Y qué importa?

13+ Phill

Abro mis ojos lentamente, frente a mi hay una cabellera negra y mis dedos pican por tocarla. Sin embargo, me contengo y me levanto suavemente para no despertar a la mujer a mi lado.

Ya sentado en la cama miro el lugar donde he estado pocas veces. Su cuarto. Esta bastante ordenado excepto por la ropa de ambos en la silla que está cerca de la pared. Sonrío al ver que mi camiseta no está.

Hago memoria de lo que ocurrió el día anterior.

Luego de que me quedara toda la tarde con las chicas viendo películas, me debía marchar aunque no quisiera. Aleyn dio que porque no me quedaba, a lo que me sorprendí, pero Mey también me preguntó. No me hice de rogar y acepte, pero si fui a casa por un cambio de ropa para el día siguiente y algo para dormir.

Cuando volví a su casa pusimos otra película, solo llevaba la mitad cuando la observé a Mey hacerle cariño a una durmiente Aleyn.

- Nena, ya se durmió- dije

- ¿Eh? Vaya, es verdad. Supongo que ya es tarde, voy a llevarla a su cama- me dijo, pero al verla tan cómoda me dio ternura

- Puedo hacerlo yo, si gustas- Mey me mira y sonríe pequeñito. Tomo Aleyn en mis brazos con cuidado de no despertarla- Muéstrame el camino nena.

Mey se levanta y camina, yo la sigo de cerca. Sin poder evitarlo mis ojos se desvían a su trasero ella lo nota y se tapa con sus manos a lo río. Al llegar a la habitación de la pequeña, la dejo en su cama y la arropo mientras Mey me ve de una forma extraña.

Estoy a punto de separarme de la niña cuando murmura- Gracias papá.

Estoy seguro que Mey la escuchó, me volteo para ver si le molestó y a encuentro con la boca abierta muy sorprendida.

Me acercó a Aleyn y le dejo un beso en la frente, Mey aun si decir nada deja que la lleve de a su habitación.

- ¿Te ha molestado?- le pregunté

- No.. yo... solo me sorprendió, ¿te ha molestado a ti?

- ¿Te soy sincero?- ella asiente- Me gustó.

- ¿Hablas enserio?

- Claro que si. Quiero mucho a Aleyn, solo me preocupa que a ti no te agrade, puede que lo haya dicho dormida pero te mentiría si te diera que no quiero escucharlo de nuevo.

Mey abre más sus bellos ojos y se cubre su rostro con sus manos, me acerco rápido a ella.

- Hey preciosa, ¿qué ocurre?

- ¿En qué nos estamos metiendo, Phill?

- ¿Por qué lo dices?

- Porque a mi también me ha gustado como te ha llamado. Esto va tan rápido que me aterra que no funcione.

- Vamos linda, no inicias una relación pensando en cuando va a terminar, ¿o si? Puede que lo nuestro vaya rápido, pero si así son las cosas entre nosotros, no tengo queja mientras no nos lastime. Te quiero para mi lo antes posible.

- Posesivo.

- Claro que si, contigo siempre. No quiero separarme de ti.

- Yo tampoco quiero eso.

Le sonrío otra vez para tranquilizarla y funciona. Sus manos van a mi pelo, enredándose en él, me acerca y me besa suave. Le correspondo de inmediato y como siempre, intensifico un poco el beso buscando más contacto entre nosotros.

- Vamos a dormir- dice al separarnos

- Esta bien, ¿me das unas mantas?

- ¿Para que?

- Para dormir en el sillón.

Ella parece sorprendida- ¿No quieres dormir conmigo?- pregunta muy bajo

- Por supuesto que quiero, pero no me gustaría incomodarte.

- No me incomodas, de hecho duermo muy bien contigo.

- Yo también contigo, preciosa- le guiño un ojo y me separo para buscar mi bolso

Me alegra no tener que dormir separado de ella, la ve pasada que dormimos untos descubrí que me encanta tener su calor unto a mi. Ella ha ordenado un poco la cama cuando regreso.

- Voy a cambiarme de pijama, me siento sucia pero es muy tarde para darme una ducha.

- Cariño siempre hueles muy bien.

Ella ríe por mi comentario, busco en el bolso hasta que encuentro un pantalón de pijama. Lo encuentro y me comienzo a desvestir.

- Phill, aun estoy aquí - la miro y tiene las mejillas un poco sonrojadas e intenta no mirarme mucho

- Pero si ya me has visto, ademas te dije que quiero que entre nosotros haya confianza. Si te molesta puedo...

- No, no me molesta. Solo me da algo de vergüenza. Sé que es tonto, somo adultos pero no puedo evitar los nervios contigo.

- No es tonto, esta bien. Hagamos algo, yo me pongo la pijama frente a ti y tu lo haces frente a mi, para perder la timidez un poco, ¿que dices?

Ella lo piensa un poco y acepta. Yo lo hago primero y me sigo quitando la ropa, dejo mi polera sobre la cama y continuó con mi pantalón. Al quedar solo en boxers se sonroja fuertemente y me contengo de darle un beso hasta que ya no haya aire entre nosotros por su reacción tan tierna. Me pongo el pantalón de pijama y la quedo viendo.

- Es tu turno cariño.

- ¿Dormirás así?

- Si, ¿o prefieres que me cubra el torso?

- Si... bueno no... me... ¿me darías tu camiseta?

- Claro pero esta algo sudada, ¿no te molesta?- tomo la camiseta y la miro, quiero besarla, enserio, no voy a aguantar mucho más

- ¿Puedo dormir con ella? Es que me gusta tu olor- me mira de reojo, avergonzada- Dios, mejor olvídalo, ¿qué estoy haciendo? Parezco una adolescente- niega con la cabeza y se dirige al armario pero voy hacia ella y la detengo

- Tranquila Mey, estas muy nerviosa. Cariño debes entender que nada de lo que digas me va a desagradar. Me gusta cuando hablas conmigo y me dices lo que piensas, y jodidamente amo que uses mi ropa. Así que bonita, te pones mi camiseta tu o te la voy a poner yo.

Ella se relaja en mis brazos, piensa un momento y luego me da esa mirada firme y segura que lleva siempre. Esa maldita mirada que tanto me gusta. Se escabulle de mis brazos y se para frente a mi. Toma el borde de su polera y se la quita, dejándola en ropa interior de la cintura para arriba.

Se me va la respiración al tener semejante mujer frente a mi, para mi. Quiero tocarla pero temo que se sienta incómoda o aun más nerviosa que antes.



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En el texto hay: romance, amor, chick lit

Editado: 23.09.2021

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