A veces, cuando no quiero pensar, pero no hay más entretenimiento suelo escuchar música, mis gustos musicales son tan variados e irregulares como mí menstruación.
La música era una salida fácil para mi.
Me encanta Mitsiki, en especial su canción "Washing machine heart", no sé porque me imagino a mí misma en el vídeo musical, con la ropa de Morticia Adams, cortando rosas y luego me convierto en una especie de novia de los 50s, con un velo blanco encendido en llamas, todo mientras soldados con máscaras de gas marchan a mí alrededor.
También me gusta mucho la música de Daft Punk, Pedrina y Molina, ¿Qué? Sí, lo sé, tengo cara de ser una reguetonera, pero vamos, yo no pedí la reputación de zorra que tengo.
Pero sin duda alguna lo que más amo escuchar son soundtracks de películas animadas, mis favoritas son, naturalmente mis favoritos son "¡Volarás, Volarás!" De Peter Pan y "Marinero soy/La carrera" de Alicia En El País De Las Maravillas. Por otra parte no puedo evitar ponerme a bailar con "Se dice de mí". Mis canciones favoritas son: around the world, Doki — todos somos necesarios, Je Volé (Louane), Pato Lucas: El Hechicero, El Osito Gominola pero sobre todo mis canciones favoritas están en el soundtrack de El Príncipe De Egipto.
Sobretodo Libéranos. Simplemente es imposible no erizarse con semejante canción. Mí parte favorita en cuando Jocabed le canta a Moisés, tratando de calmar su llanto.
Solía imaginar que mí madre me cantaba esa canción, me acariciaba la cabeza y me abrazaba, esperando a que me quedará dormida, pero eso nunca pasó, mamá siempre llegaba borracha a casa, con uno o dos hombres distintos. Aprendí a encerrarme en mí habitación por la noche, algunas veces durante días enteros. Pasaba el tiempo mirando por la ventana, acostada en la cama de forma en que mí columna vertebral estuviera doblada provocándome un gran dolor de espalda, a veces dormía debajo de la cama, pensando que... sí mamá o Ellie no me veían en la cama se asustarían e irían en mí búsqueda, pero no lo hicieron, incluso contraje neumonía por el frío suelo, pero a mamá no le importó.
"Calla mi vida, no hay que llorar
Duerme y sueña feliz
Siempre tú debes mi orgullo llevar
Así yo estaré junto a ti
Río, oh, Río, con el se gentil llevas mi felicidad
Si hay donde libre pueda vivir
Río, condúcelo allá"
Me gustaría decir que mamá ha hecho lo que puede por mí, pero ha decir verdad, la única razón por la cual aún conservo la virginidad es porque aún no soy legalmente adulta, la he escuchado, lo dice borracha y sé que... quizás, solo quizás no lo dice enserio, pero en medio de sus borracheras dice que planea venderme, al mejor postor. La virginidad vale treinta millones o eso he leído, ella piensa que duermo, pero en realidad la oigo riéndose, mientras habla por teléfono y bebe una cerveza enlatada.
— Sí, de algo la bastarda ha de servir, ya me arruinó el matrimonio, debe compensarlo.
Sé que ella jamás diría eso estando sobria, jamás. Me gusta pensar que sí papá no estuviera en rehabilitación, si no tuviera prohibido verme por su alcoholismo, vendría por mí todos los miércoles y me daría un helado de chicle, mí favorito, saldríamos a pasear en su motocicleta y nos daríamos las manos mientras caminamos, pensando en lo hermoso que es el momento y lo dulce que es estar al lado de una persona que amas con todas tus fuerzas.
Durante mis escasos años de vida ya he pasado por cosas que nadie querría pasar, lo peor es que sin importar cuántas pruebas presente, cuántos testigos hablaron a mi favor o cuánto grité, nadie me escuchó. Los policías creyeron falsamente la versión de los monstruos que me dañaron, incluso mí propia madre y hermana creyeron lo mismo. Nadie a mí, ni siquiera las personas que me encontraron aquél día. Ni siquiera cuando estuve internada en el hospital por días. Inevitablemente regreso a aquél momento, a ese instante.
Sé que debo sonar como la típica adolescente hormonal, pero hay algo en mí que es distinto, algo que me hicieron...algo que me rompió por completo. He experimentado el abandono extremo desde una edad temprana, ver a mí madre bailar en un tubo no fue de mucha ayuda y el hecho de que Ellie ni siquiera me reconoce como si hermana no mejora la situación.
— ¡RAQUEL! — grita Ellie arrebatandome los audífonos.
Hablando del rey de Roma y el burro que se asoma.
— ¿Qué? — respondo en el mismo tono seco que ella.
Mírala, Ellie es tan bonita, rubia y con los mismos ojos de color mierda que yo, pero los suyos son más claros y bonitos, sus labios son finos y rosados, su piel es pálida y ella es alta. ¡Oh, Ellie! Sé que me envidias por las dos montañas que cuelgan de mí pecho, pero porfavor, deja de mirarme así, como si fuera una mierdecilla con patas, no sabes cuántos problemas me han traído este par de montañas y no hablar del tumor que sobresale de debajo de mí cintura, ese que llaman trasero y han tocado tantas veces sin mí permiso que ya ni lo siento. También sé que piensas que mamá me adora, pero déjame decirte que no es así, volvió a beber a penas te fuiste a la universidad, ¿Recuerdas que cuando tú vivías en casa no tomaba más allá de los fines de semana? Bien, acabo de dejarla sumergida en un charco se su propio vómito en la sala de la casa, junto a más de una docena de botellas de cerveza, ¡Oh, Ellie! Si tan solo supieras, si tan solo supieras que el dinero de los tres meses de renta que mamá pagó fueron sacados de los ahorros para mí universidad, si supieras que no hay nada que comer en la heladera. Si tan sólo supieras el monstruo alcohólico que es mamá cuando tú no estás.
Ella no me golpea y es cierto que puedo ser realmente pesada en algunas ocasiones, pero sus palabras duelen más que mil apuñaladas, tanto que...a veces lloró hasta no poder respirar, ¿Eso es normal? Querer dejar de respirar y descansar, sé que es mi madre y me ama, pero ella, a ti, realmente te adora, finge que no tiene favoritos, como todos los padres, pero en el fondo me hubiera abortado si yo no fuera la única razón por la cual papá mintió salvandola de la cárcel por follarse a un menor de edad.