—Te ayudaremos — dijeron Nappa y Raditz, hincándose ante su príncipe.
— Ahora a prepararnos para la batalla.
Unos días después, el Emperador del Mal estaba impaciente al no saber nada de los enviados al sistema solar. Al rato de haber llegado a ese lugar, las máquinas registraron una concentración de energía gigantesca, que solo duró un segundo.
— Señor Frezzer, los sayayins no han vuelto y no responden a los mensajes, los técnicos dicen que los scouter están apagados.
— Soldado Dodoria, vaya a ese planeta y tráigame las cabezas de esos idiotas, me da lo mismo si me traicionaron, o si fueron derrotados, los quiero muertos.
Apenas llegó a la Tierra el guerrero de piel rosada buscó con su scooter a las mayores ki del lugar, así llegó a una explanada, donde vio al príncipe sayayin esperándolo.
— Pensé que habías muerto, o estabas escondido bajo alguna piedra.
— Solo quería dejar de ver tu espantosa cara para siempre.
— Valientes palabras para un mono como tú.
— Tú estabas muy orgulloso de tu poder, pero eres un perezoso y no hiciste nada para incrementarlo... ahora morirás por eso — le dijo y luego escupió a los pies del servidor de Freezer.
Dodoria levantó las manos y cargo una esfera de energía, extendió sus brazos y la disparó hacia Vegeta, la que produjo una gran explosión y humo al impactar. Aprovechando eso el ser rosado se colocó tras el sayayin, intentando golpearlo, pero fue inmovilizado por la espalda por el príncipe. Por más que quiso soltarse no pudo, al darse cuenta que ese era su fin, decidió usar su última carta.
— Si me dejas vivo te diré un secreto que te interesará.
— Nada que digas me importa, eres un cobarde — sonrió de lado Vegeta.
— ¿No quieres saber quién destruyó tu planeta?
— Fue aniquilado por un meteorito.
— Esa fue la versión oficial, pero en realidad fue Freezer quien mató a todos, por eso los hizo ir al planeta, excepto tu grupo y tú, quería que te doblegarás ante él al quedar solo.
Como el de pelo de flama lo soltó y quedó mirando al piso, Dodoria pensó que estaba conmocionado, así que rápidamente intento huir.
— Eres un cobarde — le gritó el príncipe que estaba pendiente de los movimientos del servidor de Freezer.
— Pensé que... — Dodoria empezó a temblar de terror.
— No me importa que haya matado a todos... no me interesa, pero lo que nunca le perdonare ni a él ni a nadie, es que nos haya usado de esa manera, somos la raza de guerreros más poderosa del universo, y él nos usó como simples peones para sus planes.
Vegeta levantó la mano, la extendió y colocó ambas manos juntas al nivel del pecho, una vez que reunió suficiente ki, empujó ambas manos hacia adelante y disparó una poderosa ráfaga de energía, que convirtió a su rival en polvo.
En el espacio, como ya no tuvieron respuesta de Dodoria, ahora Freezer, su padre y Zarbon llegaron en la nave insignia a la Tierra, se dirigieron al lado del palacio, donde sintieron los ki más poderosos del lugar.
Mientras esto pasaba Vegeta, Goku, y los otros sayayins salieron de los muros a esperar al Emperador del Mal, en eso llegó al lugar un hombre muy alto, usaba un gi morado, capa blanca con hombreras, turbante, y la cara cubierta, a su lado estaba un pequeño de 6 años, que iba vestido igual que el otro, destacaba en el niño una cola de mono.
— ¡¿Gohan?! No puede ser, eres mi Gohan — Goku quiso abrazar al niño, pero éste lo rechazó.
— No sé quién eres — gritó molesto el pequeño.
— Gohan — dijo el gigante que se descubrió la cara, era de la misma raza de Piccolo Daimaku — ahora que está basura está frente a nosotros podré cobrarme mi venganza. Hijo — volteó hacia el niño — él es quién mató a tu abuelo, y te convirtió en humano, destrúyelo para que vuelvas a ser un demonio como yo.
El pequeño se puso en posición y atacó fiero, el hombre del turbante rió suavemente.
— ¿Qué te ocurre Gohan? No eres su hijo, sino el mío — Goku no entendía nada.
— Padre dijo que dirías eso, usaste un hechizo y me hiciste parecerme a ti para que rechazará a mi papá, pero en mi interior siempre seré un demonio, como el abuelo Daimaku y mi padre, el Gran Piccolo.
"Ja ja ja todo sale como lo planee, ahora Son Goku pagará por haber matado a mi padre, si mata a su hijo, o si se deja matar por Gohan, de ambas maneras será perfecto para mí".
— Deja de ser un idiota Kakaroto, mata a ese chiquillo.
— No Vegeta, lo controlaré, no quiero volver a perderlo.
Tuvo que defenderlo del rayo que le lanzó Vegeta, por eso Goku quedó muy mal, pero a pesar de eso se levantó y se puso frente al pequeño protegiéndolo.
Desde la entrada del Palacio, una mujer morena vestida a la usanza oriental trató de salir.
— Hijo, soy tu madre, por favor detente... déjenme — les gritó a los soldados, a uno lo dejó inconsciente en el suelo, al final entre tres tuvieron que contenerla.
En eso la mente del niño sufrió un dejavu, vio una escena parecida, al tipo de pelo de flama golpeándolo, y al que decía ser su padre en el suelo, casi moribundo tratando de protegerlo, y a la humana gritando. Entonces su mente que estaba oscura se iluminó, vio una mujer con rostro bondadoso que lo besaba y abrazaba, su vida antes de despertar al lado de su padre demonio volvió a él.
— ¿Tú? ¡Tú eres mi padre! Ahora lo recuerdo todo.
— Diablos, todo se fue a la mierda — el de piel verde apretó los dientes molesto — no importa — rió confiado, se quitó el turbante y la capa — los destruiré a todos.
Pero mientras Gohan trataba de que sus dos "padres" dejarán de luchaba, Goku le contó a Piccolo del gran peligro que los atacaría.
— Todo es una gran mentira. No te creo.
— Debes sentir esos ki monstruosos que se acercan a la Tierra.
El namek se concentró, su rostro demostró que los descubrió.