El día domingo Aleyn quiere conocer un poco la cuidad, por lo que decidimos dar un paseo. Estaba algo nublado asi que no abrigamos y salimos a caminar.
Encontramos una pequeña cafetería algo escondida, y como era de desayunar, entramos a ver que tal.
- Hola bienvenidas a "krik coffe", ¿Que desean servirse?
- Buenos días, yo tomare un café y una porción de brownies, ¿Y tu Aleyn?
- Tomaré leche con vainilla y un trozo de queque de platano.
- Okey, ¿Algo más?
- No, muchas gracias.
La camarera se retiró y Aleyn yo comenzamos a hablar.
- Bien pequeña, ¿Quieres explicarme que fue lo de ayer? Por la noche cuando Phill se fue ni siquiera me dijiste buenas noches.
- Es que sabía que me ibas a regañar, y no es justo mamá.
- ¿Qué no es justo hija? Porque como yo lo veo me tendiste una trampa.
Me cruzo de brazos y la miro fijamente.
- Mamá, se que nuestra vida a sido difícil pero yo quiero verte feliz. El profesor Phill se emocionaba cada vez que le hablaba de ti, como que se iba a otro mundo.
- ¿Y por eso decidiste mentir?
- Yo no...
- Lo hiciste, hija. Mentiste y esa es la única razón por la que estoy algo molesta. Por lo demás, estoy confundida.
Ella agacha la cabeza apenada, se que mis palabras pueden ser duras pero yo no la crié así. Ese es el único problema.
- Lo siento mamá, se que no debí hacerlo pero quería que se vieran. Y de otra manera no hubieras aceptado.
- Que no se repita Aleyn, yo no te enseñe a mentir.
- Si mamá.
El ambiente estaba algo tenso, llego la camarera con nuestros pedidos y le agradecimos con una sonrisa.
- Aleyn, quiero hacerte una pregunta, ¿Por qué invitaste a Phill?
- Mamá sé que soy una niña, pero me doy cuenta de las cosas. Sé que se gustan.
- Pero hija, ¿Sabes lo que conlleva una relación así?
- Tu siempre me has dicho que si se quiere hay que decirlo, pero tu no querías aceptarlo. Entiendo que tienen diferentes edades, sin embargo, no encuentro que sea algo por lo que no deben estar juntos.
Aleyn siempre me ha sido sincera y me sorprende lo madura que puede ser. Tan pequeña pero con un enorme corazón y muy inteligente.
- ¿Y tu que piensas de todo esto?
- Yo creo que es genial. Él me cae muy bien, es muy atento conmigo. Si un hombre como él está a tu lado, significaría que sonreirás más y amo tu sonrisa mami.
Lo que dice me emociona pero no voy a llorar, yo ya no lloro.
Acaricio su mejilla y le indico que comamos antes de que se enfríe. La verdad es que la comida está deliciosa. Mi café sin azúcar es perfecto y los brownies están de muerte.
Miro a Aleyn degustar encantada su pedido y me alegra haber venido. No solo por la comida, si no también porque he podido hablar tranquilamente con mi hija.
- Aleyn quiero que algo quede claro, Phill y yo vamos a conocernos y veremos que ocurre. Si algo, cualquier cosa en cualquier momento te molesta, me lo dices de inmediato. Si no te sientes cómoda como estemos o no te agrada nuestra relación me lo dices, ¿Si?
- Si mamá, te lo prometo. Pero por favor, inténtalo, solo quiero que seas feliz.
- Mi amor, yo soy feliz contigo a mi lado y eso nunca va a cambiar.
Hablamos más de lo que sentimos y nos sinceramos como solo madre e hija pueden hacerlos. Una de las cosas que me gusta, es la relación que tenemos Aleyn y yo.
Si alguien dice que una madre y su hija no pueden ser amigas, nosotras somos la excepción.
Hacemos planes, queremos invitar a Phill a cenar el próximo fin de semana o talvés antes. Tengo que hablar con él cuando vaya a dejar a Aleyn a la escuela.
El resto del día la pasamos viendo ropa y otras cosas. Compramos varias cosas, entre ellas, una chaqueta para Lyn como de mezclilla y un vestido de un color como burdeo con encaje en la parte superior y en los brazos para mi.
Nos fuimos a casa felices. Aleyn dijo que ocuparía la chaqueta mañana cuando fuera a clases y yo debía ocupar el vestido en alguna salida con Phill.
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Y el día lunes comienza con rico desayuno que nos preparé, junto con chocolate caliente para mi hija y café para mi.
Como ella dijo, se coloco su nueva chaqueta y se le veía hermosa. Peine su rubio cabello con una trenza espiga y le puse una mariposa al final.
Yo siempre con mis trajes aptos para el trabajo, bleiser y falda de color burdeos con una blusa blanca.
Partimos cantando en el auto como cada mañana, nunca se porqué tenemos tanta energía pero así es cada día.
Al llegar al colegio, Phill está en la entrada. Nos ve cuando aparcamos y bajamos del auto. Se acerca con su arrebatadora sonrisa.
- Buenos días señoritas, permitanme decirles que se ven hermosas- dice ya frente a nosotras
- ¡Profe!- Aleyn se tira a sus brazos de inmediato
- Buenos días Phill, que halagador- le estrecho la mano