Y qué importa?

10+ Mey

Cambié un poco la manera de escribir, espero que no les moleste.
Los quiere, neo. ♥

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Los días restantes fueron una maravilla. Aleyn sonreía mucho más, me decía que era feliz. Y Phill... él era un romántico.

Si bien nunca viví tantas atenciones, con Phill se sentía bien, se sentía correcto. Nuestra relación fue cambiando de a poco. Yo intentaba corresponderle en sus atenciones pero no lograba mucho porque no sabía como hacerlo. Pero él era paciente y comprensivo. Me dijo que estuviera tranquila con respecto al sábado en nuestra cita.

Cuando me dijo que me llevaría a comer a su casa, me puse muy nerviosa. Quizás esperaba algo más íntimo de lo que habíamos tenido hasta ahora. Sin embargo, Phill me calmo diciendo que esa no era su intención. Quería saber más de mí, que le tuviera confianza y le contará un poco de mi vida.

Y estaba decidida a avanzar. Al menos un poco, al menos le revelaría algunos de mis temores.

Si estabamos construyendo una relación, lo principal es la confianza. Y yo confiaba en él a pesar del poco tiempo. Creo que es porque Phill ha sido sincero y directo conmigo desde el principio, nadie antes lo había sido.

El sábado por la mañana, Aleyn me despierta emocionada.

– Mamá, levantate. Tenemos que arreglarte para hoy.

– Lyn, tengo que dejar de darte azúcar. Es malo para mi salud que me despiertes tan temprano.

– No es temprano mamá. Vamos, levántate que Phill siempre es puntual y tenemos muchas cosas que hacer antes de que te pase a buscar.

Finalmente me levanto y hablamos con mi hija de esas cosas que tenemos que hacer. Mi hija está que salta de emoción, de hecho creo que está más feliz que yo.

– Aleyn, cálmate. Pareciera que te han invitado a salir a ti.

– No puedo mamá, estoy feliz. Muy feliz por ti.

Me abraza y le correspondo. Iniciamos el día aseando la casa, ya que no podría hacerlo durante el resto de día. Cocino algo sencillo para el desayuno y vamos a comprar unas cosas que Aleyn necesita para hacer el trabajo que les dejó Phill.

Ya en la hora de almuerzo, Lyn se pierde en mi habitación. Se me hace raro pero a veces le gusta estar ahí asi que no digo nada.

Almorzamos y me voy al cuarto de mi hija a preparar un bolso con ropa para el día siguiente, más su pijama y las cosas para el trabajo.

Siento mi teléfono vibrar en mi bolsillo y lo tomo.

(Llamada telefónica)

¿Hola?

¿Qué tal? ¿Cómo está la mujer 
más hermosa de la tierra ?

Hola, Phill. Bien ¿Y tu?

Bien ahora que escucho
tu voz. ¿Cómo está Aleyn?

Está más que feliz 
con que me hayas
invitado a salir.

Jajaja. Es una ternurita.

Sigo pensando que lo tenías
todo preparado. Tú y mi hija 
se unieron, estoy segura.

Puede ser, hermosa. Pero
jamás haríamos algo malo.
Ella solo quiere verte feliz,
y me siento honrado 
que sea yo en quien confia 
para hacerlo.

Ahora está en mi cuarto,
no sé que hace pero
me está llamando.
Debo dejarte Phill.

Entiendo, cariño. Nos
vemos en unas horas.

¿Debo estar formal?

Lo que te pongas te
hará ver hermosa.

Phill...

Adiós cariño. Nos vemos.

Adiós guapo, confío en ti.

(Fin llamada telefónica)

Poco antes de que cortara la llamada escuché como jadeó por mis palabras. Saber que tengo ese efecto en él me hace sentir linda, hermosa. Sé que al menos tengo algo del efecto que él tiene en mí.

Voy a mi habitación donde estaba Aleyn llamándome.

– ¿Hija?

– Aquí mamá.

Estaba en mi clóset con un vestido en la mano. Es vestido que compramos cuando salimos.

Es vestido que compramos cuando salimos


– Te pondrás este vestido, mamá.

– Aleyn...

– Vamos mamá. Quedamos en que te lo pondrías en alguna ocasión con Phill, ahora es perfecto para usarlo.

– Está bien hija. Me lo pondré.

La hora pasó volando. Eran las seis con treinta de la tarde y Phill pasaría por mi a las ocho.

Le dije a Aleyn que buscara su bolso con ropa para irla a dejar a la casa de su compañera. Me arreglaría cuando volviera.

Ella fue y salió de su cuarto con dos bolsos. Yo la miré extrañada cuando dejó uno al lado de la puerta pero no le dije nada.

Viajamos y cuando llegamos saludé a la familia de la niña. Era gente humilde y simpática, le habían tomado cariño a Aleyn y junto con su hija, quien salió a buscar a Aleyn muy emocionada, se despidieron prometiendo cuidar a mi bebé.

Me fui a casa y al miré la hora, eran las siete de la tarde. Tenía una hora para estar lista.

Me metí a bañar y me depile a conciencia, el vestido dejaba ver mis piernas por lo que era mejor ser precavida, y me puse al de crema en el cuerpo.

Salí del baño con la toalla sujeta en mi pecho y una envuelta en cabello. Me puse la ropa interior que había preparado. Brasier sin tirante y bragas, ambas prendas negras muy hermosas.

No era como si fuera a necesitar algo llamativo, pero siempre me gusto la ropa interior con encaje, la encontraba muy linda.

Sequé mi cabello y me puse el vestido. Realmente era hermosos, el color burdeo resaltaban mis pequeñas curvas.



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En el texto hay: romance, amor, chick lit

Editado: 23.09.2021

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