Phill
Sigo mirando cada rincón de cada hoja que mis dedos mueven. Todo lo escrito y todo lo que veo en las fotografías es algo completamente nuevo para mi, algo que nunca me imagine de ella.
Cuándo me decía que tuvo una vida difícil lo creí, obviamente, pero esto parece de película.
¿Cómo pudo vivir así?
Tanto dolor...
Me giro a mirarla pero no la encuentro, ¿Dónde está?
El tic-tac del reloj me llama la atención haciendo que lo mire, no puede ser... Llevo horas mirando la carpeta... ¡Horas!
Me levanto rápidamente y busco en cada habitación de la casa pero no la encuentro, no las encuentro. Llegan a mi mente cosas que pasaron en las últimas horas.
Entonces no hay nada de que preocuparse. Sabes que te quiero a ti... y solo a ti...
Se te está cayendo la baba, niña...
Preciosa, ¿Estas bien?...
Eres tan guapo Phill, tan bueno...
Phill... Oh Phill... Tenemos que hablar...
¿Qué... qué diablos es esto?
Es lo más real y de lo que más me arrepiento...
¡Basta! ¡No quiero oírlo!...
Mi cuerpo pierde fuerzas de inmediato logrando que caiga de rodillas cerca de la mesa que contiene el pasado de Mey.
¿Qué fue lo que hice?
Me he ensimismado tanto en la carpeta que no he puesto atención en lo que importa, en Mey.
Le grité... ¡joder! Le grité siendo que ella estaba rompiéndose frente a mi desde el momento en que me dijo que teníamos que hablar.
No pierdo más tiempo, me levanto rápidamente y tomo mi teléfono marcando su número. Una, dos, tres, cuatro... no contesta y es lógico pero ¡Mierda! Tomo las llaves de mi auto y salgo del lugar como un rayo, necesito llegar a ella, necesito explicarle que nada de lo que haya visto en esa carpeta cambia mis sentimientos por ella.
Lo peor de todo es que fui un completo imbécil, ¡Maldita sea Phill...¿Cómo pudiste actuar así?!
No, por más sorprendido que haya estado, no tenía derecho a hacerla sentir así. Puedo recordar sus ojos avergonzados aguantando el llanto, sus labios temblorosos y su cuerpo abatido.
¿Cómo he podido provocarle eso? Lo pienso y me quiero golpear a mi mismo por ello. Ella es tan linda, tan buena... ha sufrido tanto y yo la he decepcionado, aunque no haya sido mi intención la he lastimado.
Sí, me sorprendió hasta la mierda esa carpeta. Nada me hubiera preparado para ver todo eso, aunque ella me advirtió varias veces de su pasado. La he cagado y en grande, solo espero estar a tiempo de remediar mi comportamiento, solo espero que ella me perdone.
Yo...
La...
La... Amo.
Yo la amo, y me dado cuenta después de ver y saber sobre su pasado.
No, no es así. Me dí cuenta hace tiempo de que sentía algo más fuerte por ella, no quería asustarla forzando mis sentimientos sobre ella, pero ahora me odio a mi mismo por como he actuado.
La necesito conmigo, la quiero conmigo... A ambas. No puedo estar sin ellas.
Llegaron a mi vida a darle color a la monotonía, no puedo permitirme perderlas.
Tengo que enmendar mis acciones... Tengo que recuperarlas.
Conduzco como alma que lleva el diablo, no sé si me he pasado semáforos en rojo y la vedad es que en este momento me importa una mierda, solo quiero verlas y decirles que todo estará bien.
Sigo llamando al celular de Mey pero no contesta. Tiro mi teléfono al asiento del copiloto frustrado, a lo lejos veo los apartamentos donde viven mis chicas.
Cuando me quedan aproximadamente dos cuadras y diviso los apartamentos, mi corazón parece querer salirse de mi pecho. No puedo pensar en nada más que en ellas.
Bajo del auto corriendo, ni siquiera saludo al portero solo voy al ascensor y al ver que demora una eternidad en bajar decido subir por las escaleras, será una suerte si no me mato antes de llegar a la puerta de Mey.
Al estar a punto de llegar, saco las llaves y busco la que me dio Mey hace unas semanas. Ella había dicho: "Puede que hayan ocaciones en que quieras quedarte con nosotras, y después de todo, ya eres parte de esta pequeña familia. Quizás es muy rápido pero no me importa, después de todo, contigo las cosas nunca han tenido ni necesitado un freno".
Abro la puerta apenas toco la manilla, el sonido de ésta azotándose parece crear eco en el departamento que solo está iluminado por la luna. Me apresuro a recorrer cada habitación buscándolas... pero nada. Absolutamente nada.
En su cuarto, la cama perfectamente tendida a excepción de una marca a los pies de ella demostrando que alguien se ha sentado. En el suelo hay un pañuelo de seda que con solo tomarlo desprende el perfume de Mey. Veo su armario y a puerta esta un poco abierta.
El miedo llega como ola de calor y abro bruscamente las puertas. Su ropa sigue ahí... pero puedo notar que faltan algunas prendas por los colgadores vacíos.
Corro a la habitación de Aleyn y reviso su armario, que al igual que el de su madre contiene menos ropa.
Se han ido.
Regreso a la sala y me dejo caer en el sofá más cercano. Vuelvo a marcar el número de Mey... y esta vez me responde.
(llamada telefónica)
¿Hola?
¡Mey! Por fin me contestas, yo quiero...
No quiero hablar ahora Phill. Sé que estas decepcionado, y que talvés ya no quieras saber de mi y lo entiendo, enserio.
No Mey, no. No estoy decepcionado hermosa yo...
No tienes que mentir Phill, por favor no lo hagas.
No estoy mintiendo Mey. Sí, estaba impactado pero jamás me decepcionaría de ti Mey.
Yo... yo te había dicho Phill, que no era buena para ti... ¿Ahora lo entiendes?... Somos completamente diferentes, tu vida y la mía han sido muy diferentes.