1 - Parte.

Desde que puedo recordar, he tenido el mismo sueño cada noche, no puedo ver su rostro pero siento que lo conozco. Últimamente las cosas a mi alrededor han estado cambiando constantemente, quiero saber porque aparece en mis sueños, preguntarle ¿quién es?. Cada noche, por la madrugada me levanto bañada en sudor, al no conseguir conciliar el sueño me siento sobre el escritorio a dibujar el rostro de mi Amado.

Veo a la luna desde la ventana, Aburrida, Pensando que si cierro los ojos al imaginar besarle, Está noche mi corazón sueñe con él nuevamente. A veces suelo preguntarme ¿Y si mi Ángel protector se encargó de hacerme saber que algo especial estaba por llegar a mi vida?, ¿Y si me envía esa imagen como mensaje de espera?, Así que decidí esperar a que mi Amado apareciera en mi vida como obra del destino. Podía imaginármelo mientras dibujaba su rostro, Fantaseando con que sería el fuego de un amor pasado que aún ardía en llamas, Pensando que tal vez por ese motivo en mis sueños siempre le he de encontrar. Cuando me encuentre, Con mis manos sostendré fuerte a esa persona especial, Como explicar que Quisiera tenerle entre mis brazos ahora, Decirle que jamás me cansó de imaginarle diciéndome “ Hola “, Tener sus menos entre las mías mientras me susurra “ Hola “. Suelo preguntarme ¿Cómo hacerle hacía un lado de mis pensamientos? Estoy teniendo motivos para pedirle al destino ponerle ante mí, Es extraño y aunque no lo intente sentir, le imagino y lo vuelvo a sentir.

A la mañana, mi mejor amiga, Sheila, me llamo al móvil preguntando si quería salir al parque, respirar aire puro y tomar mates. Sin pensarlo dos veces acepte, - < Emma, creo que iré al parque, si gustas, paso por ti y vamos juntas, llevare el mate > - < estaría excelente, respirar aire puro, llevare a Ralf > - Aliste a mi perro y espere escuchando música con los auriculares mientras esperaba a Sheila recostada con Ralf sobre el césped del patio delantero.

Como de costumbre, sabía que venía llegando, le encanta subirle al volumen sus músicas justamente para llamar la atención, podía escucharlas a dos cuadras de distancia de mi casa, - Dejare el auto sobre la sombra del Árbol que está sobre la cerca de tu patío y vamos caminando para disfrutarlo más y conversar ¿te parece? – Sinceramente no tenía ganas de caminar hasta el parque, pero no le iba a decir eso, sería vergonzoso – sí, vamos..-.

 - Shei, Venís todo el camino en el celular, lo menos que hiciste fue hablar conmigo - , - me invitaron a una fiesta el fin de semana, ¿quieres acompañarme?, ¡ iríamos de compras un día antes! – ¿como decirle que preferiría estar en casa, en mi habitación viendo películas de romance y imaginando esa misma historia de amor con mi Amado ? – esta bien, ire, pero no me quedare hasta tarde, si voy, voy solo un rato, para acompañarte – está bien.

Llegando al parque, nos sentamos sobre el césped, mientras Shei cebaba mates, Ralf muy inquieto comenzó a ladrar, veía a mi alrededor pero no había nada sospechoso, solo perros paseando con sus dueños, aparte de ciclistas y personas ejercitándose.

 - Ralf, ¿qué pasa?, tranquilo chico - , -  tal vez, vio a una chica que le gusto, vaya saber. -, - no, no creo que sea eso, jamás actúa así, creo que deberíamos irnos-. Cuando de pronto, me tropiezo con él.