¿y si fuera ella?

Diez

Micaela
 

Canción: We Don't Talk Anymore - Charlie Puth ft. Selena Gomez
 


Me sentía en la boca del lobo, literalmente, los años lo han vuelto más caballero y me encanto que no se le olvidara mis gustos, pero no debo pensar en eso, tengo que pensar que esto es para que me dé el divorcio.

Llegó a la casa antes de 10 de la noche, trato de dormir, pero no puedo su imagen tan varonil me arrastra y abruma en partes iguales. Al despertar me encuentro con un bulto a mi lado, al sentir que me muevo se levanta como un resorte

- Mamita ... como te fue anoche, Carmen me dijo que ibas para una cita – frunzo el ceño –

- Me fue bien... ¿Cómo así que Carmen te dijo eso? – se arregla el cabello, me sonríe y abre más los ojos inmensamente azules como intentando pensar bien-

- Si ... yo le pregunté y ella me dijo – levanta los hombros –

- Aja ... -no me deja terminar –

- Ya tienes novio – me carcajeo –

- No ... como se te ocurre Martina, simplemente me encontré con un amigo de la universidad y fuimos al planetario – se levanta de la cama y camina por la habitación –

- ¡Al planetario! Wooo ... - es igual a él -

- ¿Por qué quieres que tenga novio? – se acuesta en mi pecho –

- Porque ... todas las mamás de mis amigas tienen novio, esposo u otra cosa y tu mamita no tienes a nadie, ¿esperas a papá?

- Martina ... - se sienta en la cama -

- Yo sé que hicimos un trato mamita ... cuando estuvieras preparada me contarías de mi papito - la traigo a mi pecho y le doy besos –

- No quiero novios ni otra cosa ... gracias por esperar – levanta la mirada hacia a mi – eres mi todo Martina ... Te amo

- Yo también de amo mamita

Soy la mujer de los tratos, hasta con mi hija tenía uno; me daba cosa mentirle sobre su padre, le conté parte de lo que había pasado y le prometí que cuando estuviera preparada le diría todo y ella entendió, pero con Xavier revoloteando por ahí, siento que será más pronto de lo que me imagino.

Martina es mi confidente, le cuento muchas cosas, a sus 9 años me entiende a su modo, hasta consejos me da; lo hago porque quiero que cuando entre a la adolescencia me tenga la confianza de contarme lo que sea.

Carmen tiene el día libre, por ende, Martina va a todos lados hoy conmigo. Llegamos a la pastelería, la llevo con recelo pues puede aparecer Xavier por ahí y yo no quiero eso.

Está obsesionada con los brigadeiros igual que él, a veces pienso que yo no aporte nada, ya que Martina es su padre versión femenina; mi madre dice que el destino se empeña en recordarme que cometí un error al ocultarle ese detalle.

Siendo las 11 de la mañana, mandó a Gina a que le lleve las dos cajas de brigadeiros a Xavier, pienso que estoy tentando al diablo o a el destino. En las horas de la tarde llega Carmen, aparte de ser la niñera de Martina, es mi amiga de toda la vida; ella también sabe mis penurias, es como la mirada externa.

- Porque traes esa cara Micaela – me quedo viendo a Martina jugar con unas muñecas –

- Preocupada ... tú sabes – se sonríe y niega –

- Y se volvera un caos si no le buscas una solución y la más viable, justa y demás, es decirle a él ... dime ¿qué harás si te ve con la niña?

- No sé ...

- ¿No sabes? Micaela entiende que se estás haciendo un daño muy grande, tanto a la niña como a él... mira es tu momento de enmendar el error que cometiste – me levanto y miro hacia el ventanal que da hacia la calle –

- Lo pensare ... tu mas que nadie sabe mi miedo – mi amiga me toma del brazo y me voltea hacia ella –

- Entiendo tu miedo, pero también estoy a favor de decir las cosas, de afrontarlas ... díselo a él estoy segura que te entenderá y apoyará, no te calles mas

- Carmen lo pensaré ... faltan 4 citas – nos sonreímos –

- Así es, espero que no se te salga de control la cosa – hace movimientos con sus manos-

Mi amiga tenía razón, mi cabeza esta fuera de mi control, hay cosas que tienes que dejarlas allá en el último rincón, es lo mejor.

Nos fuimos por un helado a un centro comercial, Carmen, martina y yo, al final de la noche llegamos cansadas y con paquetes, cuando la acuesto barajó la idea hablar con Xavier, pero la desecho, es un riesgo y más sabiendo lo que la famosa carta decía sobre el papel que jugaría Martina en esa familia.

Tenía una semana muy ocupada, muchos pedidos así que la pastelería estaba a reventar, entre Ginna y yo teníamos casi todo listo, en las horas de tarde mi teléfono quiere estallar, no miro porque me quitaría tiempo, lo apago para que me deje trabajar a gusto.

Ginna me saca de nube de trabajo en el que estoy, diciéndome que necesita irse a estudiar; me quedo sola intentando terminar el pedido que tengo; a lo lejos escucho que quieren tumbar la puerta, caminó hacia allá y me encuentro con una imagen que es no creer... Xavier está aquí

- ¿Tú qué haces aquí? – es lo primero que digo cuando abro la puerta –

- No mandaste a Ginna con los brigadeiros y tampoco contestas el teléfono ... me preocupe – se me había olvidado los brigadeiros –

- Se me olvido Xavier - lo dejo entrar, mientras voy hacia las vitrinas y busco las dos cajas de brigadeiros –

- ¿Estás bien? – le entrego las dos cajas –

- Si ... estoy cansada solamente – le señalo la puerta – necesito terminar un pedido, no estoy para visitas

- ¿Y Ginna donde esta? – bufo –

- Ella estudia en las noches ... Xavier necesito tiempo por favor – coloca en la mesa las dos cajas y se quita la chaqueta –

- Yo te ayudo ... - me sonrió y lo empujó hacia la salida –

- Por favor Xavier

- Micaela ... estas cansada, sola con tanto trabajo, te puedo ayudar... tu solamente me indicas que hacer y ya - pues no es tan descabellado la idea –




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