¿y si fuera ella?

Veinticinco

Xavier
 

Canción: Empire / Shakira 
 


Verla totalmente golpeada me había dolido mucho, sabía quienes habían sido y más por la advertencia; lo más lógico y sano es denunciar, muy mis padres y todo, pero se pasaron con esto que le hicieron.

Me cegué al ver en las afueras de la casa el auto de mi padre e intentando entrar, forcejeaba con el vigilante, a un costado de la entrada había un bate, lo tome y descargue toda la rabia con el auto, sentía que me hablaba, pero no escuchaba, estaba dispuesto a todo. Micaela me desconecto de la rabia que poseía, su voz me llevó a la realidad y a lo que estaba a punto de hacer.

Tenía sentimientos arremolinados en mi interior, rabia, tristeza, dolor, impotencia, pero sentía que el amor ganaba, ella descansaba en mi habitación después de hacer un esfuerzo por tratar de que yo no cometiera una locura. Camino por la casa como buscando serenarme, llegó a la cocina y encuentro una botella de alcohol, sorbo tras sorbo sentía que todo lo que me consumía se apagaba.

En la madrugada vuelvo hacia las habitaciones; mi hija duerme ajena a todo lo que ha pasado, entro a mi habitación y me siento ha ver a Micaela dormir, su rostro esta magullado lleno de moretones, un corte en cuero cabelludo, sus piernas y brazos tienen pequeñas cortadas, me quedo absorto en que no pude protegerla, le había fallado. Se remueve y toca la parte al lado de la cama, trata de levantarse cuando me ve sentado justo al frente de la cama

- ¿Por qué no duermes? – me acerco y me siento en la cama –

- No puedo ... - frunce el ceño –

- ¿Estás bebido? ¿Por qué?

- Siento que te falle, te prometí que las protegería y no preví que esto pasaría, subestime a mis padres – se sienta con dificultad –

- No me fallaste, sácate eso de la cabeza, tú no estás en la mente de tu madre, esto lo vamos a solucionar juntos Xavier

- ¿Juntos?

- Sí, juntos, unidos ... los tres

Me acerco la suficiente como para atraerla a mi regazo, en ese momento me permito quebrarme como un niño pequeño, ella lo entiende porque se aferra mucho a mí, sentía que la perdía otra vez.

- Tenemos que descansar Xavier – asiento y dejo que se recueste en la cama –

- Yo ... voy para el sofá que esta abajo – niega –

- Te quiero aquí conmigo ... hay espacio para los dos

- Me doy un baño rápido y vuelvo – asiente -

El baño me sirvió me sentía más relajado, Micaela no se ha dormido, nos quedamos viendo por un momento y palmea la cama para que me acueste; tan pronto toque la cama me dormí.

El sol se filtraba por las ventanas de la habitación, se me había olvidado cerrarlas, me muevo y estoy solo en la habitación, no hay rastro de Micaela, me levanto y me dirijo al baño y no esta, escucho música que sale de la habitación de Martina, reconozco la canción es Yellow de Coldplay, mi hija la canta en un inglés raro, pero lleva la melodía; abro la puerta y me encuentro con la imagen más enternecedora que he visto en mi vida, mi hija cura a su madre mientras canta; levanta la mirada y me ve observándolas

- Papito no puedes ver a mami sin ropa – me cierra la puerta de la habitación en la cara –

Me sonrió y regreso a mi habitación, me doy un baño y me pongo ropa cómoda, arreglo el armario para hacerle espacio a las cosas de Micaela, detallo la habitación y necesitamos muchas cosas, entre esas, más espacio; siento que tocan la puerta al abrir

- Papito ... - entra y se sienta en la cama –

- Dime mi amor – se sonroja –

- ¿Soy tu amor? – asiento –

- Sí, tu mamita y tu son mi amor – se ríe y sin más se pone seria –

- Tenemos problemas, mamita no tiene ropa que ponerse, necesitamos un suéter grande y yo pensé en uno de los tuyos

- No hay problemas, toma este – le entregó un suéter grande –

- Gracias, ya traemos a mamita para acá

Sale disparada para su habitación y al rato entra Micaela caminando lento, nuestras miradas se conectan y me sonríe, la ayudó a acomodarse, mientras mi hija y Carmen, le acomodan muchos cojines que son los que estaban abajo. Mi hermana entra con el desayuno y los medicamentos que debe tomar ahora en la mañana.

Salimos todos a tomar el desayuno, me quedo observando todo, en lo que se ha convertido mi vida, me encanta estar en familia, mi familia.

Después del desayuno, Carmen se queda con Martina haciendo tareas, subo a la habitación, se ha quedado dormida en una posición incómoda, suavemente la acomodo en la cama

- Xavier ... - me llama aun con los ojos cerrados –

- Dime bonita

- Necesitamos hablar – me siento al borde de la cama – eres ... un ser extraordinario y no quiero que cambies, ayer vi otro Xavier, no quiero que ese corazón tan bello que tienes lo dañen terceras personas, como te dije esta madrugada juntos saldremos de esta situación, ponte a pensar ¿que nos paso por estar separados? Nos llenamos de miedos, odios, nos volvimos frágiles, ahora no me voy a ir, te necesito conmigo, te quiero completo no ha retazos

- Sabes ... Te amo, tanto, tanto que asusta – me sonríe, me inclino y le doy un casto beso –

- Adivina ... yo también – ahora es ella que toma la iniciativa y me besa –

- Yo ... me cegué al ver como estabas, me dejé llevar por la rabia, no se que vino a buscar – frunce el ceño –

- Independientemente de lo que pase, es tu padre con ese simple hecho, se merece tu respeto, pero la manera más sana es denunciando, no haciendo justicia por mano propia, eso nos llevaría hacia un circulo vicioso de maltrato y miedos, ya hay que parar Xavier, pero de la forma más inteligente

- Pero ... - me interrumpe -

- Nada, tu padre antes de irse dijo que iba a entregar a tu mamá, él se veía realmente mal, dale el beneficio de la duda, él siempre ha estado presionado por ella, no sé hasta qué punto – frunzo el ceño –




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.