Capítulo 2

Los días pasaron como un borrón para mí, termine los últimos preparativos de la boda, hice la prueba final del vestido y supervise que todo estuviera saliendo según lo planeado, mañana es el ensayo de la boda y me consumen los nervios, soy una persona muy organizada y en esta situación cualquier cosa podría salir mal.

—Tranquilízate mujer, estas muy estresada. Llevamos cuatro horas encerradas en tu oficina y son más de las ocho de la noche. Todo saldrá bien, tú y Jasón estarán perfectos ese día y los arreglos están en orden. ¿Porque no vamos a tomar un descanso? —pregunto Nicole regalándome una sonrisa tranquilizadora, se la agradecí.

—Lo sé, es solo… no quiero que algo salga mal ese día Nik, he esperado mucho tiempo para casarme con Jasón y ahora que por fin está por hacerse realidad espero que nada salga mal —dije suspirando, cerré la carpeta de las decoraciones.

Acomode mi cabello y masajee mi cien con los dedos deseando que todo salga al pie de la letra el domingo. A veces me gustaría no ser tan organizada y correcta todo el tiempo, pero rápidamente desecho esa idea recordándome que depende de esos planes que todo salga bien.

—Por eso mismo te lo digo Amelia, necesitas descansar de todos los preparativos y divertirte un rato. Después de todo, estas a un par de días de la tan esperada noche de bodas —observo la sonrisa pícara que me dirigió Nicole y niego con una sonrisa.

— ¿Vas a decir que me haga la sorprendida cuando hagamos el amor? —pregunto mirándola con una ceja alzada.

—Podrías sorprenderlo con un juego de lencería sexy. A los hombres les enloquece —se rio Nik y volví a negar con una sonrisa, sinceramente que más podría esperar de ella.

— ¿Acaso lo has hecho alguna vez? —pregunte y abrí la boca sorprendida al ver su sonrisa, levante una mano para cortarla— No, olvídalo no me lo cuentes.

—Oh vamos Amelia, nunca has sido tan mojigata —empezó— Hay un sitio que tienes que ver, te va a encantar —suspiro soñadoramente, y resople.

—Vamos a tomar un par de tragos a ese lugar para relajarnos, ¿de acuerdo? ¡Tú y yo vamos a volvernos locas hoy! —festejo Nik poniéndose de pie y salió de la oficina.

Observe a mi hermanita por las puertas de vidrio bajando al lobby.

Nicole Adams es rubia natural, de nariz pequeña y enormes ojos azules. Posee una encantadora sonrisa y tiene un cuerpo hermoso, caderas anchas y cintura pequeña. Piernas largas y escote lleno, es bajita pero lo compensa muy bien con el resto de su cuerpo. Es la clase de chica que llama la atención al entrar en un establecimiento.

Un escalofrió me recorrió, no soporto la porquería de vida que Nik lleva. Crecimos juntas en un viejo barrio de san francisco y solo nos tuvimos la una a la otra por años. El día que escapamos me prometí cuidarla como si fuéramos hermanas.

Mi pequeña hermanita lleva dos años saliendo con un imbécil de nombre Logan, un musculoso con pinta de chulo cabeza hueca. Todo el día se la pasa fumando y metiéndose drogas; y en la noche, desaparece por horas sin decir una palabra de lo que hace o en que trabaja. Es un completo imbécil con todas las de la ley. No respeta a nadie y siempre trata de alejar a Nicole de mí.

Lo que más me molesta es que lo he visto en varias ocasiones metiendo chicas al departamento que comparte con Nicole y ella no me hace caso cando trato de advertirla. Algo la ata a ese imbécil pero no he logrado descubrir que o porque, Nik es tan ilusa que acepta todas sus falsas excusas y sigue con él como si nada.

Por más que trato de aconsejarla y recordarle que ella merece algo mejor no me escucha, —como me gustaría verla con un hombre que la ame y que se preocupe por ella, no con un cretino patán y aprovechado— Solo deseo que todo le salga bien a esa pequeña rubia, siempre ha conservado una sonrisa en su rostro a pesar de la porquería de vida que le toco vivir, ambas sufrimos demasiado en el pasado pero yo soy la mayor. Siento que es mi deber protegerla y cuidar nada le pase, si tan solo se dejara ayudar.

12180. de la oficina asegurándome de dejar todo en su sitio y seguí a mi mejor amiga a su auto.