejas que me pueden ayudar a escapar ya que sin electricidad no tienen energía para electrocutarse, empiezo a escalar pero de la nada empieza a escucharse los gritos de los guardias, escalo hasta llegar a la punta el agua golpea en mi rostro, puede que sea una de las peores decisiones, puede que muera en el bosque, pero todo es mejor que este lugar. Apenas me tiro caigo raspando mis manos y rodillas, en eso tocan una alarma en todo el lugar. No pienso cuando empiezo a correr adentrándome al bosque corriendo golpeándome con ramas, puedo sentir los pasos siguiéndome, varias luces comienzan a adrentarse también en el bosque 
 



#14379 en Novela romántica
#2619 en Chick lit

En el texto hay: peleas, ballet, amor

Editado: 24.05.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.