Escucho voces algo confusas, la cabeza me duele horrible por beber tanto. Abro los ojos y la luz hace que mis ojos duelan, me levanto como pueda donde quiera que este.
Difícilmente llego a lo que veo es un baño, pero esta tan sucio que ni yo podría decir lo que es. Abro la llave en busca de algo de agua para refrescar mi rostro, cuando levanto la vista me congelo.
¿Soy yo? Miro mi rostro y luego mi cuerpo y si, soy yo. Pero hace diez años.
- ¿Mey? ¿Dónde estás, morena?
- En el baño- al parecer soy yo quien habla pero no entiendo como, puedo ver y escuchar todo, pero no controlo ninguna parte de mi cuerpo.
Escucho que esa voz se acerca alegre, poco después aparece un hombre muy conocido... ¿Cómo olvidarle? castaño, alto y de ojos azul claro
- Mira lo que conseguí- dice agitando una bolsita con un polvo blanco, mi cuerpo se abalanza sobre el hombre en un abrazo
Me toma de la mano y vamos a sentar en el suelo frente a lo que era un colchón donde supongo dormí. Pone una caja de madera frente a nosotros y deposita todo el polvo blanco, no se de donde pero saca unas bombillas creo. Me da una y la otra se queda con él.
Ordena una parte del polvo de manera en que queda un hilo blanco en la caja, se agacha y con la bombilla aspira el polvo por la nariz. Mi cuerpo, que no me obedece, hace exactamente lo mismo.
De repente la luz se apaga, cuando vuelve hay un escenario completamente diferente.
Estoy bailando, mucha gente me rodea. Un cuerpo esta pegado a mi, es el mismo chico de antes. Yo levo una falda muy corta y las manos del chico están en mi cadera, ambos nos movemos al ritmo de la música.
En un momento me separo de él dándole un beso en los labios y voy a la barra por un trago. Pido uno para mi acompañante y vuelvo a buscarlo, lo encuentro bailando con una chica que tiene aun menos ropa que yo, comenzamos a discutir, él me empuja y yo lo abofeteo.
Sigo bailando, mi cuerpo ya alcoholizado ahora esta pegado a otro chico mientras el castaño me mira furioso. Se acerca y me hala fuerte del brazo, me besa duro y me empuja a una pared algo alejada. Sus manos se mueven por mi cuerpo.
La luz vuelve a desaparecer en un parpadeo, ahora estoy encerrada en un baño con un tes de embarazo en las manos. Positivo.
Salgo de ahí feliz porque voy a hacer mamá, busco al castaño y lo encentro junto a otros chicos drogándose. Lo llamo y se molesta, me grita pero yo insisto y tambaleante se me acerca. Comienza a besarme pero yo me separo y le muestro el tes con una sonrisa.
Si antes estaba enojado, ahora esta furioso. Me grita, "Zorra", "No quiero un maldito hijo", "No es mio". Estoy llorando e intento abrazarlo, él me empuja y caigo, sus amigos se ríen de mi.
Salgo corriendo del lugar cuando logro levantarme, cuando llego a un río me acerco a la orilla. Veo mi reflejo en el agua, mi pelo negro esta sucio, mi rostro pesar de ser joven esta demacrado y corren lágrimas por él y mis ojos verdes no tienen brillo.
Sin desviar la mirada del agua veo que mis manos van a mi abdomen y lo acarician... con miedo...
- ¡MAMÁ!
Abro los ojos rápidamente con el grito de una niña. Veo a mi lado a Aleyn con los ojos empapados al lado de la cama. Al verme ya despierta se tira en mis brazos.
- Mamá... no despertabas, no importa cuanto te hablara o te moviera... no despertabas... yo... estabas gritando y llorabas... mamá...- Aleyn llora en mis brazos y su voz es tan irregular por el llanto que me duele el corazón
- Ya ya, tranquila ya estoy bien... fue solo un sueño... una horrible pesadilla- le digo, la aprieto en mis brazos y acaricio su cabeza
Más que pesadilla fue un recuerdo que hace mucho que no volvía a mi mente, obviamente es algo que nunca olvidare pero en los últimos años no había pensado en eso.
Miro de reojo al reloj en mi velador, son las 3:17 a.m., por lo que sostengo mejor a Aleyn que sigue sollozando y la meto debajo de la frazada para acostarla conmigo.
- Tranquila... mi princesa, lamento haberte asustado. Ya estoy bien, ¿Qué te parece si dormimos juntas lo que queda de noche?
- ¿De verdad?- yo asiento a su pregunta y me limpio el rostro apartando las lágrimas que aun quedan- Si, si quiero.
Ella se acomoda mejor, más cerca de mi y yo la rodeo con mis brazos luego de cubrirnos a ambas. En esa posición intento volver a dormir, a Aleyn no le cuesta nada volver a hacerlo pero yo no puedo conciliar el suelo. La horrible pesadilla sigue latente en mi cabeza.
Horas después logro dormirme por el cansancio.
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Abro mis ojos sintiendo que no he dormido nada. Por suerte hoy no tengo que ir al trabajo a pesar de ser viernes pero Lyn debe ir a la escuela así que tendré que levantarme igualmente.
Miro a mi pequeña y la despierto suavemente.
- Lyn, cariño, hora de levantarse.
- No mami, tengo sueño.
Puedo notar en su rostro lágrimas secas, la acaricio intentando trasmitirle cuando lamento haberla asustado, se vuelve a dormir con mi gesto.
- Lyn, ¿Tienes algo importante hoy en la escuela?
- No, ¿Por qué?- dice adormilada
- Poorque...- me vuelvo a acomodar a su lado- Nos quedaremos en la cama todo el día, pero solo por hoy, ¿de acuerdo?
- ¡Siii!
Y con eso nos volvemos a dormir hasta pasado el medio día. Nuestro estomago ruega alimento por lo que me levanto dejando a Aleyn viendo televisión en mi cuarto.
Voy a la cocina y me decido a hacer algo rápido para almorzar. Comienzo a preparar todos y en tiempo récord tengo una ensalada con trozos de pollo y verduras salteadas. Tomo todo para volver con Aleyn quien al verme entrar a la habitación con la comida se levanta queriendo ver que hice.