¿y si fuera ella?

Treinta y uno

Xavier

Cita 4

Canción: Here comes the sun/ The Beatles 
 


Había empezado a delegar responsabilidades en la empresa; mi padre aún le faltaba un poco para volver en firme, pero a él lo necesitaba en los molinos, supervisando cualquier eventualidad; mi secretaria estaba al tanto de las nuevas disposiciones y el nuevo horario que iba a manejar desde ahora en adelante, la agenda en su totalidad cambiaba, ahora mi tiempo es sagrado y es para mi familia.

Desde la estación de policía me solicitan, que debo presentarme en las horas de tarde, se me hace extraño porque ellos ya se habían comunicado conmigo para entregarme el horno y la plantita que le había regalado a Micaela. Aun así, llegue en las horas de tarde, me reciben los mismos agentes de la primera vez, me explican lo que encontraron en la casa donde Micaela y mi hija vivían, los maleantes que mi madre contrató destrozaron todo, nada servía y lo mas indignante fue que en el lugar encontraron dinero hecho trizas, era mucho dinero.

De la estación de policía me voy directo a la casa, al entrar todo está en silencio, de pronto siento que viene unas paticas hacia mí, Sole salta por todos lados, pero no ladra

- ¿Dónde están todos, Sole? – da vueltas y se va hacia una ventana queda hacia el patio de la casa-

Me acerco hacia la ventana y veo a Micaela conversar animadamente con Xiomara, no ven así que subo a la habitación de Martina por la hora esta haciendo su siesta; la veo dormir por largo rato, es mi pasatiempo favorito. Siento una mano en mi hombro

- Me asustaste Xavier – me señala un lo que tiene en la mano –

- Bonita ... ¿me ibas a pegar con eso? - se sonríe y me abraza –

- Casi ... cuando vi la puerta de la habitación abierta me asuste – la tomo por la cintura con cuidado y le doy un beso –

- Prometo que cuando llegue me anunciaré, te vi conversar con Xiomara que no quise interrumpirlas – se sonríe y caminamos para afuera de la habitación de Martina-

- Si estábamos conversando un poco – vamos tomados de la mano, bajando las escaleras –

- Me llamaron de la estación de la policía – frunce el ceño –

- ¿Como así? ¿Qué pasó? – me siento en el sofá y ella va hasta la cocina –

- Me llamaron para darme el último informe del ataque que recibiste, esta vez fue de la casa – la veo venir con un pedazo de pastel y un vaso de té –

- ¿Qué te dijeron?

- Míralo tú misma – le entregó la foto donde se ve el dinero destrozado - ¿Por qué guardabas el dinero en la casa?

- No lo guardaba en la casa, más bien estaba reuniéndolo para pagarle tanto a Ginna como ha Carmen y lo que quedaba lo llevaba al banco, pero porque destrozarlo ¿no los entiendo?

- Entre mas lo pienses menos lo entenderás, eso lo volverás a recuperar eso tenlo por seguro – me sonríe y me quita un pedacito de pastel –

- Así es

Terminamos conversando y planeando; planear era algo que no hacía, ni cuando estaba en la universidad, dejaba pasara porque si, ahora entendía lo importante que es planear tu futuro, si lo hubiera hecho desde el inicio, hoy llevará más 10 años casado, porque siendo sinceros en ese momento no pensaba en el matrimonio, si no fuera por el abuelo, Martina fuera hija de otro y pensarlo me molesta.

Planeamos el cumpleaños de Martina, en los regalos y hasta remodelar la casa, en fin, en todo. Subo a cambiarme y noto movimiento en el cuarto de Martina y me encamino para allá

- Muñeca ... - me sonríe toda espelucada –

- Papito tengo cara de dormida – me sonrió-

- Aun así, eres mi muñeca - se sienta en la cama y trata de acomodarse el cabello –

- Cuando yo llegué aquí por primera vez, pregunté si el dueño de la casa te deja tener perritos y me dijiste que sí, que la casa es tuya – se sonríe con malicia –

- Aja lo recuerdo perfectamente ... ¿a qué viene eso? – me abraza y me da besos en la cara –

- Cuando yo me voy para el colegio ... Sole se queda solita y triste, yo pensé que sería bueno que ella tuviera con quien jugar – se toma las manos de forma nerviosa –

- Te lo voy a resumir muñeca ... ¿quieres otro perro? – se iluminaron los ojos y asiente repetidas veces –

- Exactoooo – empieza a saltar en la cama -

- Bueno tenemos que hablarlo con tu mamita, pero eso requiere mayor compromiso de tu parte – deja de saltar y frunce el ceño –

- ¿Cómo así?

- Eso implica que debes estar pendiente de su comida, que tenga agua, enseñarle trucos ¿estás dispuesta a eso? – asiente –

- Si los cuidare muy bien y haré mis tareas y me portare bien – se sonríe y mueve los ojitos -

- Entonces hablaremos con tu mamita a ver que dice – asiente y la bajó de la cama y sale disparada para donde la mamá –

El fin de semana había llegado al fin, según el pronóstico del tiempo teníamos sol mucho sol, últimamente llovía mucho en Bogotá, así que había tomado la decisión y el fin de semana correcto para tener un picnic familiar, lo que se resumía en la cita 4.

Con dos días de anticipación compre todo lo que necesitaba, porque el parque simón bolívar iba ser la primera estación de nuestro día en familia.

El tema del nuevo integrante de la familia fue más bien un consenso entre Micaela y Martina, donde mi hija se compromete con el tema de tener perritos en la casa, también perdí la custodia de Sole con ella, ya que de ahora en adelante es de Martina.

Íbamos de camino hacia allá, Micaela a mi lado y atrás martina y Sole, llegamos y armamos todo mientras mi hija le daba agua a Sole, nos ubicamos en el parque central simón bolívar, cerca al lago, de ahí veíamos a algunas personas hacer deportes náuticos, pasamos toda la mañana en ese lugar comimos toda clase bocadillos y obviamente los brigadeiros no faltaron.




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