¿y Si Fueras Tú? #1 Amelia [completa]

Capítulo 4

Ayer el ensayo salió perfecto y solo se vio estropeado por los comentarios sarcásticos de Chase. Es viernes y con Jasón decidimos que tendríamos nuestras despedidas de solteros hoy para descansar mañana y estar refrescados para el domingo.

 

Me encuentro con Nicole en el club éxtasis esperando que lleguen nuestras amigas.

 

— ¿Qué se siente estar a punto de amarrarte? —pregunto Nicole arrastrando un poco las palabras, llegamos hace poco pero mi loca amiga ya se prendió tomando un par de chupitos de tequila seguidos de un coctel de whisky.

 

—Tómalo con calma Nik, apenas comienza la noche —le aconseje y la muy descarada se empino otro chupito guiñándome un ojo.

 

—Me siento muy feliz la verdad, pensar que mis sueños están por hacerse realidad me emociona —respondí con sinceridad tomando de mi margarita.

 

— ¡Aahhahaa! pero si el la remilgada de Lía, ¿cuánto tiempo sin festejar he querida? —exclamo la risueña vos de Melanie, nos saludó con dos besos a cada una y pidió un chupito para entrar en ambiente.

 

—Hay por favor, no me vengas con ese cuento tú también, lo que menos necesito ahora es que mis amigas se pongan a darme sermones a punto de casarme. —proteste haciendo un puchero que solo logro hacerlas reír.

 

—Tranquila, cuando estés a punto de cometer ese error yo quitare por ti el ¡Yo me opongo! —choco los cinco con Nicole y ambas se burlaron un rato más de mí.

 

— ¿Cómo van las cosas en casa Mily? —sonrió ilusionada.

 

—Todo está de maravilla, Kathy tiene dos años ya, y Marco esta encaprichado con que quiere otro bebe —blanqueo los ojos y nos reímos.

 

Conocí a Melanie cuando iba en segundo año de la universidad, ella estudiaba pediatría y nos hicimos muy amigas, le presente a Nicole y desde entonces fuimos inseparables. Hace unos años se casó con un policía de nombre Marco y tuvieron una hija, Katherine.

 

En el transcurso de la noche fueron legando Victoria, Amanda y Leslie, todas amigas que conocimos en la universidad y que serían mis damas de honor.

Note que Chase está sentado en la barra solo, fruncí el ceño —creí que él estaría en la despedida de soltero de Jasón, al parecer ni en esta ocasión son capaces de caerse bien— pensé levantándome.

 

—Discúlpenme un momento —les pedí.

 

Chase se encuentra sentado con la cabeza gacha bebiendo algún trago de líquido ámbar. Va vestido con unos pantalones de jean ceñidos al cuerpo y una camisa negra apretada que resalta sus musculosos brazos tatuados. Conforme me acerco a él puedo notar que no se ve muy bien, parece molesto y toma muy deprisa de su vaso.

 

— ¿Chase? —le toque el brazo para llamar su atención, sus fríos ojos azules se giraron en mi dirección y sus fracciones se suavizaron cuando me reconoció. Incluso parece que se relajó cuando me vio.

 

— ¿Pasa algo malo? —pregunte viendo su expresión.

 

Sus ojos vagan lentamente por mi cuerpo y trago saliva hasta que vuelve a posarlos en mi rostro.

 

Luche con todas mis fuerzas para no sonrojarme pero no surtió efecto. Estar cerca de Chase es así, me incomoda y me pone extrañamente nerviosa.

 

—No, todo está bien. ¿Te estas divirtiendo? —evadió mi pregunta y cambio el tema en un segundo.

 

Suspire convenciéndome de no indagar en su vida, no voy a presionarlo si no quiere hablar. Después de todo él y yo no somos amigos.

 

—Sí, bueno… es extraño que esta sea mi despedida de soltera. Lo veo muy irreal —comente despreocupadamente observando el lugar.

 

Chase suspiro sonoramente y se tomó todo el contenido de su vaso de un solo trago.

 

—Si… supongo que así debe ser —comento y pude notar el ambiente entre ambos un poco incómodo.




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